Cuando todavía era príncipe, con Franco como ‘caudillo’ del Estado, se firmó el acuerdo por el que cobraría de cada barril de petróleo que España comprara a Arabia Saudí. Al menos así lo han denunciado varios economistas. Su nombre también ha aparecido en operaciones policiales vinculadas a negocios con la trama Gürtel; por la cuenta Soleado; con el caso Malaya; con urbanizaciones en República Dominicana; y con las comisiones millonarias que compartió con Corinna Zu Sayn-Wittgenstein.
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Es un secreto a voces pero la magnitud es inestimable. Los negocios internacionales del rey Juan Carlos I le han permitido acumular una gran fortuna desde sus primeros pasos como príncipe. Sin embargo, este patrimonio no se refleja en ninguna de las cuentas oficiales del Estado y es prácticamente imposible conocer, a ciencia cierta, cuánto dinero acumulan los Borbones y, en concreto, el rey emérito. La última cantidad atribuida a Juan Carlos I se aproximó a 2.000 millones, según la revista Forbes.
A pesar de este desconocimiento, sí que se han ido conociendo con el paso de los años algunos de los negocios privados del monarca emérito. Así, en 1977, el rey Juan Carlos I recibió del todavía príncipe saudí Fahd bin Abdulazizel montante de 100 millones de dólares a interés cero con el supuesto objetivo de “fortalecer la democracia” en España. No obstante, hay quien asegura, como los periodistas Gregorio Morán y José García Abad, que de esa multimillonario cifra solo llegaron unos centavos a la Moncloa de Adolfo Suárez. Además, es todavía una incógnita si la Monarquía española devolvió ese préstamo.
La clave de los negocios del primer Borbón que reinó en España tras la II República es el petróleo. El economista neoliberal Roberto Centeno, exconsejero delegado de Campsa, asegura que, una vez asentada la democracia, las comisiones especiales ingresadas por la compra de cada barril de petróleo que adquiría España iba destinada a llenar las arcas personales del monarca Juan Carlos I, que en pocos años entró en las listas de potentados de la revista Forbes. Sin embargo, su nombre salió de la lista de los más ricos, seguramente a raíz de gestiones diplomáticas.
“Entre 1 y 2 dólares por cada barril de petróleo”
Para entonces, Juan Carlos I ya tenía por valido a Manuel Prado y Colón de Carvajal, con el que cobraba entre “uno o dos dólares” por barril de petróleo que compraba el erario público de España en los países árabes. Centeno intentó hacer cálculos sobre cuánto se llevaban el rey y su testaferro en un programa de radio hace unos años:
“La cifra no la recuerdo exactamente, pero había un sobrecoste. Es decir, entre comprarlo directamente, que estábamos hablando de treinta y tantos dólares [por barril] de aquellos años (si le ponemos la inflación ahora no sé cuánto saldría, desde luego el doble o el triple)… Pero, en fin, había comisiones que podían oscilar entre 1 y 2 dólares por barril y eso es una barbaridad por la cantidad de barriles de petróleo que caben en un superpetrolero: un petrolero de 200.000 toneladas lleva entre 1.400.000 y 1.600.000 barriles. Entonces, estamos hablando de que un petrolero le puede producir en aquel momento un beneficio de 2 millones de dólares del año 1979. Eso son palabras mayores”.
Durante esos primeros años de la monarquía parlamentaria, se sumaron a la corte del rey otros empresarios que también hicieron grandes fortunas en la época del pelotazo, como los Albertos o Javier de la Rosa. Y todos –también los Pujol o dirigentes del Partido Popular– acabaron poniendo su dinero en la misma saca, la del suizo Arturo Fasana, también conocida como la cuenta Soleado, que se encuentra en la banca de Suiza.
La cuenta ‘Soleado’ y las urbanizaciones en República Dominicana
La cuenta Soleado, donde presuntamente está el rey, salió a la luz con la detención del bróker suizo Fasana en el marco de la Operación Gürtel. Pero el monarca no está solo. De hecho, nadie sabe cuántos millonarios españoles hay en la famosa cuenta Soleado ni cuánto dinero guarda en total, pero por lo que han contado algunos de sus clientes –como el banquero y expresidiario Javier de la Rosa– puede tener allí guardados alrededor de 200 millones.
Sí que se conoce que allí guarda también su dinero la red de Francisco Correa, líder de la trama de corrupción conocida como Caso Gürtel, y algunos diputados del PP imputados por corrupción. La captura de Fasana se produjo en el aeropuerto de Barajas, después de que el comisario José Manuel Villarejo –hoy en prisión por cohecho, blanqueo de capitales y organización criminal– le citara allí, en el marco de una operación policial en la que él no firma las diligencias y que estaba organizada por la UDEF que entonces dirigía el comisario José Luis Olivera… el que dice no saber quién es “M. Rajoy”. Sin duda, algo huele mal en la cuenta Soleado.
El juez tomó declaración a Fasana y le puso en libertad con cargos. Pero casi una década después la información relacionada con la cuenta que gestiona sigue bajo secreto de sumario, al igual que los supuestos ahorros del rey emérito que allí se atesoran.
En relación con estos comisarios también se destapó otro de los presuntos negocios del monarca designado por Franco, que al parecer afloró gracias a las investigaciones desarrolladas para la operación Malaya, aunque tampoco esta vez las pesquisas llegaron a buen término. Supuestamente, el emérito había hecho inversiones inmobiliarias en República Dominicana con empresarios relacionados con Juan Antonio Roca. Concretamente, se señalaba una promoción de superlujo que llevaba por nombre Urbanización Rey Juan Carlos I.
Corinna y las cuentas perdidas
Lo único que se sabe con certeza es que los negocios ocultos del rey emérito son el punto débil de la monarquía española y fue fácil comprobarlo cuando su íntima relación con la aristócrata alemana de origen danés Corinna Zu Sayn-Wittgenstein casi hizo saltar por los aires la institución, hasta el punto de hacerle abdicar.
La fortuna labrada por la pareja en sus años de romance gracias a los negocios, entre otros, con la petrolera Lukoil se estima en torno a los 30 millones de euros en efectivo. Este dinero estaría repartido en diferentes cuentas fuera de España, por ejemplo en Turquía, según afirmaron el comisario Villarejo y sus periodistas Eduardo Inda y Manuel Cerdán, como parte del chantaje que el pasado año quisieron hacer a la Casa Real y al CNI para librarse de los problemas judiciales que los acuciaban y que fue denunciado por Público.
Mantenidos a base de dinero público
A los ingresos de la Familia Real hay que sumar los casi 8 millones de dinero público que reciben cada año de los Presupuestos Generales del Estado. En 2017 las cuentas públicas destinaron 7.818.890,00 euros al mantenimiento de la Casa Real, un dinero con el que, según la propia institución, se hace frente a sus obligaciones económicas: retribuciones, cuotas y prestaciones sociales del personal de alta dirección, dirección y laboral a cargo de la Casa; gastos de funcionamiento, como material de oficina; determinados suministros; gastos de protocolo y de representación -almuerzos, cenas, recepciones-; viajes; adquisiciones de material diverso para el funcionamiento de los servicios, etc.
Este dinero también incluye los salarios tanto de los reyes como de los monarcas eméritos. Concretamente, en 2017, el rey Felipe recibió por cumplir su papel institucional un salario de 236.544 euros, un 1% más que el año anterior, mientras que Juan Carlos I dispuso de 189.228 euros, el 80% de lo que cobra su hijo y heredero. Por su parte, la reina Letizia tuvo asignado un sueldo de 130.092 euros y su suegra, doña Sofía, 106.452. Los salarios de los cuatro, no obstante, suponen el 8,5% del presupuesto de Zarzuela.
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