"Vamos a
salir","somos un país fuerte y cumplidor de los compromisos", "Gobernar es
agarrar el toro por los cuernos","Es el 5.6% no el 8.5%", todo ello ha dicho
Mariano Rajoy invocando un futuro prometedor e incierto ante la avalancha de un
presente cierto y desgarrador.
La ilusión
de un futuro mejor a fuerza de la repetición y de los triunfos partidistas no
han resuelto las grandes caídas de la economía y solo que la maquinaria
productiva despegue, es decir mayor empleo en el presente, sería capaz de
resolver la situación. Pero las grandes y desalentadoras cifras de la precaria
economía española y el acoso de los mercados bursátiles –al caído caerle-
muestran que no hay marcha atrás, la suerte está echada: Adiós sociedad del bienestar.
Se nos
olvida que el crecimiento de la economía española ha sido en gran medida debido
al impulso que la UE puso en su camino hasta inicios del 2011 cuando sus
aportes aun llegaban a las arcas estatales hispanas, y en gran medida esos
aportes a fin que se cumplieran las metas y se mantuviera el déficit fiscal lo
permitieron; e hicieron creer una bonanza que dependía más del crédito externo
y del crédito bancario interno que de
una creciente y prospera industria interna. En razón a la verdad solo creció la
industria de la construcción y su consecuente burbuja, pero de allí en adelante
pare de contar. La industria hotelera se ha mantenido como siempre, lo cual
demuestra que ella per se no es un factor
de perrenque para mantener nuestras finanzas fuertes. Y como en el horizonte
pareciera no existir mayor desarrollo de otros tipos de industria o innovación
de las existentes, entonces llamarse al engaño de un futuro próspero por la
inútil magia de las palabras raya con la insensatez o el irrespeto a la
inteligencia del auditorio.
De nada
vale seguir echando al otro el agua sucia sobre la responsabilidad de una
crisis que se generó externamente y que nos metió en su torbellino develando
nuestra cruda realidad anteriormente enmascarada por la carencia de crisis
alguna y porque los prestamos, auxilios o mas eufemísticamente ayudas podían
fluir desde cualquier sitio del mundo financiero y solventar la situación; pero
cuando ya los mercados cayeron victimas de sus propio desmesuramiento, ya era
insoportable para cualquier gobierno incluido del PP, solventar todo lo que la
fortaleza de la crisis trae consigo y la debilidad de la producción industrial
española.
Gracias es
posible dar a la bondad de la creación de la UE y su gran mercado, a las políticas
que la permitieron y metieron a España en el combo de avanzada del mundo hasta
llegar a ufanarse hasta no hace mas de tres años de ser una de las cinco mayores economías del
planeta y de tener un sistema bancario sólido. Ni lo uno ni lo otro pertenecían
al territorio de la verdad sino al territorio del ensueño, flotábamos en la
cuna mullida que Europa había construido y creíamos que nos era propia e
inalterable.
La verdad aunque
dura de nada sirve ahora. Decir que la pasaremos aun mas canuta de nada vale,
llevar las reformas laborales hasta el limite del desespero social y luego
añadir que no crearan empleo ni servirán en el mediano plazo es una catástrofe
para cualquier trabajador; y seguir jugando a medidas extremas desde la
política sin resonancia en la economía del presente, balanceándonos en la
incierta rama del futuro demuestra que la varita mágica de la respuesta sólida
aun no existe.
Por ahora
solo pronosticar será el recurso. Para las personas guardar sus escasos
recursos a ver si alcanzan a soportar esta avalancha y reconocerse pobre -
aunque se tenga piso-, será la estrategia para la gran mayoría. Los de los
grandes recursos como siempre sabrán sacar partida de la desgracia de todos con
o sin la anuencia del gobierno... Mientras tanto volvamos ha ser lo que hasta
ayer España ha sido, antes de la
burbuja.
Decía una
canción "si la plata se acaba, si el dinero se acaba, se vuelve a trabajar".
Ahora, ¿ni eso sería posible? Amanecerá y veremos.
La vida es
más fuerte que la economía.
O Barco de
Valdeorras 4032012
Twit.
@ikaros50
Ningún comentario:
Publicar un comentario