sábado, 7 de abril de 2018

Doce palabras que el castellano debería apropiarse urgentemente del gallego


Luis Landeira
http://www.publico.es/


Como dijo un nacionalista, “los gallegos somos los negros de España”. Es justo, pues, que si somos de otra raza, tengamos nuestro propio idioma: o galego, un singular cruce entre portugués y castellano cuyo desarrollo fue entorpecido por dos españolísimos gallegos: Francisco Franco y su discípulo Manuel Fraga. ¿Resultado? Según los últimos sondeos, solo un 31’2% de los gallegos habla habitualmente gallego.
Sin embargo, el 100% de los habitantes de esas lejanas tierras del noroeste incorpora cientos de términos galaicos a su hablar cotidiano, hasta el punto de chapurrear una sublengua en sí misma. Ante el fracaso del gallego normativo, podemos decir que este castellano bastardo, cantarín, atropellado y trufado con palabras marcianas procedentes del gallego es, en el fondo, la verdadera lengua nacional de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra.
A continuación, vamos a pasar revista a una docena de vocablos típicamente gallegos. Valga este glosario como ayuda a turistas de otras autonomías, pero también como guante lanzado a la rancia RAE: son vocablos que deberían incorporarse ipso facto al Diccionario de la Lengua Española, como ya se ha hecho, por ejemplo, con meiga (bruja) o con morriña, esa sensación de tristeza que uno siente al estar lejos de miña terra galega, donde el cielo siempre gris y las personas no saben si suben o bajan.

Pirola
Significado: Pene. Nombre que se da al miembro viril cuando se habla con los niños. En su día también se usó como recurso humorístico punkie: recuérdese al grupo vigués Siniestro Total y su disparatada canción Ayatollah no me toques la pirola’.
Por qué apropiarse de ella: Por ser mucho más pintoresca y turgente que “minga”, “pito” o “pilila”.

Parvo
Significado: Dependiendo del tono, va desde la descalificación leve y cariñosa (“tonto”, “lelo”) hasta el insulto grave y feroz: “necio”, “imbécil”, “burro”, “fatuo”, “alelado”, “falto de razón y entendimiento”. Curiosamente, en países como Costa Rica, a los tontos se les llama “gallegos”.
Por qué apropiarse de ella: Porque no cabe un “parvo” más en España.

Carallada
Significado: “Carallo” es un vulgarismo para “pene” que en Galicia ejerce de palabra comodín y se usa para expresar indignación, resignación, desprecio y mil emociones más, con exclamaciones como “¡manda carallo!” o “¡arre carallo!”. Pero el más divertido derivado de “carallo” es, sin duda, la palabra “carallada”, que significa “diversión bulliciosa” o “fiesta”.
Por qué apropiarse de ella: Porque si dices “me voy de carallada” en vez de “me voy de juerga” seguro que te lo pasas mejor.

Mamalón
Significado: Persona holgazana y poco dada al trabajo. O bien persona torpe, pesada y sin habilidad, que hace las cosas a regañadientes. Tiene un sinónimo igualmente reivindicable: “langrán”.
Por qué apropiarse de ella: Es injusto que una palabra tan zángana sea patrimonio exclusivo de los gallegos. A ver por qué no va a poder decir un anzaluz (que, según reza el tópico, es el español más vago) algo como: “Pisha, que lleva to er día tumbao en la piltra, hombre, no me zea mamalón”.

Pinchocarneiro
Significado: Aunque también se usa como sinónimo de “renacuajo”, sobre todo se refiere a una especie de cabriola o voltereta que se da apoyando la cabeza en el suelo y dejándose caer sobre la espalda.
Por qué apropiarse de ella: Entre otras cosas, porque el castellano carece de una palabra para esta pirueta en concreto, muy popular entre los infantes de las Españas.

Lambecús
Significado: Persona servil y agusanada que comete bajezas mil para conseguir alguna cosa. O sea, un adulador, un cobista o un pelota de toda la vida.
Por qué apropiarse de ella: Porque, aunque viene a significar lo mismo, suena mucho más dulce que el castellano “lameculos”.

Orballo
Significado: En Galicia llueve tanto que existen más de 70 vocablos para definir la lluvia, además de la propia “choiva”. Entre ellos destaca “orballo”, que se refiere a las precipitaciones finas o menuditas: lo que en otras comunidades autónomas se denomina “sirimiri” o “calabobos”.
Por qué apropiarse de ella: Porque no solo llueve en Galicia (¿o si?). Y porque todos los españoles deberían tener derecho a decir: “Me duele la bala de la pierna, mañana va a orballar”.

Pailán
Significado: Dícese de un hombre rústico, tosco, zafio, ignorante, patán y aldeano. Del mismo, modo, una “pailanada” es un acto propio de un paleto, una paletada.
Por qué apropiarse de ella: En honor a enormes pailanes de otras autonosuyas(que diría Ozores), como Macario, Supermaño, Marianico el Corto, Don Ciruelo o Barragán.

Pelouro
Significado: Piedra grande y desigual, canto rodado. Pero aparece en esta lista porque también se utiliza para hacer referencia a una “persona calva”.
Por qué apropiarse de ella: Es más cariñoso, aunque igualmente despectivo, decirle a un señor con alopecia “eres un pelouro” que “eres un calvorota“.

Espantallo
Significado: Como es evidente, se trata de un “espantajo” o “espantapájaros”, pero también se usa como sinónimo de “contrahecho”, “deforme” o “persona ridícula y estrafalaria que molesta y estorba”.
Por qué apropiarse de ella: Porque no hay forma más entrañable de referirse a presencias tan estrambóticas como Aless Gibaja, Rouco Varela o la Duquesa de Alba, que en gloria esté.

Trapalleiro
Significado: Charlatán, trápala, hablador sin sustancia, embrollón, trapacero, embustero, zaragutero, ser que se vale de mentiras y astucias para engañar a otros.
Por qué apropiarse de ella: Porque, desgraciadamente, no solo hay políticos en Galicia.

Rabudo
Significado: Esta palabra también existe en castellano, que comparte con el gallego su acepción más obvia: “Animal que tiene grande el rabo”. Pero la proverbial retranca del gallego la dotó con una acepción faltona que la RAE debería tener presente: Dícese de la persona de carácter áspero, agrio y desapacible. Como ejemplo, vale cualquier gallego malhumorado e irascible, como el desaparecido escritor coruñés Camilo José Cela.
Por qué apropiarse de ella: Por Francisco Umbral, por José María Aznar, por Fernando Fernán Gómez, por Mercedes Milá, por José Luis Moreno y por todos los “rabudos” castellanos de ayer, hoy y siempre. ¡A la mierda!
Graciñas al diccionario del Instituto da Lingua Galega, a La Voz de Galicia, a la Real Academia Galega y al Proxecto Ronsel

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