luns, 30 de marzo de 2020

El ejemplo de un ‘bosque animado’ gallego


La Devesa da Rogueira.

Javier Morales

Un bosque singular de Lugo, la Devesa da Rogueira, ha recibido el reconocimiento del sello certificador FSC por todo lo que la conservación de su biodiversidad aporta a la sociedad, aparte de lo ejemplar de su gestión sostenible. Se trata de un bosque mancomunado, como muchos en Galicia, propiedad de los 32 vecinos de Folgoso do Courel. Es la primera vez que un bosque recibe este reconocimiento en España, la segunda vez en Europa y el tercero del mundo. Y ojalá haya muchos más próximamente porque cuidar los bosques es cuidarnos a nosotros mismos.
Han pasado algunos meses desde que la vi, pero a mi retina regresan de vez en cuando algunas de las impresionantes imágenes de O que arde, una de las películas más bellas que he visto en los últimos tiempos. Dirigida por Oliver Laxe, creo que la película es un poema narrativo que, entre otras cosas, nos habla de la belleza y de la fragilidad de la naturaleza, de cómo nos acogen los bosques en general, gallegos en particular. Es también un canto hacia esa España vaciada de la que tanto hablamos y que seguimos mirando muy de reojo desde nuestras ciudades, ahora sitiadas por el coronavirus. ¿Qué haríamos sin sus alimentos?
Me he acordado de nuevo de O que arde después de enterarme de que un bosque singular de Lugo, la Devesa da Rogueira, ha recibido el reconocimiento del sello certificador FSC por los servicios que su conservación presta a la sociedad. Este bosque mancomunado es propiedad de los 32 vecinos de Folgoso do Courel. Es la primera vez que un bosque recibe este reconocimiento en España, la segunda vez en Europa y el tercero del mundo.
La reacción de los vecinos de este concello cuando se enteraron de la noticia fue entusiasta, me comenta por teléfono Lola Castro, la alcaldesa, y también propietaria, como el resto de mancomunados de vecinos del bosque La Devesa de Rogueira. No es la primera vez que este bosque, que cuidan entre todos gracias a la ayudas puntuales que reciben de la Xunta, les aporta beneficios; me lo explica. “En el siglo pasado, gracias a su madera pudimos construir la planta de luz y la escuela del pueblo”, dice Castro, que estos días anda sobrepasada por la crisis del coronavirus¿Y qué beneficios económicos puede aportar ahora este reconocimiento de FSC?, le pregunto a la alcaldesa. “Esperamos que grandes cadenas puedan apadrinar el bosque, que pongan el sello en sus productos y que una parte de ese dinero vaya a su protección”, contesta. Además, añade, “hay que contemplar también los beneficios indirectos, como el turismo rural, que pueden contribuir a que se fije población”.
Un sello especial de FSC
El beneficio que aporta esa biodiversidad para todos nosotros ha sido el motivo por el que el bosque la Devesa da Rogueira ha recibido el reconocimiento de FSC , me explica, también por teléfono, su presidenta Genoveva Ganals. A pesar de la importancia que los bosques tienen para nuestra vida, su valor no ha sido del todo reconocido por nuestra sociedad. De ahí que el sello FSC pusiera en marcha en 2019 un sello especial para promover los pagos por servicios del ecosistema. El objetivo es demostrar algo obvio, pero que no lo es tanto: que en el bosque se preservan otros beneficios naturales más allá de la extracción de madera, resina, setas o corcho. Basta pensar en el almacenamiento de carbono, la producción de agua potable, el mantenimiento de los suelos fértiles, la conservación de la biodiversidad o la promoción de servicios recreativos. La idea, insiste Canals, “es reconocer el valor no cuantificable de estos espacios naturales para la sociedad, lo que se denominan servicios ecosistémicos, por ejemplo el aire que respiramos, la belleza de un paisaje o la salud”.
El monte es más importante que nunca frente a amenazas como las que vivimos estos días. “Quienes habitamos en las ciudades nos beneficiamos de algo que ocurre en el monte, pero eso conlleva una gestión y deberíamos reconocérsela”, añade la presidenta de FSC.
La iniciativa para solicitar el reconocimiento partió de los vecinos del concello de Folgoso do Courel. “Aunque la parte gruesa del proceso la ha llevado una consultora. Un ingeniero de montes ha hecho la planificación mediante drones. Luego intervino una certificadora independiente. Si la certificadora dice que sí, FSC le pone el logo”, explica Canals. FSC es un sello certificador internacional muy exigente pues tiene en cuenta tanto los aspectos ambientales como los socioeconómicos.

Serra do Courel.
Corazón verde de la Serra do Courel
Espacio de la Red Natura 2000, las 615 hectáreas del monte vecinal de Rogueira y Cabana, en Folgoso do Courel (Lugo), son el corazón verde de la hermosa y remota Serra do Courel. Este monte tiene un gran valor ecológico y una rica biodiversidad, pues a pesar de su pequeño tamaño atesora 21 tipos diferentes de bosque, 900 especies de plantas (la mitad de todas las orquídeas de Galicia), más de 400 especies de hongos y 200 de vertebrados.
Las devesas son bosques húmedos. En la Serra do Courel, cuentan desde FSC, se ha apreciado una disminución de estas áreas forestales y las que hay están siempre en lugares de difícil acceso y elevada pendiente. La Devesa da Rogueira es el mayor entorno forestal de la Serra do Courel. Además, en los últimos años el territorio forma parte de las nuevas áreas de campeo del oso pardo.
Pasear entre sus sombras es como adentrarse en una novela de Álvaro Cunqueiro o en el bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez. Esa magia literaria no es lo único que nos aportan los bosques. Los científicos llevan años advirtiendo de que la biodiversidad nos protege y nos ampara, mejora nuestra salud tanto física como mental. Estar en contacto con la naturaleza estimula nuestras endorfinas y nuestra sensación de bienestar. Proteger los bosques, darles el valor que merecen, pasa por aportar recursos para su gestión. Todos salimos ganando.

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