Protesta en el Hospital de Verín. (Foto: FADSP)
MANUEL MARTÍN GARCÍA
Tras mes y medio de protestas, encierros, manifestaciones, parodias de entierros, etc., en las que han participado de manera masiva la población de Verín, para hacer frente a la supresión de la sala de partos del Hospital Comarcal, el gobierno gallego ha anunciado la contratación urgente de dos pediatras para garantizar la atención de los recién nacidos en este hospital.
Los antecedentes de esta situación habría que encontrarlos en la política sanitaria de la Xunta de Galicia basada en cuatro tres grandes objetivos:
- Recurrir a la Colaboración Público Privada para financiar, construir y gestionar los nuevos centros sanitarios; poner la Investigación, la innovación y el desarrollo (I+D+I) del sistema sanitario público al servicio del sector empresarial para favorecer su negocio con fondos y recursos públicos. Los centros públicos (a través de las Fundaciones Hospitalarias controladas por la industria farmacéutica y las multinacionales sanitarias) pueden suscribir contratos o convenios con otras entidades públicas y/o privadas para llevar a cabo proyectos de investigación o innovación de nuevos productos o tecnologías sanitarias, cuyas patentes serán propiedad exclusiva de las empresas privadas. El convenio con la multinacional norteamericana Medtronic en las que la sanidad pública pone el dinero, el personal y los recursos de tres grandes hospitales para desarrollar y experimentar con los pacientes nuevos aparatos que la multinacional (que controla el área del corazón) ofertará al mercado para su propio beneficio.
- Externalizar todos los recursos estratégicos de la Conselleria de Sanidad (sistema de información, historia clínica y receta electrónica, central de llamadas, servicios de citaciones de pacientes, planificación sanitaria, logística, etc.) poniendo en manos de multinacionales la planificación estratégica y el control del sistema.
- Recortar los servicios hospitalarios para favorecer la concertación de la actividad quirúrgica y diagnostica con los hospitales privados que están siendo mayoritariamente adquiridos por grandes multinacionales y consorcios hospitalarios privados, con intereses cruzados con el Partido Popular y su entorno como Quiron- Fresenius, HM Hospitales o Laboratorios Vithas).
- Desmantelar la estructura organizativa y funcional del sistema y recentralizar la gestión de los recursos, suprimiendo áreas sanitarias, eliminando servicios de los hospitales comarcales, y sometiendo la Atención Primaria a las gerencias hospitalarias, para lo que modificó la Lei Galega de Saúde en el año 2008. Este cambio suprimió también los órganos de participación social y sindical que perdieron así el derecho a recibir información sobre los contratos de servicios sanitarios, conciertos y programas de subvenciones.
La aplicación de estas medidas explican el cierre del paritorio de Verín y de otros muchos servicios en este centro y en los hospitales comarcales de Valdeorras, Monforte, O Salnes o Burela y el retroceso y marginación de la Atención Primaria que ha perdido personal, recursos y capacidad de autogestión, quedando sometida a las gerencias y jefaturas de servicio hospitalarias que dictan y deciden los que debe hacerse en los Centros de Salud.
Verín es un claro ejemplo del malestar social y de la gran preocupación de Feijóo por sus costes electorales
Feijoo carece de capacidad para gestionar los recursos públicos (pese a la fa que le acompaña en el resto del Estado) y su acción de gobierno se basa en la mentira y el engaño sistemático. Sirva como ejemplo el caso de Verín cuyo paritorio se cerró en base a dos criterios: Que el número de partos atendidos anualmente en el Centro no cumplían la norma de 600 partos anuales, cifra que no cumple ningún comarcal de Galicia (y especialmente los centros privados); y en segundo lugar la falta de pediatras, pero ahora, y por arte de magia, se podrá disponer de dos de estos especialistas de manera inmediata (habría que añadir que la falta de pediatras es la consecuencia de la falta de planificación según las necesidades asistenciales) y a una política de personal basada en la precariedad y la explotación laboral que hace que en su gran mayoría huyan de Galicia para ejercer su profesión.
Feijoo ha ido cambiando su discurso a lo largo de estos dos meses como consecuencia del enorme rechazo y movilización social y profesional en el área, que ha obligado al presidente de la Diputación de Ourense (de la saga Baltar) a oponerse a la medida para evitar un desatare electoral o que una concejala del PP de la Gudiña se haya negado a ser trasladada al Hospital de Ourense para dar a luz.
El deterioro de la sanidad pública y la movilización social y profesional suponen un punto de inflexión en la política Gallega.
El deterioro de la Atención Primaria hace que desde el mes de abril se hayan multiplicado las movilizaciones profesionales con un importante apoyo social, sucediéndose las huelgas, concentraciones delante de los Centros de Salud y grandes manifestaciones.
La opacidad y manipulación de las listas de espera y las saturaciones periódicas de las Urgencias están generando un gran malestar y frustración socia. Aunque está creciendo la contratación de seguros privados, mucha gente no pueden acceder a los mismos por problemas económicos (y por su baja calidad).
Los cientos de recortes de plazas sanitarias y a precariedad laboral de buena parte del personal ha generado un clima laboral irrespirable en numerosos centros y servicios. Esta situación, a pesar de la propaganda de la Xunta, esta lejos de solucionarse sin introducir un cambio estratégico en la política de personal.
Por primera vez la sanidad pública está en la agenda política dado que los partidos de la oposición, los sindicatos y organizaciones sociales la consideran un problema prioritario que va a estar en el núcleo duro de la batalla política en las nuevas elecciones. Verín es un claro ejemplo del malestar social y de la gran preocupación de Feijóo por sus costes electorales.
La Plataforma SOS Sanidade Pública, alianza que agrupa a sindicatos, organizaciones vecinales y de pacientes, asociaciones profesionales, partidos políticos, ha convocado una gran manifestación el día 9 de febrero en Santiago para hacer frente a esta situación. Es de esperar que sea el punto de no retorno para el cambio en la sanidad pública gallega, hegemonizada hasta ahora por las políticas neoliberales del PP basadas en el deterioro, desmantelamiento y la privatización, para abrir paso al sector privado.
Manuel Martín Presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública y Portavoz de la Plataforma SOS Sanidade Publica de Galicia
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