sábado, 31 de marzo de 2012

Derecho a la Huelga



Derecho Constitucional a todas éstas pero que el ministro De Guindos  calificó como un derecho del siglo XVIII no acorde con los momentos actuales y por tanto debería reformarse con lo cual posiblemente se le atraganto el “quitarse, eliminarse”.

Los trabajadores jamás han recibido nada gratis de sus patrones, desde la hilandera textil industrial en Inglaterra hasta los reactores nucleares de hoy ha sido así. El trabajador vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario que se transformará en su bienestar, el de su familia a fin que  le permita asegurar un futuro con alguna estabilidad.


Pero la maquinaria económica y política del neoliberalismo ha puesto el sentido del trabajo patas pa´rriba, lo ha deteriorado y lo ha transformado en una mercancía que se abarata al influjo de sus crisis y sus pérdidas, argumentando hasta lo divino con el fin de justificar y terminar cambiando todo el consenso y los acuerdos laborales que se daban hasta hace pocos meses y pidiendo además a los trabajadores que democrática y civilizadamente reconozcan los ajustes laborales a través de reformas del Consejo de Ministros, lo cual quiere decir mas o menos que se sometan mansamente al arbitrio sin recurrir a protesta legitima o ilegitima alguna, es decir : Señor tome ésta daga y máteme.

Por lo tanto patrones y trabajadores tradicionalmente han jugado papeles antagónicos jalando los unos para su único bolsillo y los otros también pera el suyo. Ni mas faltara que el trabajar fuese gratis o casi gratis, aspecto que pretenden y ello sí se  correspondería hoy con políticas de esclavitud del siglo XVIII que tratan de resurgir a capa y espada bajo el manto protector del Neoliberalismo. Pero esa pretensión gobiernista Rajoyana y Merckelista fué y seguirá siendo enfrentada como en la gran huelga de ayer por los trabajadores españoles quienes a través de sus principales voceros manifestaron en plaza que esta reforma laboral solo tiene dos salidas: Cambiarla o cambiarla ya que si no el malestar laboral in crescendo aunado a su protesta en las calles medirá la fortaleza o debilidad  los trabajadores y  el gobierno en representación de la empresa, el mercado y la política neoliberal. Otra vez el antagonismo trabajador-gobierno encrespa a la sociedad y no hay que desconocer que ella mayoritariamente es una masa de trabajadores que en democracia eligen tanta a sus lideres sindicales como al gobierno por lo tanto ni uno ni otros podrían abrogarse el autoritarismo y la dictadura de los decretos para hacer lo que les venga en gana.

1975

Lastimosamente la llamada Crisis da para todo lo que podemos imaginar en materia social y laboral ya que se convierte en el axioma que principalmente los gobiernos, los mercados y los políticos esgrimen como el arma justificativa de la malo, lo ruin y lo perverso socialmente y laboralmente hablando pero disfrazado de necesidad imperiosa.

Por último, el derecho la huelga no puede demostrarse al interior de los silenciosos templos sino en las calles e ineludiblemente cualquier brote de desorden será controlado o provocado por alguna de las fuerzas del conflicto  sin que aquello sea un campo de batalla sangrienta, lo cual es uno de los argumentos de quienes ven en las manifestaciones de la huelga la violencia del XVIII. Pero  me pregunto si habrá mas violencia hoy y sobre todo quién la genera. Por ello tratar de demeritar o desprestigiar el derecho constitucional a la huelga por actos aislados en las manifestaciones publicas solo es el sueño de quienes niegan la protesta social como un elemento de ésta manoseada democracia.

Vigo 29M 2012

El adiós al estado de bienestar será posible solo si los trabajadores y la sociedad entregan al presidente de gobierno la daga que les degolle.

Ainm
O Barco de Valdeorras 30032012

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