Alba Tomé Sueiro
Apenas dos días después del Día Internacional Contra las Violencias Machistas, la Xunta comunicaba el cierre del paritorio del hospital comarcal de Verín, un municipio ourensano de 14.600 habitantes. El conselleiro de Sanidade de la Xunta, Jesús Vázquez Almuiña, alegaba entonces que “un parto no es un infarto” donde “hay tiempo para hacer el desplazamiento”. Las organizaciones sanitarias y feministas no tardaron en salir a la calle para defender los derechos de la mujer al considerar este “desmantelamiento” violencia institucional contra las madres.
El gobierno gallego justificó la supresión del servicio debido a la disminución de los partos anuales cifrado en “una media de un parto a la semana”, lo que ha supuesto “pérdida de calidad y seguridad”. Sin embargo, la Plataforma Sanitaria de la Defensa de la Comarca de Monterrey asegura que la decisión vendría dada por la “falta de pediatras que quieran desplazarse desde la ciudad de Ourense a Verín a hacer guardias”.
El mejor ejemplo de las complicaciones que supone el cierre del paritorio ocurrió ayer de madrugada cuando una mujer llegó al hospital del municipio con un parto muy avanzado. Javier Castrillo, el ginecólogo de guardia, impidió el traslado hasta el hospital de Ourense por el alto riesgo de producirse el parto en la propia ambulancia. La mujer dio a luz en Verín sin ninguna complicación y el recién nacido fue trasladado al Hospital de Ourense. Castrillo informó al juez de la situación que se vive en la comarca.
El ginecólogo explica que “la obstetricia es una especialidad médica donde los tiempos son más importantes”, ya que, para un recién nacido, “una espera de tan solo quince minutos puede ser totalmente decisiva para que nazca con o sin secuelas para toda su vida”.
Por lo tanto, asegura que “hay múltiples causas por las que tiene que ser necesario sacar al feto de manera inmediata, como puede ser una atonía uterina que provoca grandes hemorragias”, y al tener que recorrer tanta distancia, no se llegaría a tiempo. “No llega ni a los 20 kilómetros” y “puede significar tanto la muerte de la madre como del feto” señala Castrillo.
“Es una cuestión de medios”
La Plataforma Sanitaria insiste en que “es el gobierno el que tiene que dotar al hospital de pediatras, es una cuestión de medios” y asegura que las carreteras secundarias para llegar al hospital de Ourense desde Verín y otros municipios no son las adecuadas, ya que en invierno se cubren de hielo y nieve lo que puede ocasionar “graves consecuencias”, no solo para las embarazadas, también para los infantes que necesiten un pediatra de urgencia y tengan que recorrer hasta 100 kilómetros.
En el propio hospital comarcal, la organización ha convocado un encierro indefinido en la zona de dirección desde el 1 de diciembre que la Xunta suspendió el servicio y cada día, entre 20 y 25 personas se organizan para ocupar el sector durante 24 horas. El próximo martes 17 está prevista una concentración frente al Parlamento de Galicia.
Ningún comentario:
Publicar un comentario