Feijóo multiplica por 7 la deuda pública gallega

La gestión del presidente de la Xunta se ciñe a los recortes, al endeudamiento y a la parálisis en inversión

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo Fuente EFEF

RAQUEL ÁLVAREZ

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Desde el año 2009 hasta la actualidad Alberto Núñez Feijoo preside el gobierno gallego. Uno de los mantras más repetidos, desde las filas del Partido Popular, es la buena gestión que ha hecho el gallego en la comunidad. Sin embargo los números dicen todo lo contrario, ya que la deuda pública de Galicia, es decir, el dinero que el gobierno ha pedido prestado para financiar sus gastos e inversiones, se ha incrementado en 6.351 millones de euros. Esto supone que Feijoo ha multiplicado por 7 la deuda de la administración gallega con respecto a su predecesor, el socialista, Emilio Pérez Touriño.

La mentira del “ hacer más con menos ”

El profesor de economía y diputado socialista en la cámara gallega, Abel Losada, es categórico cuando afirma que “con Feijoo entramos en el terreno de las ‘fake news’. Hay una estrategia, creo que con el objetivo personal de proyectar su imagen a nivel nacional”. El presidente gallego, continúa Losada, “ha vendido que ‘hace más con menos’, pero la realidad demuestra lo contrario. Ha endeudado a Galicia en contra de lo que sería la lógica económica, porque en vez de endeudarse para asumir inversiones o gasto productivo, se endeudó en muchos casos para afrontar los gastos corrientes, que son aquellos que no son susceptibles de incorporarse al patrimonio público”. Cuando te hipotecas, explica el socialista, “para asumir gastos productivos o inversiones, se supone que lo haces para crecer más y mejor en un futuro. Por lo tanto hay una mayor facilidad para devolverla”. A esto hay que incrementar, continúa Abel Losada, que “durante el mandato de Feijoo no solo se endeudó más, sino que además se hicieron los mayores recortes sociales en sanidad, educación o servicios sociales, por ejemplo. Es decir, categoriza el diputado, ni hizo más, porque no solo no invirtió sino que recortó, ni contó con menos, ya que la deuda pública gallega se ha incrementado en 6.351 millones de euros en el período 2009-2017. En todo caso hizo menos, ya que decreció la inversión, teniendo más, debido a que el nivel de deuda es cada vez mayor". 

Una gestión que no aprovechó los recursos del gobierno central

Teniendo en cuenta el período de crisis económica, en el que desde la administración estatal se impusieron una serie de medidas para controlar el déficit público, Feijoo ni siquiera utilizó los márgenes de endeudamiento que se permitieron. Toda su política económica, atestigua Losada, se “ha encaminado a intentar demostrar que es buen gestor sin importarle el coste que esto implica para los gallegos. De hecho, se ha permitido el lujo de recortar en gasto público sin usar los recursos que permitió el gobierno de España. Esto es, si se permitía el 0,7 % del PIB de déficit, él se quedaba en el 0,5%”. En resumen, certifica el economista, Feijoo “ha cumplido con los objetivos de déficit público a base de recortes y de endeudar a Galicia“. 

Consecuencias nefastas de la mala gestión

Los efectos de la política económica del gobierno del Partido Popular son inmediatos. Por una parte, evidencia el profesor, son “los recortes en los servicios públicos y la detención de las inversiones públicas“. Esto último, matiza el socialista, “es un hándicap para el crecimiento económico en el futuro que implicará una gran dificultad“. Por otra parte, prosigue el docente “ existe una paralización en el mercado laboral y en el desarrollo de la innovación. Para concretar hay tres bloques: políticas de empleo, de inversiones y de servicios sociales ( educación, sanidad, dependencia, etc )“. A día de hoy se puede decir, avala el parlamentario, “la ciudadanía gallega está peor y Galicia frenada de cara a un futuro crecimiento económico, porque se ha disminuido el gasto en infraestructuras, se ha bajado la inversión en innovación e investigación; al mismo tiempo que el suelo industrial está congelado y se ha paralizado la inversión en energías renovables. Por lo tanto hay un escenario que nos sitúa en un futuro lleno de dificultades, a pesar de que los números en la macroeconomía son positivos, ya que se ha obviado el objetivo principal de cualquier responsable político: las condiciones de vida de la ciudadanía“. En definitiva, concluye Losada,  se  “ha antepuesto la imagen personal a los intereses de los ciudadanos". 

Llegados a este punto, cabe destacar que los logros del presidente de la Xunta se miden por fracasos. Ha llevado a la comunidad a un endeudamiento histórico, al mismo tiempo que la tasa de ocupación, es decir, las personas que están trabajando comparado con la población que puede y quiere hacerlo es de los más bajos de España. A esto hay que sumar el abandono total de uno de los ejes vertebradores territoriales, el sector primario, cuya consecuencia directa es el ataque a la propia evolución demográfica.

Para terminar, corresponde cuestionarse cómo es posible que en la misma región haya instituciones que no dejan de endeudarse, como la Xunta de Galicia, mientras otras tienen superávit, como el ayuntamiento de Vigo, cuando el nivel de recaudación, vía impuestos, es prácticamente el mismo. La respuesta es obvia: la gestión.