Se Publica una Guía de Derechos Para las Embarazadas

María Arranz

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Que una mujer embarazada debería tener sus derechos asegurados en todo momento y, sobre todo, cuando atraviesa la puerta de un hospital, es una obviedad que no debería hacer falta recalcar, pero por desgracia, al tratarse de una situación en la que las mujeres son especialmente vulnerables, son muchos los momentos en los que pueden ver sus derechos en peligro o directamente vulnerados. Por eso, la guía publicada recientemente por la licenciada en Derecho y Salud con perspectiva de género Marta Busquets, es tan necesaria. Mi embarazo y mi parto son míos es un libro en el que, de forma clara y sencilla, se explican los derechos de las mujeres embarazadas para que estas puedan vivir sus embarazos y sus partos de forma respetada.

Publicada por la editorial Pol·len, en esta guía se abordan temas como el derecho a la información y al consentimiento, a una segunda opinión, a la confidencialidad o al acompañamiento durante el parto, así como la importancia de respetar el plan de parto que presenta una mujer o de recibir un acompañamiento sensible en caso de querer interrumpir el embarazo o de sufrir una pérdida gestacional. Marta Busquets, que también es la presidenta de la asociación catalana Dona Llum –dedicada a defender el derecho al parto respetado– y experta en el ámbito de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el ámbito obstétrico, expone muchas de las situaciones con las que se pueden encontrar las mujeres en los diferentes procesos del embarazo.

Los Tribunales de distintos ámbitos (nacionales, europeos, internacionales) ya han establecido en distintos momentos que el parto corresponde al ámbito de la intimidad, siendo un acto de tipo no solo familiar, sino también de naturaleza sexual. Por todo ello el parto debería ser un momento de máximo respeto a la mujer y a su bebé, pues por las características propias de este proceso, somos especialmente vulnerables.

Lo cierto es que muchas mujeres embarazadas no saben qué derechos tienen a la hora de afrontar su parto ni tampoco el propio embarazo. Sin embargo, debemos sabe que, dado que es la mujer quien va a parir, es su voluntad la que ampara la ley. Obviamente, esto no significa ignorar el criterio de los y las profesionales de la salud, sino más bien que estos tengan en cuenta la voluntad de las mujeres y su capacidad para decidir sobre su cuerpo, tratándolas con humanidad, sin ningunearlas e intentando garantizar su opción de la forma más segura.

Demasiado a menudo se sospecha de la mujer que pregunta, cuestiona o hace peticiones, ya que cualquier desacuerdo con el criterio médico o clínico a menudo desemboca bien fácilmente en acusaciones de querer poner en riesgo al bebé. (…) Empoderarse durante el embarazo y el parto puede ser un paso previo importante antes de la maternidad, momento vital en el que las mujeres también somos con frecuencia tratadas de modo paternalista y condescendiente.

Y lo cierto es que las mujeres nos podemos negar, por ejemplo, a hacernos ecografías y analíticas que no sean estrictamente necesarias o que no estén justificadas –y que se hacen simplemente porque así lo establece el protocolo habitual del hospital–, que podemos elegir dónde y con quién hacer el seguimiento del embarazo y parir, o que incluso en una cesárea de urgencia hay decisiones que podemos tomar por nosotras mismas, como quién queremos que nos acompañe, en qué brazo queremos que nos pongan la vía para poder abrazar a nuestro bebé con el otro o que podamos iniciar la lactancia en el mismo quirófano.

Además, en esta guía se aporta información práctica sobre cómo redactar un plan de parto (o un plan de cesárea) –se incluye incluso un modelo al final del libro, para que podamos utilizarlo como base a la hora de redactar el nuestro propio– o qué leyes debemos consultar cuando nos veamos obligadas a defender nuestros derechos durante el embarazo. También se recomienda que, ante la duda, pensemos que no estamos solas y que siempre podemos pedir ayuda y solicitar información a asociaciones como Dona Llum o El Parto es Nuestro, que trabajan por defender los derechos de las mujeres embarazadas.