xoves, 14 de maio de 2020

El futbolista antes que el sanitario: cuando el mercado dicta el acceso a los test

Nada simboliza con más fuerza la polémica sobre el acceso a las pruebas diagnósticas que las diferencias entre el personal sanitario y los futbolistas: mientras que los primeros aún esperan en muchos casos la realización del test, los segundos se incorporan a unos entrenamientos individualizados con todas las garantías, incluso con controles médicos diarios.

Los futbolistas tendrán a su disposición exámenes médicos diarios, mientras el colectivo profesional más azotado por el coronavirus, el personal sanitario sigue a la espera en la mayoría de los casos de las pruebas diagnósticas. (EFE)
JORGE O. MALDONADO

Ahora que el Gobierno ha trazado una hoja de ruta para salir del confinamiento, son muchas las personas, sobre todo las que vuelven a su lugar de trabajo, que demandan garantías, la certeza en definitiva, de saber si aquellos individuos con las que van a relacionarse o incluso ellas mismas tienen la covid-19. 
Hay un temor que comparten ciudadanos y autoridades en esta nueva fase de la desescalada: la posibilidad de que se produzca un rebrote. Ahí van a jugar un papel fundamental las pruebas diagnósticas, los PCR y los test serológicos. Pero la desescalada arranca sin test masivos: sólo una minoría sabrá a ciencia cierta si está contagiada o no por el coronavirus. Y además será una selecta minoría: futbolistas que vuelven estos días a los entrenamientos y todos aquellos que puedan pagarlo o cuya empresa quiera hacerlo. 
La CEOE, por ejemplo, ya ha pedido este lunes al Gobierno que autorice a las empresas a realizar test a sus trabajadores para poder detectar contagios, y que elabore un plan para las restricciones a la movilidad ante la probabilidad de un rebrote. La patronal propone llevar a cabo protocolos de vuelta que incluyan test serológicos con registro y seguimiento de estatus de infección, utilizar la geolocalización con datos anonimizados o poner puestos de control móviles en las ciudades para verificar contagios.
El Gobierno asegura que en España ya se ha practicado más de dos millones de pruebas diagnósticas. Esas pruebas, sin embargo, no llegarán a toda la población: el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ya dijo la semana pasada que el Gobierno no era partidario de hacer test masivos. Para saber qué porcentaje de la población puede estar infectada el Ejecutivo anunció un estudio cualitativo a 36.000 familias del que poco más se ha sabido hasta ahora.

Las prioridades del Gobierno: la detección rápida

Los tests masivos no son necesarios, viene a decir el Gobierno, que prefiere poner el acento en la detección rápida de los casos sospechosos. Sanidad quiere reducir a un máximo de 48 horas el plazo para identificar un posible positivo de coronavirus, en lugar de los hasta 15 días que se tarda actualmente entre que una persona desarrolla síntomas y recibe el diagnóstico de la enfermedad.
El objetivo del Gobierno es que toda persona con síntomas de coronavirus pueda hacerse un test
El objetivo del Gobierno es que toda persona con síntomas de coronavirus pueda hacerse un test. Además, quiere priorizar la identificación de nuevos casos y el seguimiento de las personas con las que el enfermo ha estado en contacto. Para ello, Sanidad se está planteando utilizar una aplicación en teléfonos móviles para rastrear los contactos de los nuevos contagiados de covid-19, aunque Simón ha puntualizado que hay que valorar que no infringen la Ley de Protección de Datos y que tienen un "valor añadido" al sistema de rastreo de contactos ya establecido en el sistema sanitario.
Esta decisión de no hacer test masivos abre las puertas al mercado: ya hay laboratorios privados que ofrecen en sus páginas web la posibilidad de hacer varios tipos de pruebas para detectar el virus, a pesar de anteriores resoluciones del Ministerio de Sanidad en las que se indicaba que debían poner a disposición de las autoridades públicas su capacidad de análisis. De hecho, este pasado lunes en el centro de Barcelona se podían ver colas de personas que esperaban, en su mayoría, poder someterse a las pruebas de detección del coronavirus.

La inevitable comparación

No todo el mundo va a ser sometido a los test del coronavirus, es cierto, pero eso no es lo más relevante. El foco de la polémica está en otro punto: el personal sanitario. Y es que el colectivo profesional más azotado por el coronavirus, que lleva casi dos meses en primera línea intentando contener la pandemia, sigue a la espera, en la mayoría de los casos, de las pruebas. 
La situación de los sanitarios es una evidencia palpable de que la realidad nunca es del todo justa, que el mercado a veces tiene otros intereses, sobre todo si se compara con la situación de otro colectivo profesional que esta semana vuelve al trabajo después de casi dos meses de parón: los futbolistas.
Los expertos ya han advertido hace tiempo de que existe una relación entre el nivel de renta y la afectación del coronavirus. A mediados de abril Pablo Iglesias pronunció unas palabras que fueron muy criticadas por la derecha, pero que de hecho ahora vuelven a cobrar actualidad: "Todos sabemos que este virus no entiende de territorios pero sí entiende de clases sociales". Trasladado al acceso a las pruebas, las preguntas surgen solas: ¿Por qué los futbolistas, los políticos o más recientemente Pedro Almodóvar pueden hacerse las pruebas del coronavirus mientras miles de ciudadanos y en especial muchos sanitarios están a la espera de una? ¿Hay también diferencia de clases para acceder a un test?
Nada simboliza con más fuerza esa polémica que las diferencias entre el personal sanitario y los futbolistas: un pálido reflejo de la desigualdad que impera en la sociedad actual. Los primeros llevan tiempo escuchando las promesas del Gobierno sobre la realización de una pruebas que en muchos casos no terminan de llegar mientras trabajan en unas condiciones precarias –no hay país en el mundo con más sanitarios infectados que España, unos 44.000 a día de hoy–; los segundos van a incorporarse a unos entrenamientos individualizados con todas las garantías y con una prueba que certifique su buen estado de salud por delante.

"Una temeridad"

Eso, sin embargo, no aplaca la preocupación entre los sanitarios, especialmente entre los profesionales de la atención primaria que serán los que en esta nueva fase van a tener que atender a buena parte de los enfermos y asumir las altas que se están produciendo en los hospitales. Necesitan protección. Las sociedades médicas de España ven "primordial" facilitar a los médicos de familia y atención hospitalaria el acceso "inmediato" a las pruebas diagnósticas y así promover la detección temprana de los casos posibles y proceder a su confinamiento y cuarentena. 
Las reclamaciones llegan desde todos los rincones de España: este mismo lunes el sindicato SATSE de Madrid ha exigido pruebas PCR  y test serológicos para todos los profesionales de atención primaria, al tiempo que ha recordado que en muy pocos centros de salud de la Comunidad de Madrid se están realizando. 
SATSE considera una "temeridad" que haya profesionales sanitarios que desconocen si son positivo o no y, "lo que es peor, sin saber sin son vectores de contagio", asegura su secretario de Acción Sindical, Jesús García . "No se puede permitir que profesionales que tienen que cuidar no sólo a pacientes con covid-19 sino también pacientes crónicos y vulnerables, desconozcan su propio estado de salud. Es una bomba de relojería que podría echar abajo la ingente labor realizada hasta ahora".
También en Galicia denuncian "la precariedad y la falta de medios"​ del Servicio Gallego de Salud (Sergas), aunque la Xunta ha prometido que se "van a hacer 50.000 test a profesionales".  Esa conjugación en futuro contrasta con la conjugación en pasado que hacen muchos equipos de fútbol, que ya han realizado las pruebas a sus jugadores.
En Castilla y León, sin embargo, conjugan en presente: allí acaban de empezar a realizar las pruebas a los sanitarios, según explica Cristina, enfermera del hospital Río Hortega en Valladolid: "Han empezado estos días a hacer las pruebas. A mí me han dicho que me la harán la semana que viene". 
"No se puede permitir que profesionales que tienen que cuidar no sólo a pacientes con covid-19 sino también a pacientes crónicos y vulnerables, desconozcan su propio estado de salud"
Pero tampoco vale cualquier test. El secretario de Acción Sindical de SATSE Madrid, Jesús García, a través de un comunicado, afirma que los test rápidos tienen una sensibilidad o especificidad "controvertida".  "Hay que recordar que no son pruebas diagnósticas para saber si el profesional está infectado de covid-19 y su valor predictivo es escaso", advierte García, quien exige pruebas de serología mediante test Elisa e inmunoquimioluminiscencia "para todos los profesionales".
Mientras tanto, otros profesionales, los futbolistas, no tienen que preocuparse de nada. Tanto es así que el Consejo Superior de Deportes (CSD) recomienda incluso que los clubes hagan controles médicos diarios dentro de dos semanas solamente si algún deportista o miembro del cuerpo técnico o del equipo dan positivo.

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