martes, 31 de xullo de 2018

DATOS | Las cifras oficiales sobre inmigración demuestran la desproporción del discurso alarmista de Casado

Ni el PP ni Casado conocen la fuente de sus desproporcionadas cifras sobre inmigración: la única manera de poner en contexto sus declaraciones consiste en compararlos con los datos oficiales

"Es la típica cifra que no permite constatación, por lo que es una declaración ideal para quien quiere impulsar el miedo a la inmigración", valora la socióloga Amparo González


Raúl Sánchez / Gabriela Sánchez
https://www.eldiario.es/

Las cifras de inmigración de 2018, en contexto

Comparación de las 24.000 personas que han llegado a España de forma irregular en 2018 con otras variables

"No es posible que España pueda absorber millones de africanos que quieren venir a Europa buscando un futuro mejor",  ha afirmado este fin de semana Pablo Casado. El líder del Partido Popular cita dos cifras concretas. Según ha indicado, "un millón de inmigrantes esperan en las costas libias" para viajar a Europa y "50 millones de africanos están recabando dinero para poder hacer esas rutas" migratorias. Su discurso, además de indignación entre ONG y expertos, ha dejado una gran incógnita: ¿de dónde ha obtenido estas cifras?

Ni siquiera su partido conoce el origen de los datos en los que se basa un discurso que ha valorado como "muy acertado". "Es la típica cifra que no permite contrastación, por lo que es una declaración ideal para quien quiere impulsar el miedo a la inmigración", señala Amparo González, socióloga del CSIC experta en Migraciones.
La única manera de poner en contexto las declaraciones de Casado consiste en acudir a los datos de los que sí conocemos el origen. Las cifras que están demostradas y de las que sabemos su fuente. Las que arrojan conclusiones muy diferentes a la situación de alarma descrita por el Partido Popular.



La cifra más baja lanzada por Pablo Casado se encuentra muy alejada de la realidad migratoria experimentada en los últimos años en la Unión Europea. Desde 2016, 597.772 personas han llegado a través de todo el Mediterráneo. Si se cuenta desde 2005, han alcanzado España de forma irregular 221.190 personas. 
Los 50 millones de africanos que, según Casado, están "recabando dinero para tomar" las rutas hacia Europa no se encuentran en ningún estudio reciente. El líder del Partido Popular defendía haber obtenido la cifra de "alguna ONG", aunque este lunes ha modificado su fuente. Tras ser cuestionado de forma insistente por los periodistas, ha indicado que sus datos provienen de unas declaraciones realizadas por el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. "Tajani decía que podía haber decenas de millones de subsaharianos" que podrían llegar a Europa, ha insistido Casado este lunes. 
En las citadas declaraciones, publicadas por el medio alemán Die Welt, Tajani aseguraba, sin detallar tampoco fuente alguna, que "hasta 30 millones de africanos podrían llegar a la Unión Europea".  



Según el análisis realizado por Amparo González de los datos arrojados por la Estadística sobre Migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que en los últimos diez años han llegado a España alrededor de 500.000 personas de nacionalidad africana. Se trata de los extranjeros registrados en el padrón municipal entre 2008 y 2017, entre las que se encuentran vecinos con papeles y sin papeles. 
"Esta estadística incluye a aquellas personas de nacionalidad africana que entran de forma legal o irregular en España, y llevan el suficiente tiempo para decidir quedarse y empadronarse. Esto supone medio millón de los 1.216 millones de población de toda África", detalla la socióloga. "Estos datos evidencian que hay algo que no se sostiene. O tenemos un control fronterizo tremendamente eficaz o no hay tantas personas africanas que intentan venir a Europa". 

El foco de Casado, en África: ¿por qué?

El discurso antiinmigración del Partido Popular está centrado en un origen específico: África. Es la población del continente para la que, dice, "no hay papeles para todos". Los datos del INE demuestran que la población migrante africana en España supone tan solo un 12% del total de inmigrantes en el país entre 2008 y 2017, ambos años incluidos. 



Los datos más recientes apuntan que ningún país del África subsahariana se encuentra entre las principales nacionalidades de origen de los migrantes que se han empadronado en España en 2017. La principal nacionalidad es la venezolana, seguida de la marroquí, la colombiana, la rumana y la británica. El primer país subsahariano se encuentra en el puesto número 30 de las principales nacionalidades de inmigrantes asentados en España durante el año pasado, según los datos del INE.



Las cifras de personas llegadas de forma irregular a España en 2018 por la ruta marítima y a través de Ceuta y Melilla, 23.993, aún no han alcanzado las registradas en el año 2006, cuando se produjo el mayor número de entradas irregulares en la historia de España, en la que se denominó "la crisis de los cayucos". En aquel momento, 39.180 personas alcanzaron las costas españolas y 2.000 migrantes lo hicieron a través de las fronteras de Ceuta y Melilla. 



¿Es una "emergencia"?

La llegada de migrantes a España durante los últimos meses se está tratando de "emergencia" por parte del Partido Popular, Albert Rivera y un documento oficial adelantado por El Mundo. Sin embargo, el número de entradas irregulares registrado en 2018 se aleja de la cifra de personas que han alcanzado los otros dos países europeos con fronteras exteriores, Italia y Grecia, cuando el flujo migratorio recibido por estos también fue calificado de "crisis". 
En 2015, alrededor de un millón de personas, la mayoría refugiados sirios, alcanzaron las costas griegas en un éxodo humano solo comparable con la crisis humanitaria derivada de la Segunda Guerra Mundial. En octubre de aquel año, 211.663 personas atravesaron el Egeo en embarcaciones precarias. A España han llegado 23.993 en 2018.
La "crisis" de asistencia en la recepción de pateras en Andalucía se ha producido con la llegada de alrededor de 13.366 personas en junio y julio. Desde Andalucía Acoge insisten en que el "colapso" en la atención del Gobierno a los recién llegados se debe a la "falta de previsión", pues recuerdan que se tratan de cifras "asumibles" en un país que lleva recibiendo pateras desde hace 30 años. 
Italia lleva desde 2013 recibiendo un flujo formado por un mínimo de dos mil migrantes al mes, registrando picos de alrededor de 20.000 entradas mensuales. Esta tendencia se ha mantenido hasta este año, cuyas entradas marítimas han descendido notablemente, coincidiendo con el aumento registrado en la ruta Marruecos-España. 



La única cifra similar a las arrojadas por Casado se encuentra en varios informes de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), el más reciente datado de 2016, que estima la cifra de "inmigrantes residentes en Libia" entre las 700.000 y el millón de personas. En los estudios donde la OIM incluye esta cifra no realiza ninguna mención a la supuesta intención de estas personas de llegar a Europa.

Encuestas sobre el "deseo" de migrar

La experta del CSIC también recuerda la trampa que puede esconderse en las encuestas que reflejan "el deseo" de migrar de una población específica de África. "Para realizar encuestas que miden las posibilidades reales de una población de migrar, se empieza midiendo el deseo a través de la pregunta "¿Estarías dispuesto a migrar a un país europeo?", explica la socióloga. Según sostiene, en un primer momento el porcentaje de respuestas afirmativas es muy elevado.
"Por ejemplo, en un país de África con tendencia a migrar, puede que el 50% responda que sí. La inmigración tiene muy buena fama, el que migra es un héroe. Por eso, después, es necesario lanzar una batería de preguntas más concretas", añade. Algunas de ellas hacen referencia a si las personas encuestadas "tienen intención de irse en los próximos dos años o seis meses y si han realizado alguna gestión para cumplir su objetivo", añade González. Una vez superada esta fase del estudio, apunta, las respuestas afirmativas suelen caer.

O 'novo' PP de Casado lánzase ao discurso xenófobo con datos falsos

Casado ante os galegos Diego Calvo e Ana Vázquez, membros do seu equipo directivo
Casado ante os galegos Diego Calvo e Ana Vázquez, membros do seu equipo directivo

David Lombao
http://praza.gal/

Pablo Casado leva apenas unha semana na presidencia do PP, á que chegou tras unha campaña interna na que prometeu defender o ideario do partido sen "complexos" con, entre outros obxectivos, o de "recuperar" electorado que, segundo as sondaxes, podería mudar os populares por Ciudadanos ou a formación de ultradereita Vox. Sete días despois Casado vén de amosar a que pretende que sexa unha das primeiras bandeiras do novo PP, a da alarma ante unha suposta avalancha de inmigración ilegal proveniente de África, na liña de formacións xenófobas doutros puntos de Europa e mesturando, coma estas, feitos puntuais con datos esaxerados ou directamente falsos.
No marco dunhas declaracións nas que Casado se situou a si mesmo como "politicamente incorrecto", o substituto de Mariano Rajoy proclamou que "non é posible que España poida absorber millóns de africanos que queiran vir buscando un futuro mellor". Refírese a esa magnitude indeterminada porque, asegurou, hai "estudos policiais que din que hai un millón de inmigrantes esperando as costas libias". Casado non cita a fonte da súa suposta información, se ben nos últimos días un sindicato policial expresouse en termos semellantes, tamén sen citar fontes, e asegura que lanza esta alerta fronte a un suposto "efecto chamada coa visita do presidente do Goberno para recibir os inmigrantes do barco Aquarius", aínda que en realidade esa visita de Pedro Sánchez non existiu. 
Casado, que di rexeitar o "populismo" en materia de inmigración, apoia a súa alerta na suposta chegada de "millóns" de migrantes sen aclarar de onde tira os datos e atribúea a unha visita de Pedro Sánchez que non existiu
"En materia de inmigración non cabe a demagoxia;temos que ser responsables, non ser populistas", culminou Casado unhas declaracións que rematou anunciando que acudirá a Algeciras e Ceuta para "abrazar" axentes da Garda Civil e da Policía que traballan no control das fronteiras. O presidente do PP coida que a chegada de migrantes debérase restrinxir ás "necesidades de emprego" como as derivadas das "campañas agrícolas" ou os "picos de turismo" e non estenderse a eses "millóns" que as cifras oficiais de migración non reflicten por ningures.
Persoas rescatadas no Mediterráneo pola ONG Open Arms
Persoas rescatadas no Mediterráneo pola ONG Open ArmsOpen Arms


Non en van, dende principios de século o ano con maior chegada de migrantes ás costas españolas foi 2006 e a cifra quedou algo por baixo das 40.000 persoas. En 2017, o de maior volume de chegadas dende o estourido da crise económica, superou un chisco as 22.000. Ademais, advirten especialistas en migracións e fontes do Ministerio do Interior consultadas por eldiario.es, as tendencias migratorias non mudan dunha semana a outra e, no caso español, os incrementos -evidentemente lonxe das cifras bosquexadas por Casado- prodúcense dende 2013 e responden a factores moi diversos como o acordo da Unión Europea con Turquía, que empurrou estas rutas cara a Libia, dende onde tentar chegar a Italia e cara a Marrocos como última parada antes de España.


Contra a evidencia das cifras, tamén no impacto ecómico

"Os inmigrantes reciben menos do Estado do que achegan á Facenda pública", concluíu en 2011 un estudo sobre o impacto da inmigración en España
Alén das razóns humanitarias ou políticas, as proclamas coas que Pablo Casado achega o PP cara aos argumentarios de líderes da ultradereita continental como Matteo Salvini, Marine Le Pen ou Viktor Orbán tamén ignoran a evidencia das cifras no ámbito económico. Como debulla Íñigo Sáenz de Ugarte para eldiario.es, as alusións de Casado a respecto dun risco para o Estado de benestar por mor da chegada de migrantes non se sosteñen cos datos, senón o contrario.
Así, por exemplo, un estudo elaborado no ano 2011 para La Caixa por Francisco Javier Moreno, investigador de políticas públicas do CSIC e María Bruquetas, politóloga da Universidade de Amsterdam, subliñaba que estes "argumentos de sobreutilización do sistema de protección social" están "inxustificados", xa que "os inmigrantes reciben menos do Estado do que achegan á Facenda pública". Segundo este traballo, a poboación estranxeira que se asenta no Estado español acaba achegando "dúas ou tres veces máis do que custan", adoitan facer menor uso do sistema sanitario que a poboación local e dinamizan sectores económicos como o da vivenda, advertía. 

A inmigración non compensa a crise demográfica galega

No caso concreto de Galicia, onde non existe problemática ningunha coa inmigración irregular, estudos recentes apuntan a que o saldo migratorio do país terá unha tendencia positiva nos vindeiros anos, pero nin de lonxe compensará a perda de poboación que provoca a baixa natalidade. Así, as últimas proxeccións demográficas do Instituto Galego de Estatística indican que na contorna do ano 2030 en Galicia nacerán unhas 12.500 persoas ao ano e morrerán máis de 30.000. Isto dará lugar ao peor saldo vexetativo da historia dende que hai datos -case 20.000 mortes máis que nacementos- mentres o saldo migratorio -diferenza entre saídas e entradas- apenas supera as 3.000 persoas.
Menos do 20% da poboación que recibiu a Risga en 2017 era estranxeira
No caso galego tampouco se sostén a suposta preponderancia da poboación inmigrante no acceso ás diversas prestacións sociais. Así, por exemplo, o último informe da Xunta sobre a xestión da Renda de Inclusión Social (Risga) indica que apenas o 12,6% das persoas que a recibiron durante o pasado ano eran estranxeiras de países alleos á UE e pouco máis dun 3%, procedían de Estados da UE diferentes de España. Noutras prestacións como, por exempo, a renda social do Concello de Santiagoa poboación estranxeira apenas supón unha de cada catro solicitudes e os balances máis recentes de Cáritas indican, no caso galego, que máis de dous terzos das persoas ás que axudaron en 2017 non eran migrantes.

Los datos sobre el impacto económico de la inmigración de los que no habla Pablo Casado

Numerosos estudios en Europa y EEUU han demostrado las ventajas de la inmigración en distintas épocas históricas y el menor uso que hacen los nacidos en el extranjero del gasto social frente a la población originaria del país

"Los inmigrantes reciben menos del Estado de lo que aportan a la Hacienda pública", dijo un estudio de 2011 sobre su impacto en España

Iñigo Sáenz de Ugarte
https://www.eldiario.es/

Pablo Casado se ha unido a los líderes de la derecha europea que han decidido convertir la inmigración en una de sus banderas políticas. " No es posible que España pueda absorber millones de africanos que quieren venir a Europa buscando un futuro mejor", dice el líder del PP, aunque no consta que ningún político haya pedido precisamente eso en los últimos meses.
Matteo Salvini, Viktor Orbán, Marine Le Pen, Geert Wilders y otros dirigentes de la ultraderecha europea han descrito la inmigración, en especial si procede de África, como una amenaza a la prosperidad económica. En Alemania, la derecha de Baviera ha creado una crisis en el Gobierno de Angela Merkel con similares argumentos. Casado  se ha referido de forma específica a la defensa del Estado de bienestar para alentar el miedo a los extranjeros.
Una crítica habitual al aumento de inmigrantes en los países de la UE consiste en afirmar que el Estado de bienestar europeo no puede afrontar la carga que suponen los recién llegados. Se da por hecho que los extranjeros no podrán valerse por sí mismos y tendrán que recurrir a las ayudas sociales existentes.
Los datos no demuestran eso. Más bien lo contrario.
Un estudio de La Caixa de 2011 –cuando el porcentaje de habitantes de España nacidos en el extranjero ya había superado el 10%– reveló que  los inmigrantes aportan a la economía más de lo que reciben
"Los argumentos de sobreutilización y abuso del sistema de protección social por parte de la población están injustificados. Los inmigrantes reciben menos del Estado de lo que aportan a la Hacienda pública", sentencian los autores del estudio, elaborado por Francisco Javier Moreno, del Instituto de Políticas Públicas del CSIC, y por María Bruquetas, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Amsterdam. Esa conclusión parece haberse mantenido incluso en los peores momentos de la crisis. Los autores no cuantifican ese resultado, pero subrayan que los extranjeros inyectan a las cuentas públicas "dos o tres veces más de lo que cuestan".
La edad media de los inmigrantes es muy inferior a la de la población local. El gasto que suponen en pensiones –la mayor partida de gasto de los presupuestos del Estado– es obviamente reducido en términos relativos, y seguirá siéndolo durante al menos dos décadas. 
Por la misma razón, hacen un uso muy inferior del sistema sanitario frente a los locales. Si ambulatorios y hospitales no dan abasto con la demanda puede ser por dos razones: falta de inversiones públicas y envejecimiento de la población nacida en España. Ninguna de esas dos razones tiene que ver con los extranjeros. 
La llegada de extranjeros en gran número supone de entrada un impacto nada desdeñable en el mercado de la vivienda. Tienen que vivir en algún sitio. Eso es un problema en los países donde el discurso político dominante ha decidido que el Estado no debe construir viviendas, una posición muy diferente a la que existió en Europa en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. 
En países donde la población no tiene acceso a una vivienda a precios razonables, la causa de ese problema puede ser la pasividad de los gobiernos ante esa carencia, y no el deseo de los inmigrantes, y de los nacidos en España, de comprarse una casa o de alquilarla. 

La influencia de la inmigración en el desarrollo

En términos históricos, ese beneficio considerado a largo plazo está aún más demostrado, especialmente en los casos de EEUU y Alemania. Un estudio sobre los efectos de la inmigración en Estados Unidos entre 1850 y 1920 demostró en 2017 el impacto positivo de las oleadas migratorias producidas en esas décadas: 
"Estos autores encuentran que los condados donde la inmigración tuvo mayor importancia disfrutan hoy, casi un siglo después, de mayor renta per cápita y niveles de urbanización, menor pobreza y desempleo y mejores resultados educativos. El trabajo también resalta que estos efectos positivos en el largo plazo se derivan en parte de la persistencia de considerables efectos positivos en el corto plazo. Así, sus resultados indican que la inmigración influyó de manera favorable en la productividad agrícola, el número y tamaño de los establecimientos industriales y el grado de innovación en esos mismos condados", escribió Francisco Beltrán Tapia en el blog Nada es Gratis.
Organizaciones proinmigrantes en EE.UU. se preparan para la era Trump
Manifestación por los derechos de los inmigrantes en EEUU en diciembre de 2016. EFE
El llamado "milagro económico alemán"  no hubiera sido posible sin la llegada masiva de inmigrantes a instancias precisamente de los gobiernos de la época, que firmaron acuerdos con gobiernos extranjeros para recibir a esos trabajadores. La economía del país necesitaba a esos trabajadores poco cualificados inicialmente, convertidos después en la mano de obra esencial de la industria. En los años 60, el sector del automóvil se benefició de esa fuerza laboral que le permitió reducir los costes en mayor medida que sus competidores.
Evidentemente, las instituciones y medios de comunicación elogiaron a susclientes (votantes y lectores) por los éxitos conseguidos, mientras que muy pocos recordaron la aportación de esos extranjeros de costumbres diferentes y con los que ahora se usa con frecuencia la palabra "invasión".

El impacto en educación y demografía

Mirar al futuro, y no sólo a las próximas elecciones, exige plantearse otros cálculos. Si el sistema educativo no margina a los hijos de los extranjeros, aumentan las posibilidades de que se beneficie toda la sociedad. ¿Quiénes eran el 83% de los finalistas (33 de 40) del Intel Science Talent Search en 2016, una competición entre alumnos de instituto en EEUU al que llaman allí el Premio Nobel Junior?  Hijos de inmigrantes
Esa digamos sobrerrepresentación de los inmigrantes sobre su presencia en la sociedad  también puede encontrarse entre las personas que lanzan nuevas empresas.
El aumento demográfico en los países desarrollados debe mucho a las familias de personas nacidas fuera. Ha ocurrido en España, al igual que en EEUU. El incremento de 3,7 millones de nacimientos en 1970 a los cuatro millones en 2014 se debió en EEUU exclusivamente a las madres que habían nacido fuera del país, según Pew Research Center. En ese periodo, entre las mujeres nacidas en EEUU la caída de nacimientos fue del 11%.
Antes de la crisis en España, la aportación de las mujeres extranjeras  permitió recuperar los datos sobre nacimientos existentes en 1990. Aun así, la recesión hizo que a partir de 2012 la población descendiera por primera vez desde 1971 en una tendencia que tendría obvias repercusiones negativas en el futuro.  Fue en 2016 cuando se volvió a conseguir aumentar la población y fue posible gracias a la inmigración.

Las consecuencias de la desinformación

En Reino Unido, antes de que la inmigración fuera uno de los elementos clave en la campaña a favor del Brexit, una encuesta revelaba que el 54% de los británicos pensaba que había demasiados extranjeros en el país. Cuando se les comunicaba el porcentaje exacto,  la cifra bajaba al 31%.
Es habitual que al preguntar a los encuestados el porcentaje de extranjeros que creen que viven en el país, las respuestas estén enormemente alejadas de la realidad tanto en sondeos realizados en EEUU como en Europa occidental. La cifra real suele ser siempre muy inferior a la estimada en lo que es una reacción a las declaraciones habituales de muchos políticos y la cobertura que llevan a cabo la mayoría de los medios de comunicación.
La inmigración plantea problemas que no se pueden obviar y que pasan por hacer posible la integración de los que llegan, en su mayoría en avión y no en patera, un dato que no suele aparecer en los titulares más alarmistas. A corto plazo, puede suponer tensiones políticas, sociales y económicas que se hacen más evidentes en aquellas zonas y sectores descuidados por las instituciones. 
Esos conflictos se agudizan cuando los dirigentes políticos describen la inmigración en términos negativos o incluso catastróficos. Y eso es lo que está ocurriendo en estos momentos en Europa.

Cuando la derecha utiliza a intelectuales de izquierdas para reforzar su discurso

Durante la presentación de su candidatura para liderar el PP, Pablo Casado introdujo en su discurso citas de Unamuno y Antonio Machado. Pero esta no es la primera vez que políticos de derechas recurren a referentes históricos de la izquierda para reforzar sus mensajes.  Albert Rivera y Mariano Rajoy han empleado también esta fórmula.

Antonio Machado

ALEJANDRO TENA
https://www.publico.es/

Ni está el ayer, ni el mañana escrito— decía Antonio Machado.
Pero también lo dice Pablo Casado, que en su discurso de la victoria decidió citar al poeta sevillano y a otras históricas figuras de la esfera intelectual española como Miguel de Unamuno. De él no parafraseó el emblemático "venceréis pero no convenceréis", que el escritor espetó al fascista Millán-Astray.
Las citas se convierten, a menudo, en un arma interesante para elevar y dotar de veracidad el discurso político. Pero a veces sucede que el orador recorta las citas y vacía el contenido político de las mismas. Se producen, entonces, incongruencias ideológicas como le ocurrió a Pablo Casado. Y es que citar al poeta español no está restringido, pero hacerlo sabiendo que murió exiliado del franquismo puede parecer contradictorio, si tenemos en cuenta la opinión que el nuevo líder del PP tiene respecto a las políticas de memoria histórica.
No puede estar de moda ser de izquierdas, son unos carcas que están todo el día con la guerra del abuelo, con las fosas de no sé quién...
El caso de Pablo Casado no es novedoso. Precisamente todo lo contrario, en tanto que la derecha tiende durante los últimos tiempos a apropiarse de los discursos culturales y sociales de la izquierda para vaciarlos de contenido crítico. Incluso, a veces, se reciclan frases célebres como si fueran estados de WhatsApp, sin tener en cuenta que cuando un político hace referencia a un autor para reforzar el mensaje de su homilía, se subroga ideológicamente a él. 
Si Casado se atrevió a mentar a Machado y Unamuno habiendo hecho en varias ocasiones desprecios a las víctimas del franquismo (“Yo no gastaría ni un euro en desenterrar a Franco”), Rajoy no fue menos. El ex presidente del Gobierno recurrió a Lorca para homenajear a los ciudadanos asesinados durante el atentado de las Ramblas de 2017.
Federico García Lorca
“Lorca la definió como «la calle más alegre del mundo, la calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante de brisa, hermosa de encuentros y antigua de sangre. La rambla de Barcelona»”, recitaba ante la prensa.
Hay declaraciones que pasan más desapercibidas que otras. La de Rajoy no lo consiguió. Lo que se suponía un homenaje a las víctimas del atentado se convirtió en un nuevo desprecio a las víctimas de la dictadura. En concreto a Lorca, cuyos restos siguen en una de las miles de fosas comunes que se extienden por la geografía española.
De esta forma, Rajoy, que destinó "cero euros" a la ley de Memoria Histórica, recurre a Lorca para borrar el componente ideológico que hay tras su nombre y su historial artístico.
Pero esta no ha sido la única vez que en el PP se ha hecho mención a Federico García Lorca. Andrea Levy también se ha referido al poeta andaluz en varias ocasiones. En una entrevista para la revista Zenda, llegó a asegurar que leer al escritor andaluz le hizo más "revolucionaria y reivindicativa". Tanto, que habló de 'La casa de Bernarda Alba' como la obra que despertó en ella los instintos políticos que hoy defiende.

Rivera, Mandela y Clara Campoamor

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, suele recurrir a citas del histórico presidente del Gobierno Adolfo Suárez. De esta manera, se supedita al discurso idílico de la Transición.
Rivera no sólo recurre a figuras cercanas a la línea argumental de Cs. Ocurre, a veces, que en sus mítines y debates se cuelan otros nombres poco cercanos a la derecha o al centro político. No sólo eso, sino que intenta dotar a nombres históricos del pasado de unos componentes ideológicos que no tuvieron para atar el prestigio de un apellido a la formación naranja.
Así trataron de hacerlo Inés Arrimadas y Albert Rivera con la figura de Clara Campoamor. "Clara Campoamor derrotó con su visión liberal y progresista a los que se oponían al voto femenino, desde socialistas a conservadores. Aquí el discurso de una mujer valiente que creía en la libertad y la igualdad y huía del sectarismo", tuiteaba el político catalán.
Fue Isaías Lafuente quién evidenció las contradicciones de sus discursos, explicando a los políticos que el sufragio femenino se consiguió gracias al apoyo mayoritario del Partido Socialista que, salvo algunas excepciones, apoyó la iniciativa de la feminista. "Lo puedes revisar en las actas del Congreso", zanjaba el periodista.
Algo similar ocurrió cuando el presidente de Ciudadanos intentó celebrar el centenario del nacimiento de Nelson Mandela. Nuevamente en un tuit, destacó del político africano su lucha por la "libertad" y su papel para "unir a una nación en torno a los valores civiles" contra el "supremacismo". Con ello, no decía nada extraño e incierto. Lo que realmente causó debate fue que obviase que el ex presidente de Sudáfrica militó en el mismo Partido Comunista que tantas veces ha criminalizado.
Fue en uno de sus primeros debates con Pablo Iglesias, ambos como realidades alternativas al bipartidismo, cuando Rivera dejó claro que la cercanía ideológica de Podemos con el socialismo y el Partido Comunista (integrado en IU) sería un problema insalvable de cara a futuros pactos de Gobierno. El comunismo, unido al desgastado argumento de Venezuela, ha sido una baza útil y constante durante los últimos años de apogeo de la formación naranja. Por ello, resulta paradójico que el partido que se presenta como el antídoto de la izquierda ensalce a individualidades históricas del comunismo.

Marcelino Camacho y la Ley de Amnistía

Inmersos en una paradoja argumentativa, Ciudadanos y PP —junto al PSOE—utilizaron la figura de un mito del activismo sindical español como Marcelino Camacho para justificar su negativa a una modificación de la Ley de Amnistía de 1977 que permita poner fin a la impunidad jurídica de los crímenes de la dictadura.
Durante la votación de la iniciativa —impulsada por asociaciones vinculadas a la recuperación de la memoria histórica— las citas y referencias al histórico fundador de CCOO no cesaron. Tanto es así, que Nacho Prendes (Cs) leyó en el pleno parte del discurso que Camacho dio en 1977 en favor de la norma de amnistía y aseguró a los presentes en la Cámara que se sentía "mucho más cerca" del sindicalista que de "la izquierda de hoy".
La respuesta no tardó en llegar. Fue la diputada de Unidos Podemos Yolanda Díazquién, desde el estrado, le recordó a la derecha que Marcelino Camacho murió pidiendo que se modificara la ley, precisamente porque terminó "convirtiéndose en un escudo para no investigar" los crímenes de la dictadura.
"Nunca pensó [Camacho] que nuestros tribunales vulnerasen el artículo diez de nuestra Constitución, que dice que hay que interpretar las leyes en conformidad con los tratados internacionales a los que está suscrito el país", apostillaba desde la tribuna de oradores.

Cuando Aznar leía a Manuel Azaña

El intento de Rivera de abrirse un espacio en el centro derecha español ya fue efectuado por Aznar en los años noventa, cuando el entonces líder del PP aspiraba a llegar al Gobierno mediante una estrategia de modernización del discurso del partido. Acercarse, al menos en el plano argumentativo, a los partidos liberales que dominaban en algunos países de Europa era una necesidad imperante, dada la cercanía cronológica del régimen franquista.
Uno de los personajes entrevistados, Manuel Azaña.
Para ello, el ex presidente del Gobierno recurrió a la figura de Manuel Azaña, reconociendo en un acto de campaña de 1993 que tenía una "profunda vocación azñista". También acudió en el 94, un año después, a la presentación de un libro dedicado a la figura del presidente de la II República. 
El poeta Luis Antonio de Villena, en una entrevista para El Mundo, desvelaba que el líder del PP andaba en una fase de búsqueda de referentes para modernizar la línea ideológica del partido.
"Me lo presentaron unos meses antes de que ganara las elecciones de 1995. Él era un hombre simpático, muy cordial, pero no parecía especialmente culto. Me explicó cuál era su proyecto de crear una derecha moderna, civilizada y culta, y me confesó que estaba buscando referencias de intelectuales de izquierdas pero no marxistas que pudieran ser reivindicados desde esa nueva derecha, porque era consciente de que la tradición intelectual de las derechas españolas era muy pobre. Yo le hablé de Juan Ramón, de Salinas, de Guillén... y él, muy amablemente, escuchaba y tomaba nota", comentaba el escritor.