Mercedes Alburquerque estudia Medicina en Santiago y se ha lanzado a emplear esta lengua con los enfermos. Su defensa ha triunfado en Twitter
Paco Rodriguez
ELISA ÁLVAREZ
Mercedes Alburquerque llegó hace cinco años a Santiago para estudiar Medicina. Está en quinto curso y hace prácticas de oftalmología en el hospital provincial de Conxo. Allí acuden pacientes mayores, con enfermedades crónicas, problemas de visión, muchos veces también de oído y la mayoría gallego hablantes. Así que en la medida de lo posible Mercedes se dirige a ellos en su misma lengua. Tanto, que uno de sus enfermos le dijo, «con doutoras galegas tan boas e simpáticas, é máis fácil vir aquí». El alegrón para esta murciana fue tal que lo puso en Twitter, y ese tuit acumula más de diecinueve mil likes, cientos de comentarios y 2.200 retuits. Mercedes no da crédito a la repercusión de su mensaje «yo suelo tener un like», cuenta abrumada. Está enormemente agradecida, porque todos los comentarios son positivos, «y siento que no lo merezco, hay profesionales sanitarios y compañeros de universidad que hacen 500 veces más que yo por la inclusión de los mayores».
Pese a su humildad, Merce destila bonhomía, una cualidad que le servirá sin duda para ser una buena médica. Es cierto que los primeros meses tuvo sus dificultades para entenderse «especialmente en las clases que se daban en gallego, que por desgracia en Medicina no son muchas, pero el oído se hace enseguida».
No solo entiende a la perfección el idioma sino que trata de contestar en la lengua en la que le hablan, «aunque como me encanta hablar, me acabo cambiando al castellano para hacerlo más rápido». La manida «imposición» del gallego no la ve esta joven de 22 años por ningún lado, «la gente que diariamente usa el gallego siempre tiene la empatía de intentar hablarte en castellano, por el hecho de ser murciana cambian el chip pero yo no quiero que lo hagan, es su lengua y la entiendo perfectamente».
Tema aparte es el de las consultas. Para Merce es importante comunicarse con el paciente en la lengua en la que se siente cómodo. Son personas mayores «y si encima usan un idioma que no dominan es un error, falla la comunicación, por eso les hablo en gallego».
Lo vive con su propia experiencia. Se dio cuenta de que al preguntar en gallego el enfermo, «no solo me respondía más rápido, sino que me daba conversación y se sentía más cómodo para expresarse con sinceridad». Es cierto que el diagnóstico va a llegar de todas formas «pero un paciente no es un diagnóstico, es una persona con una enfermedad».
Ha recibido tantos comentarios que aunque le encantaría no ha podido responder a todos. Entre ellos mensajes de la cantante Guadi Galego, el catedrático de Historia Lourenzo Fernández Prieto o el escritor Miguel Anxo Fernán-Vello. De los primeros que recibió recuerda uno con mucho cariño, «un señor me decía que merecía la doble nacionalidad gallego murciana, que mi corazón ya tiene una banda azul», en relación a la bandera gallega. A esta estudiante tanto cariño la ha sobrepasado, «es que creo que no lo merezco, aunque lo agradezco de corazón».
Le queda poco más de un curso académico para finalizar la carrera y su objetivo es quedarse en Galicia. Quizás no toda la vida, pero sí durante el período de residencia y algunos años más. Su objetivo, cardiología en el CHUS. Sabe que es complicado «pero hay que tener expectativas altas». La empatía, desde luego, ya la ha demostrado.
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