Rueda afirma que se pondrán en marcha «de xeito inmediato pero gradual»
La Voz 21 de marzo de 2014 Con casi cuatro meses de retraso y tras una agria polémica con los sindicatos, el Gobierno gallego otorgó ayer su plácet al decreto de creación de las denominadas áreas de gestión clínica, unas estructuras que permitirán a los profesionales del Sergas, empleando su experiencia, organizarse en grupos para«obter os mellores resultados na atención ao paciente» y«avanzar na eficiencia á hora de utilizar os recursos dispoñibles». Siempre que preserven ciertos estándares de calidad, cuando logren ahorrar fondos del presupuesto que les sea asignado, los integrantes de los equipos incluso podrán elegir entre que ese dinero revierta en las propias unidades o bien se convierta en incentivos económicos.
Las áreas se pondrán en marcha «de xeito inmediato pero gradual», en expresión del vicepresidente de la Xunta, quien, en ausencia de Feijoo, se ocupó de informar de la aprobación de esta medida al término de la reunión semanal del Ejecutivo. Alfonso Rueda, sin embargo, eludió detallar cuántas y cuáles serán constituidas a lo largo de este año. O sea, rechazó aclarar si la Consellería de Sanidade mantiene o no el objetivo que se había marcado a finales de noviembre: al menos 21 en el 2014. Instado a despejar dudas, sin embargo, no facilitó ningún tipo de información al respecto. Rueda explicó que sería el departamento de Rocío Mosquera el que se encargará de arrojar más luz sobre este asunto.
Alegaciones de médicos
Rueda aseveró que, en su concepción final, el decreto de creación incluye «a maioría» de las alegaciones que en contra de su redacción original habían presentado los colegios de médicos y de enfermeros, amén de las asociaciones de enfermos. El vicepresidente se centró más en poner el énfasis en tres aspectos que probablemente ayuden a la Administración a limar asperezas con las fuerzas sindicales: las áreas carecerán de personalidad jurídica propia, con lo cual, al menos en principio, resultarán imposibles de privatizar; la adscripción de los trabajadores a las mismas será «totalmente voluntaria»; y aquellos que opten por integrarse en alguna conservarán tanto su plaza como su vínculo estatutario. Subrayó también que la iniciativa bebe del espíritu de una resolución parlamentaria apoyada en octubre por PP, BNG y AGE: 56 votos favorables en una Cámara de 75, el 74,7 % del total.
Adiós al Consorcio
Al tiempo que daba luz verde a este instrumento sanitario, el Gobierno aprobaba la constitución, dentro de tres meses, de la Axencia Galega de Servizos Sociais, que será una especie de Sergas, pero en otro ámbito. Prometido hace un lustro por Feijoo, el organismo aglutinará la gestión de toda la política social de la Xunta, con 4.000 empleados y 300 centros asistenciales repartidos por la comunidad, entre escuelas infantiles, complejos de día y de menores, residencias y similares. Supondrá además la liquidación del Consorcio de Igualdade e Benestar montado en el 2006 por el bipartito con 1.300 asalariados, si bien estos últimos, bajo el nuevo paraguas, retendrán el estatus laboral adquirido.
La operación de traspaso de infraestructuras, profesionales y competencias se ejecutará por fases y en ella habrán de implicarse no solo los responsables de la Consellería de Traballo, sino también los de la Federación Galega de Municipios e Provincias, amén de varios ayuntamientos. Dada su «complexidade», no se prevé que termine hasta finales del 2015.
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