RAQUEL MÁRQUEZ
http://www.elconfidencial.com/
Aunque los médicos insistan casi cada día, parece que no terminamos de asumir que lo más importante a la hora de prevenir las enfermedades graves típicas de los países desarrollados es una dieta equilibrada y hacer ejercicio. Las personas con problemas de colesterol, por ejemplo, tienden a confiar demasiado en la receta médica y se convencen de que las pastillas contrarrestan sus excesos. Es más fácil añadir la pequeña rutina de la medicación que cambiar años y años de malas costumbres, como fumar o pasarse con las grasas saturadas.
Sabemos que las estatinas, los fármacos más habituales para bajar el colesterol, no hacen magia, pero el nuevo estudio va mucho más allá en sus conclusiones y dice que son directamente una pérdida de tiempo en mayores de sesenta años. No porque no consigan bajarlo, sino porque el colesterol alto, siempre según esta fuente, no causa cardiopatías.
Los mayores con altos niveles de colesterol 'malo' vivieron más y tuvieron menos cardiopatías
Está claro que las personas mayores tienen más riesgos de sufrir problemas de corazón, pero según los autores de la investigación esto no tiene nada que ver con el llamado “colesterol malo”, que de hecho según ellos parece algo positivo. Aunque en los últimos años se ha relacionado en repetidas ocasiones con enfermedades coronarias, infartos, enfermedad vascular periférica o aneurismas, el doctor Malcom Kendrick afirma una cosa muy distinta: “Lo que hemos encontrado en nuestro análisis sistemático y detallado es que las personas mayores con altos niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL), es decir, colesterol 'malo', vivieron más y tuvieron menos enfermedades del corazón”.
¿Y ahora qué?
Esta idea, que han publicado en 'BMJ Open Journal' y ha recogido 'The Telegraph', es revolucionaria y los investigadores sabían que se enfrentarían a una fuerte oposición, pero Kendrick no duda en calificar sus argumentos de sólidos y “absolutamente comprobados”. Los investigadores desunen dos realidades hasta ahora de la mano, el colesterol LDL y las muertes prematuras a causa de enfermedades cardiovasculares en mayores. Sustentan sus conclusiones en datos de cerca de 70.000 personas y dicen que se impone revisar las directrices que se estaban siguiendo para poner freno a las cardiopatías.
En concreto, el primer cambio según ellos debería ser dejar de darle tanta importancia a las estatinas, cuyos beneficios “se han exagerado” a la hora de frenar las enfermedades cardiovasculares y la arterioesclerosis, y centrar todos los esfuerzos en mejorar el estilo de vida de estos posibles futuros pacientes.
Estas declaraciones pueden relacionarse con reacciones anteriores a la idea principal que aún tiene el ciudadano medio del colesterol. Por culpa entre otras cosas de cierta publicidad engañosa, cuando se habla de él muchas personas visualizan una grasa espesa que obstruye las arterias como desechos en una tubería. En realidad el colesterol es un lípido básico para nuestra salud, que se encarga entre otras cosas de formar las membranas celulares y ayuda a que puedan sintetizarse hormonas tan importantes como el estrógeno o la testosterona. La placa que puede llegar a atascar las arterias está formada por muchas otras cosas además de colesterol. Entre ellas por ejemplo el calcio, que tiene mucha mejor prensa.
Además, las estatinas se han puesto en entredicho por sus efectos secundarios, que incluyen problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, insomnio y mialgias (dolores musculares).
Una molécula vital
El doctor Uffe Ravnskov, autor principal del estudio y profesor de medicina renal en la Universidad de Lund, resume que “no hay ninguna razón” para bajar los niveles altos del colesterol de baja densidad (el “malo”). Otra declaración que aboga por las desprestigiadas lipoproteínas de baja densidad es la del profesor experto en cirugía vascular y endovascular Sherif Sultan de la universidad de Irlanda, que también ha trabajado en la investigación. En sus palabras, el colesterol es “una de las moléculas más vitales” del cuerpo y previene infecciones, cáncer, dolores musculares y otros problemas en la gente mayor. Y añade más leña dialéctica al fuego: “Bajar el colesterol con medicamentos como prevención primaria de problemas cardiovasculares en personas de más de 60 es una pérdida total de tiempo y recursos, mientras que cambiar nuestros hábitos es simplemente la forma más importante de conseguir una mejor calidad de vida”.
Las respuestas escépticas no se han hecho esperar y se ha puesto en duda la imparcialidad del estudio. El profesor Colin Baigent, un epidemiólogo de la universidad de Oxford, ha dicho que adolece de “graves debilidades, y en consecuencia ha llegado a una conclusión totalmente equivocada”.
La British Heart Foundation cuestiona estos datos: la conexión entre un alto colesterol LDL y la muerte en los mayores de 60 es real
Otra autoridad a la que no han convencido es el cardiólogo Tim Chico, que ha comentado que le parecería más fiable si se hubiera comprobado la bajada de niveles de colesterol también en personas que hubieran tomado placebo en lugar de medicamentos. Existiendo varios estudios que demuestran lo contrario, no encuentra que los nuevos datos estén bien fundados.
La British Heart Foundation cuestiona estos datos: la conexión entre un alto colesterol LDL y la muerte en los mayores de 60 es real
Otra autoridad a la que no han convencido es el cardiólogo Tim Chico, que ha comentado que le parecería más fiable si se hubiera comprobado la bajada de niveles de colesterol también en personas que hubieran tomado placebo en lugar de medicamentos. Existiendo varios estudios que demuestran lo contrario, no encuentra que los nuevos datos estén bien fundados.
La British Heart Foundation también ha cuestionado la nueva investigación, señalando que la conexión entre altos niveles de colesterol LDL y muerte en los mayores es difícil de detectar porque, según envejecemos, hay más factores que afectan a la salud general. Un portavoz ha echado por tierra la novedad con palabras tan terminantes como las de los autores del estudio: “No hay nada en la publicación actual que dé base a lo que sugiere el autor”, y no cree que este punto de vista arroje ninguna nueva duda sobre el colesterol LDL, que sigue pareciendo una causa primaria de enfermedades cardíacas, también en mayores de 60.
En cualquier caso, la recomendación más inteligente sigue siendo vigilar nuestros niveles de colesterol, sin por ello eliminar todas las grasas, que son necesarias (no prohibirnos los lácteos de entrada, por ejemplo). Y, por supuesto, seguir una alimentación variada con poco alcohol y huir de los factores que causan obesidad.
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