CESM pide que la Inspección Médica investigue a Galaria

La empresa pública se negó el martes a hacer tacs a catorce pacientes

Imagen de archivo de una resonancia en el CunqueiroCEDIDA

ÁNGEL PANIAGUA 

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El sindicato CESM reclamó ayer que se abra una investigación para aclarar por qué la empresa pública Galaria se negó el martes a hacer tacs a catorce pacientes. La central médica señaló a la directora técnica de la unidad de diagnóstico por imagen como responsable de lo sucedido por negarse a realizar las pruebas, según informó en un comunicado. «Lo sucedido forma parte del torpedeo continuo por parte de Galaria para no integrarse en la estructura jerárquica del Sergas en Vigo», asegura el sindicato médico en su escrito.

Por ello, el delegado sindical de CESM, Manuel Nieto, ha pedido al gerente del área sanitaria de Vigo, Félix Rubial, que solicite a la Inspección Médica que investigue lo ocurrido «y depure responsabilidades por no atender a los pacientes, porque está claro que si la situación la hubiera provocado cualquier profesional del Sergas la investigación ya estaba en marcha».

Los hechos ocurrieron el martes. Había catorce pacientes citados para hacerse un tac por la tarde, algunos de ellos enfermos de cáncer y con una consulta en oncología la próxima semana. A la prueba se acude en ayunas de varias horas. Cuando estaban allí, les dijeron que no les harían la prueba. Le correspondía a Galaria, la empresa pública heredera del Medtec que viene desde mediados de los noventa gestionando la resonancia en el área de Vigo al margen del hospital. Desde febrero, los radiólogos del Chuvi han empezado a tener acceso a la resonancia y, como contrapartida, en Galaria tienen que hacer tacs desde esta semana. Los pacientes protestaron y una radióloga del Chuvi avisó a la dirección. Además, según CESM, le llevó los volantes de los pacientes a la directora técnica de Galaria y esta se negó a recogerlos. Además, el gerente del área sanitaria, Félix Rubial, intentó que la empresa pública se hiciese cargo pero no lo consiguió. Al final, los pacientes se volvieron a sus casas sin la prueba, salvo dos porque la radióloga del Chuvi los atendió cuando dos de su agenda fallaron. El Sergas lo atribuyó oficialmente a un despiste.

«Se trata de un asunto grave que afecta a la dignidad de los pacientes», dice Manuel Nieto, que asegura que el gerente del área sanitaria de Vigo «no contó la verdad» y dio «excusas políticamente correctas para quedar bien con Galaria», que dirige la exconselleira Rocío Mosquera.