Hace 128 años nacía Clara Campoamor, la mujer que consiguió el voto femenino

Elena Valle

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Las palabras libertad, coraje, igualdad o dignidad hoy no tendrían sentido si Clara Campoamor Rodríguez no hubiese existido. Gracias a ella desde el 1 de Octubre de 1931 las mujeres españolas pueden votar.

España, que en la segunda década del siglo XX vio el avance social, laboral y legal de la mujer, se convirtió en el primer Estado del Mediterráneo en establecer el verdadero sufragio universal. Todo esto fue gracias a la figura de Clara Campoamor, un personaje imprescindible en la historia contemporánea de España.

Cuando cayó la Dictadura y se estableció el régimen republicano se pasó al debate del artículo 36 del Proyecto que cedía el derecho al voto a todos los españoles. Este debate tuvo lugar el 2 de septiembre de 1931 y desde su comienzo se prevé que va a tener mucha polémica este derecho, ya que algunos consideraban que la mujer no estaba preparada para votar porque sufría nerviosismo.

Algunos integradores del Partido Republicano Radical, del que formaba parte Clara Campoamor y los izquierdista, tienen miedo sobre la aprobación del derecho al voto de la mujer porque eso significa que la mujer estaba más influenciada por la Iglesia que por el hombre y esto favorecería a los partidos de derecha. A diferencia de los socialistas y republicanos que aunque no se muestran a favor de esta cuestión, estaban dispuestos a apoyarla.

El 29 de Septiembre Clara Campoamor vuelve a Madrid consciente de su importancia en el Congreso y tiene la primera discusión con Victoria Kent, parte del Partido Radical Socialista. La causa de esta fue que Kent se niega a reconocer el derecho de voto a la mujer de la misma forma que Clara Campoamor, quería poner ciertas limitaciones.

El 1 de octubre de 1931 el debate está en el punto más ácido, esto se debe a que Victoria Kent pide aplazamiento del derecho al voto de la mujer, ante esto Clara Campoamor replica, ya que es la única diputada que defiende que se apruebe el sufragio femenino.

Clara Campoamor durante la sesión tuvo que enfrentarse en el Congreso a fuertes replicas, tales como que el este derecho no se aprobaría hasta que las mujeres no dejasen de ser retrógradas, histéricas o poner limitaciones de edad que los hombres no tenían porque consideraban que la inteligencia de la mujer no se desarrollaba hasta los 45 años.

La mayoría de estas acusaciones eran realizadas por hombres, la peor fue sin duda la de la diputada y feminista Victoria Kent, que defendía que este derecho no se hará vigente hasta que las mujeres sean republicanas y tengan educación.

Clara Campoamor tuvo argumentos brillantes para debatir todo los que los opositores al voto de la mujer defendieron. En un principio se planteaba el miedo de que no fuera aprobado por no tener suficiente apoyo pero finalmente el artículo queda aprobado y el texto queda de la siguiente manera: “Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes”. La votación definitiva se lleva a cabo el 1 de octubre.

El principio de igualdad había triunfado. El 1 de octubre de 1931 se había conseguió la mayoría que se necesitaba con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y algunos republicanos de derecha, derrotando a los socialistas de Indalecio Prieto y a los republicanos de su propia coalición por 161 votos a favor y 121 en contra. La mujer tiene ya derecho universal al voto.

A principios de octubre Clara Campoamor funda la Unión Republicana Feminista para trabajar por el voto femenino. En diciembre de 1931, Victoria Kent junto los radicales, aprovechando que los partidos de derecha eran el apoyo fundamental para Clara Campoamor en el tema del sufragio femenino y que han abandonado el Parlamento porque se les ha aplicado la Ley de Congregaciones, presentan una enmienda ante la Cámara para limitar el derecho de las mujeres a votar solo en las elecciones municipales. Clara Campoamor logra que la enmienda no prospere, 131 votos en contra y 127 a favor, hubo poca diferencia pero consiguió que la victoria de que no se aprobase.

Este logro supuso el fin de Clara Campoamor en el Congreso de los Diputados pero le convirtió en una figura nacional, y un puesto en la memoria de la lucha de la mujer en favor de sus derechos y en la historia de la democracia.