Un joven fumando un cigarrillo de marihuana. REUTERS
EDUARDO BAYONA
Los españoles no habían gastado nunca tanto dinero en droga como ahora: 7.436 millones de euros al año, 143 por semana, algo más de veinte cada día, según recoge la Clasificación del Gasto en Consumo Final de los Hogares del INE (Instituto Nacional de Estadística), que complementa y detalla las Cuentas de los Sectores Institucionales que acaba de publicar.
El registro, correspondiente a 2018, supera en un algo más de un 2% los 7.283 del año anterior, los dos únicos ejercicios en casi un cuarto de siglo (desde 1995) en los que el valor de las drogas consumidas en España rebasa la barrera de los 7.000 millones de euros anuales.
Resulta llamativa la velocidad a la que ha progresado este registro en los tres últimos años, tras el retroceso de algo más de mil millones de euros que se dio en los cinco primeros años de la crisis (2009-2013) y en los dos primeros de la recuperación.
A partir de entonces, y tras un vertiginoso aumento del gasto en drogas de 1.114 millones en 2016, la progresión se ralentizó al caer a 467 al año siguiente y a 153 el pasado.
Cuando oferta y demanda crecen juntas
Según explicaron fuentes policiales, la recuperación económica, el aumento de la ocupación y la ligera mejora de las rentas no han sido los únicos elementos que han intervenido en esa evolución al alza.
No obstante, sí han sido los principales por el lado de la demanda, coincidiendo, según esas fuentes, por el de la oferta con una superproducción de cocaína en Latinoamérica que ha llevado a las organizaciones que operan desde allí a tirar los precios y a inundar de estupefaciente el mercado y, al mismo tiempo, con una situación similar en países europeos como Holanda con la fabricación de derivados de la anfetamina como el ‘éxtasis’, el MDMD y el ‘speed’. En ambos casos, con una mejora de la riqueza simultánea al abaratamiento.
Esta situación, que no se da con la heroína por los problemas de abastecimiento que la conflictividad bélica de Asia y Oriente Medio provoca a los clanes que trafican con ella, ha sido constatada por el laboratorio de la Delegación de Sanidad de Aragón, cuyos datos revelan que casi dos tercios de los alijos de cocaína intervenidos en la comunidad superan el 50% de pureza (y la mitad de estos, el 75%) mientras las dosis de pega prácticamente han desaparecido de las calles con una tasa del 1,4%.
Más que en libros, casi tanto como en zapatos
Los datos del INE diferencian los narcóticos de las medicinas de uso legal, cuyo consumo le supuso el año pasado 12.866 millones de euros a las familias españolas.
El gasto en otros capítulos como las bebidas alcohólicas, muchas de ellas como el vino y la cerveza incorporadas de manera habitual a la dieta de buena parte de los ciudadanos, es superior al de los estupefacientes. Alcanzó los 8.095 millones el año pasado, aunque solo hace tres, desde 2015, que superó la barrera de los 7.000.
Por grupos de gasto, el volumen de ese epígrafe es similar al que registran otros como el calzado (7.740) y netamente superior al de otros como el mantenimiento y reparación de viviendas (5.608), la adquisición de electrodomésticos 5.336 para el hogar y el consumo de libros, publicaciones y material de papelería (4.503).
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