Guillén del Barrio (Madrid, 1989) se ha convertido durante la emergencia del coronavirus en uno de los rostros visibles del personal sanitario en numerosos medios de comunicación. Enfermero de las urgencias del Hospital Universitario la Paz de Madrid y delegado sindical del Movimiento Asambleario de Trabajadores (MATS), se atrevió a decir en directo en RTVE que Madrid había perdido 2.100 camas hospitalarias en los últimos diez años, lo que le convirtió en enemigo número uno del PP, que no ha dudado en tratar de desacreditarlo afirmado que es un militante de Podemos y que no ha trabajado como enfermero en los últimos años. El acoso en redes ha sido enorme, reconoce, pero sigue manteniendo su postura y no rehuye de las entrevistas.

¿Cuál es la situación actual en su hospital?

En urgencias va mejorando desde hace una semana. Se ha cerrado alguna sala y se están desinfectando para que vuelvan a ser salas para pacientes sin coronavirus. En las UCI también empieza a verse la luz al final del túnel. Algunos hospitales ya tienen camas libres y pueden evitar aplicar los criterios de atención de cuando no había camas para todos. Lo peor es que seguimos teniendo equipos de protección insuficientes. Ha caído muchísima gente enferma en varios hospitales y laboratorios de la región. Como no había equipos de protección para todos, se ha priorizado en los sitios más visibles y se ha dejado sin equipos a sitios donde también hacían falta, como laboratorios y otros hospitales más pequeños. Es una cuestión sangrante que sigue sin solucionarse.

De hecho, España lidera la tasa de contagios entre profesionales.

Sí, supera el 14%, frente al 4% de China y el 8% de Italia.
Los sindicatos habéis puesto varias denuncias por esto, aunque es cierto que es muy difícil conseguir material en los mercados.
Hemos presionado por todas las vías a nuestro alcance porque es muy sangrante. Lo saben los gobiernos a todos los niveles y se conoce desde el día uno. Insistiremos.

Personalmente, se le está atacando desde la derecha por sus críticas a la gestión sanitaria madrileña. Le llaman “el enfermero disfrazado de Podemos”. ¿Cómo lo valoras?

Resumiendo mucho: ladran, luego cabalgamos. Es normal que se pongan así de nerviosos. Señalamos un problema que llevamos años denunciando todos los profesionales de la sanidad: los recortes y la privatización. No hay respuesta posible por parte de los privatizadores ante lo que yo denunciaba y llevamos diciendo tantos años: sus recortes nos han costado vidas. Cuando alguien dice esa verdad, no hay argumentos con los que responder y solo les queda el recurso de atacar a la persona que lo dice, matar al mensajero.

¿Hay alguna verdad en lo que dicen de usted?

"Está dando frutos un modelo de sindicalismo alternativo y asambleario"
No. Mi relación con Podemos fue inscribirme cuatro días para apoyar la campaña de Isa Serra en la Comunidad de Madrid. Es una relación de trabajo, pero da igual lo que yo diga porque siguen saliendo mentiras. Se ha dicho que yo iba a ser uno de los portavoces del equipo del Gobierno para la gestión del coronavirus, que llevo cinco años como liberado sindical sin tocar a un paciente, cuando no he sido liberado jamás… No tienen ninguna otra repuesta y no tienen decencia suficiente para callarse.

Sorprende que un delegado de un sindicato tan pequeño haya tenido tanta presencia en medios de comunicación, ¿a qué se ha debido?

Está dando frutos un modelo de sindicalismo alternativo. Cuando hay un modelo asambleario, sin estructuras jerárquicas y alternativo, dices lo que es cierto le pese a quien le pese. Y lo puede decir un compañero sin tener que pedir permiso a las cúpulas. Ha llegado un momento de cambios bruscos en poco tiempo, y hemos sido una estructura ágil que ha podido dar rápidamente respuesta a la alta demanda de medios que necesitan declaraciones, testimonios y datos sobre la sanidad y sus muchos aspectos, que van cambiando en días e, incluso, en horas. Para esto existimos y eso hemos hecho.

En sus declaraciones más polémicas ha dicho que se han perdido más de 2.000 camas hospitalarias desde el inicio de la privatización. Ayuso asegura que son falsedades. ¿No es cierto?

"Quien ha vivido en Madrid durante los últimos 12 años no tiene dudas de que hemos sido pasto de los recortes y la privatización"
Ayuso mezcla intencionadamente dos sucesos que ocurrieron el mismo día. Es usar la tinta del calamar. En su carta de protesta a RTVE señala un dato falso por el que la televisión admitió ese mismo día una rectificación pero que yo no dije. RTVE afirmó que la sanidad madrileña había perdido 3.300 profesionales en los últimos años. Efectivamente, no es cierto, pero los datos que yo doy sí lo son y están en las propias memorias del Servicio Madrileño de Salud. A quien las pida, se las envío. En sus memorias de 2008 dice que tenía 2.100 camas más que las que tenía operativas en 2018, que es el último año del que tenemos datos. Además, el que ha vivido en Madrid durante los últimos 12 años no tiene dudas de que hemos sido pasto de los recortes y la privatización.

Otro de los datos que defiende el Gobierno madrileño es que no hay recortes porque se ha incrementado el gasto sanitario por paciente, y es de los más altos de España. ¿Esto es real?

Es muy bueno que digan eso, aunque no se den cuenta ellos mismo de por qué. La mayoría de ese dinero se ha ido sobrecostes y privatizaciones. Además del modelo 100% público hay en Madrid otros dos modelos de financiación de la sanidad. Uno en el que la empresa que construye el hospital y gestiona la totalidad del personal del mismo. Eso genera unos sobrecostes espantosos que ha señalado incluso el Tribunal de Cuentas. Otro modelo consiste en que quien construye el hospital, además, gestiona los servicios no sanitarios del mismo, como ocurre con el de Puerta de Hierro. También se ha demostrado que causa unos sobrecostes de en torno al 25%. Y luego están los conciertos con hospitales privados. El contrato con la Fundación Jiménez Díaz arroja sobrecostes en tratamientos de algunas enfermedades que son de seis veces lo que cuesta tratar esa misma enfermedad en el Hospital Clínico, que está exactamente al lado.
"La mayoría de ese dinero se ha ido sobrecostes y privatizaciones"
Efectivamente se ha dedicado más dinero que antes a que muchas empresas cobren por dar un servicio. Pero ni siquiera así ha mejorado el gasto sanitario por persona, porque Madrid ha ganado medio millón de habitantes estos años. Se puede torturar salvajemente cualquier estadística para que confiese lo que quieras. Pero la realidad es que Madrid ha perdido camas y profesionales y ha privatizado con sobrecostes y malos resultados.

Uno de los reportajes que más impacto ha tenido es el de los "enfermeros kamikazes" de The New York Times. ¿Qué impresión se llevó el periódico más prestigioso del mundo de la situación en España?

Se habrían horrorizado más si no fuera porque en Nueva York ya se están produciendo escenas parecidas. Esos mismo días ya se estaba leyendo que había enfermeras haciendo equipos de protección con bolsas de basura en EEUU. Es un escándalo mundial. La situación de España es particularmente grave, pero todos los servicios sanitarios debilitados por falta de recursos o con estructura privatizada, como la estadounidense, están teniendo problemas muy similares.

En medio de la crisis hay una pelea entre Madrid y el Gobierno central. ¿Cómo valora la gestión de Ayuso y la de Pedro Sánchez?

"En esta crisis ha habido fallos graves por todas partes"
Gobierne quien gobierne, la sanidad pública hay que defenderla igual, esté la izquierda o la derecha en el poder. En esta crisis ha habido fallos graves por todas partes. Ha habido desmantelamientos y privatizaciones premeditadas durante años que no se pueden arreglar en pocas semanas. Y también errores de previsión del Gobierno central que siguen sin solucionarse, como los equipos de protección. Llevamos tres semanas de crisis y seguimos sin tenerlos. Tampoco ha habido suficientes pruebas diagnósticas. Seguiremos denunciando los fallos vengan de donde vengan.
Siempre ha sido crítico con la gestión de su hospital, sobre todo con las urgencias, pero en esta ocasión siempre ha trasladado una buena opinión del servicio en La Paz, ¿qué ha cambiado?
"Al gerente del hospital La Paz no le hemos visto el pelo en ningún momento"
Creo que la lucha que hemos mantenido durante los últimos años ha puesto el foco social y mediático en el servicio de mi hospital, en urgencias. Y también coincide en el tiempo el ascenso de otro tipo de gestores en mi hospital. Los supervisores de mi servicio son nuevos y se está notando mucho su forma de hacer las cosas. El director médico, Juan José Ríos, llevaba apenas unos meses en el cargo y está haciendo un trabajo más que notable. Ayuda ser el hospital que sale en la tele por cualquier circunstancia y también los individuos que están al mando. Espero que esta tendencia siga, que cada vez haya más gestores médicos y no cargos políticos. Al gerente del hospital La Paz no le hemos visto el pelo en ningún momento. Si nos dijeran que no tenemos gerente también nos lo creeríamos. Ni siquiera nos ha escrito un e-mail a los trabajadores que nos estamos dejando la piel. Este es el tipo de gestión que llevamos padeciendo en Madrid durante 20 años.

¿Crees que esta crisis traerá cambios obligados en el sistema de salud madrileño y español?

La clave es esta precisamente. Espero que el cambio no sea solo madrileño ni español. Esto es el resultado de las políticas neoliberales que han causado estragos en todos los países del mundo, en mayor o menor medida. Vemos el sufrimiento en Italia, lo que pasa en EEUU… Mi esperanza, y es la razón por la que trabajamos duramente, es que la sociedad recuerde después de esto para qué sirven los servicios públicos y por qué es tan mala idea recortar y privatizar. La lógica de mercado, si es inaplicable en algún lugar, es en servicios públicos. Lo estamos viendo con la limpieza de mi hospital. En plena crisis, ni siquiera tiene la cantidad de personal que debería tener durante un día normal previo a la llegada del virus. La concesión es de Ferrovial, y no ha cumplido su contrato nunca. La Comunidad de Madrid lo sabe y lo consiente. La lógica pública es hacer lo que sea necesario para cuidar a la población, mientras que la privada, su prioridad natural son los beneficios.