En las aguas del océano Índico, a tan solo 300 kilómetros del continente asiático, justo en el cuerno de África, se encuentra la isla de Socotra, un territorio que pertenece a Yemen, y que por su aislamiento ha estado siempre plagada de leyendas e historias mágicas, un territorio singular en donde hablan su propio idioma, el socotrí
Con apenas 100 kilómetros de largo y 45 de ancho, la isla posee un ecosistema único formado por unas 700 especies de flora y otras tantas especies de fauna que no existen en ningún otro lugar del planeta, por eso también se la conoce como la ‘isla extraterrestre’.
Foto: Dunas de arena blanca. Oleg Znamenskiy / Shutterstock
Se trata de un lugar tan excepcional que fue declarado patrimonio natural por la Unesco, y entre sus maravillas cuenta con especies tan extrañas como: el dracaena cinnabari, un árbol cuya forma recuerda a un paraguas, las rosas del desierto yemení solo presentes en las montañas de Haghir, y también un “árbol pepino” (dendrosicyos socotrana) que puebla los acantilados y colina, además tiene playas paradisíacas de aguas transparentes que rondan los 25 grados, arena blanca y especies marinas únicas y exóticas.
Foto: Árbol Pepino en Socotra. Alex7370 / Shutterstock
Menos de 40 mil personas viven–sin agua corriente ni electricidad- de los recursos de la pesca, la agricultura y la ganadería. Su estilo de vida tradicional y nómada se basa en el respeto y conservación de la tierra, pero las cabras -una especie introducida artificialmente, importante para la subsistencia de sus habitantes- pastan libremente por todas partes y pueden acabar con su vegetación, y el cambio climático ponen en peligro la subsistencia de este mundo casi virgen.
Foto: Oleg Znamenskiy / Shutterstock
La tercera amenaza, y la más importante, es la guerra civil que asola el país desde 2015, desde entonces hay un bloqueo total para entrar al país desde mar y aire, incluida la ayuda humanitaria, de tal modo que la isla se encuentra todavía más aislada y abandonada que antes. Además, el gobierno yemení no concede permisos de turismo.
La ONG Solidarios sin Fronteras son casi los únicos que tienen acceso al lugar para ayudar en la reconstrucción de las casas y la creación de pozos de agua necesarios para mejorar la situación de la población, y así intentar mantener a flote un verdadero paraíso que tiende a desaparecer.
Foto: Dragon Tree. Sunsinger / Shutterstock
Sin hablar del interés de Emiratos Árabes por convertir este punto estratégico en uno de sus resorts de lujo.
Actualmente la supervivencia de la isla se encuentra gravemente en peligro.
Un recorrido por Socotra, la extraña isla que enamoró a Julio Verne
Con una flora y fauna únicas en el planeta, el archipiélago perteneciente a Yemen inspiró al autor francés para crear el mundo subterráneo del clásico “Viaje al Centro de la Tierra”. Esta nota cuenta qué la hace tan especial
Leila Aisenhttps://www.infobae.com/
Estamos navegando por el océano Índico y de pronto nos topamos con otro mundo dentro de nuestro planeta. Plantas exóticas que nunca vimos en otro lado, animales extraños dignos de admiración, formaciones diferentes a las que estamos acostumbrados. Un escenario digno de un cuento. Se trata de la isla de Socotra.
También llamado Socotora, el territorio forma parte de un archipiélago de cuatro islas en el océano Índico, siendo las que la acompañan Abd Al Kuri, Samha y Darsa. Tiene alrededor de 3.600 kilómetros cuadrados de superficie y se encuentra a 250km al Este del cabo Guardafui y a 350km al Sureste de las costas de Yemen, país al que pertenece. Se trata de un lugar único en el planeta en el que conviven alrededor de 800 especies que no están en ningún otro rincón del mundo, razón por la que el archipiélago fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2008.
Los primeros ptolomeos, soberanos griegos de Egipto en la época helenística (siglos IV a I A.C.), exploraron las costas de la isla, cartografiándolas y fundando comercios en los litorales africanos (en las actuales Eritrea y Somalia), desde las que iniciaron relaciones comerciales con India para traer perfumes, perlas y otros productos exóticos muy apreciados por la alta sociedad. Socotra fue así colonizada por mercaderes y negociantes, convirtiéndose en la principal escala de la ruta hacia la India. Una leyenda local cuenta que los habitantes fueron convertidos al cristianismo por el propio apóstol Tomás en el año 52 D.C.
Pero las islas pasaron a estar bajo el control de los sultanes Mahra en 1511 hasta que se convirtieron en un protectorado británico en 1886 debido a su posición estratégica. Con la independencia de Yemen del Sur en 1967, las islas pasaron a su soberanía.
Socotra, teritorio de disputas y una flora y fauna única
Socotra es uno de los puntos más aislados del mundo y la mayoría de sus 44 mil habitantes vivieron durante décadas sin electricidad, agua corriente ni calles pavimentadas. De hecho, durante muchos años, sólo se podía acceder a Socotra en barco, lo que se hacía casi imposible en época de monzones. Recién en julio de 1999 se abrió por fin el aeropuerto.
Este aislamiento, junto al intenso calor y la falta de agua, son la combinación que da origen a una flora única y extremadamente vulnerable a los cambios, lo que hace que la mayoría de las plantas que pueblan la isla sean endémicas, es decir que solamente pueden subsistir en una región con determinadas características, que en el caso de Socotra difícilmente pueden encontrarse en otro lado.
Son justamente estas particularidades las que trajeron a la isla personajes históricos.
Si bien la leyenda cuenta que Alejandro Magno conquistó Socotra porque en ella había gran cantidad de aloes que servían para curar las heridas y enfermedades de sus soldados, sin dudas, fue la literatura la que hizo popular a la isla. En la obra maestra Viaje al Centro de la Tierra, de Julio Verne, un profesor de ciencias y su sobrino se encuentran con criaturas extrañas y tierras desconocidas mientras viajan por debajo de la superficie del planeta.
Tiene 3.600 kilómetros cuadrados de un hábitat único y descontextualizado del mundo (Shutterstock)
Uno puede no conocer Socotra, pero probablemente reconozca la foto del espectacular Dragon Tree, un árbol muy peculiar con forma de paraguas y de densa ramificación, o su característico árbol de pepino que tanto inspiró a Verne. Las extrañas formas de las plantas de Socotra ayudaron al escritor a crear el mundo subterráneo de una de sus historias más famosas.
Y es que esta isla es muchas veces descrita como anclada en la prehistoria, o bien como un rincón procedente de otro planeta, totalmente abstraído de la Tierra. Un escenario poético.
No obstante, uno de los grandes peligros es la posibilidad de que todo lo que hoy rodea la isla se extinga en poco tiempo. Estudios realizados sobre la fragilidad de los ecosistemas sitúan a Socotra entre las 10 floras isleñas con mayor peligro de desaparición.
Sin dudas, el universo de Viaje al Centro de la Tierra está inspirado en estos paisajes de otro planeta junto a sus extraños animales y plantas que no pueden ser vistos en ninguna otra parte. Del mundo real al imaginario, Verne supo cómo dar vida a este paisaje único y poco conocido con el que convivimos.
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