Las dos horas de diferencia en Galicia respecto al horario solar afectan al ritmo biológico con efectos en las hormonas y el metabolismo en algunas personas, señalan especialistas
Mar Mato
http://www.farodevigo.es/
Si el acuerdo de gobierno entre el PSOE y Ciudadanos va adelante y, entre otras medidas, adaptan el horario español al de Portugal o Reino Unido -una hora menos que la actual-, la vuelta al antiguo huso horario deparará múltiples beneficios sociales así como para la salud, la reducción del consumo energético y mejora del medio ambiente. Así, lo defienden diversos expertos. Entre ellos, FARO ha vuelto a hablar con la primera persona que propuso oficialmente el tema sobre la mesa en el año 2006: el ourensano Lito Prado, entonces, militante del BNG; posteriormente de Anova y Marea.
"O cambio de fuso horario é algo que levamos moitos anos demandando dende o movemento ecoloxista", explica Prado. "Cando presentei a iniciativa (2006), Jiménez Los Santos chamoume 'iluminado'. Eu sabía que fixera o que tiña que facer pero deume rabia non participar nas tertulias nas que falaban de min ridiculizando puntos que nunha conversa cara a cara resultarían razonables e racionais. Denotaba ignorancia por parte deles. Daquela, gobernaba o bipartito e o conselleiro de Medio Ambiente entón ata mandou crear un estudo sobre esta posibilidade. A verdade é que me fixo ilusión que Losantos me chamara iluminado", añade con ironía.
Para Prado, estar en el huso horario que nos corresponde -y que se modificó para añadir una hora más en 1940 por orden de Franco para estar más alineados con la Alemania nazi- reportará beneficios al ahorro energético y, por lo tanto, mejorará el medioambiente. Recalca, que al estar fuera de nuestro huso horario, gastamos más energía.
En estos días de invierno, por ejemplo, en Galicia, el orto (inicio del día, cuando sale el sol) se sitúa a las 08.15 horas. Si se retrasase una hora, amanecería a las 07.15 horas en la comunidad con lo que en gran parte de empresas e instituciones se empezaría a trabajar con luz solar y no de noche como ahora. Otra cosa sería el consumo en los hogares. Es muy probable que el consumo de luz y calefacción en estos se incrementase.
Aparte de la cuestión monetaria, expertos también creen que volver al huso horario antiguo (una hora menos) supondría adaptarse al horario solar español con lo que mejoraría nuestra vida hormonal. Cuando en 2013, la propuesta llegó al Congreso de los Diputados, el neurofisiólogo de la Unidad del Sueño del Chuvi, Emilio Rodríguez, señalaba que "el cambio de hora supondría ponernos al nivel de nuestro patrón biológico. Nuestro descanso sería mejor y estaríamos más despejados por la mañana. (...) Los niños sincronizarían mejor su sistema biológico. Con el cambio, comeríamos a la una de la tarde. Nuestra vida hormonal está desajustada por un horario que no debe ser".
La culpa la tienen los ritmos circadianos, que con una duración de 24 horas regulan la actividad metabólica, hormonal y de conducta día a día. En determinadas personas, alterar sus horarios de comidas, trabajo o sueño puede repercutir en un mayor riesgo de alteraciones metabólicas así como de obesidad.
Dos horas de diferencia
La diferencia en Galicia -que debería tener el mismo horario que Canarias- es doble ya que se vive con un desfase de dos horas respecto al horario solar, según critica Prado. Nos levantamos tarde, comemos tarde, nos acostamos tarde. "Non é normal comer entre as dúas e as tres da tarde", critica Prado quien recalca que el cambio de huso horario -por sí solo- no valdría de nada si no viene acompañado de la implementación de otras medidas como la conciliación de la vida laboral y familiar; y la racionalización de horarios educativos así como en el trabajo.
Esta idea es la que defiende la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), presidida ahora por José Luis Casero. En el manifiesto colgado en su web, recalcan una reivindicación: "una profunda modificación de los horarios en España, que nos ayude a ser más felices, a tener más calidad de vida y a ser más productivos y competitivos".
Entre sus demandas para que se haga realidad, incluyen iniciativas de racionalización y flexibilización de horarios, que consigan horarios comerciales flexibles y jornadas laborales racionales ya que las prolongadas "perjudican la calidad de vida de las personas y no son rentables para las empresas". Según los datos de este colectivo "una proporción muy importante de los trabajadores españoles, hasta un 40%, ha señalado que 'habitualmente' prolonga su jornada laboral (con o sin compensación económica o en tiempo libre)". En la Europa continental y los países escandinavos, son algo más del 15 por ciento de los trabajadores; mientras que en Irlanda y Reino Unido, 22 de cada 100 trabajan por encima de las 40 horas, según datos de Eurostat. Claro que habría que analizar qué porcentaje de españoles y europeos alarga su jornada cobrando las horas extra y cuántos no las perciben a mayores sino que tienen que hacerlas por la denominada "cultura del presentismo", la consistente en hacer horas a mayores en el puesto de trabajo para demostrar el compromiso con el empleo.
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