Por Trébede
Historia
de un economista es la historia de Peter
Griffins, quien durante cuatro meses trabajó para el Banco Mundial en Sierra
Leona. Libro extremadamente interesante, al menos lo que llevo leido, que
es más de la mitad. Podría hacer una reseña de casi cada capítulo, por las
revelaciones que hay para un occidental como yo, sobre el día a día en uno de
los paises más pobres del mundo. Sierra Leona.
El siguiente fragmento, me ha llamado poderosamente la
atención, ya que es un aspecto en el que nunca había pensado pudiese influir
con tanta importancia en la erradicación del analfabetismo mundial:
Al mirar a estos niños dirigiéndose a la escuela, me
pregunto si su educación les hará algún bien o no. Se denuncia que
alguien que ha completado la educación primaria será funcionalmente analfabeto
en tres años, a no ser que obtenga un trabajo que exija leer y escribir. No
abundan este tipo de trabajos y aunque en teoría abundaran, nuestro Ministerio
no puede permitirse comprar papel, así que no se escribe. Ni siquiera pueden
evitar volver al analfabetismo leyendo mucho. En los países pobres, y Sierra
Leona es muy pobre, no hay nada disponible para leer en forma de libros,
revistas o periódicos. Hay unos cuantos pequeños diarios en la capital, y las
mecanógrafas siempre parecen estar leyendo las novelas románticas de Milis
& Boon de décima mano, pero así es.
Nadie aquí puede
aprender a leer y escribir corno yo lo hice (mediante la lectura voraz de
cómics, libros infantiles, después novelas de misterio, historias de
detectives, ciencia-ficción, etc.. más que por lo que aprendí en la escuela).
Incluso los universitarios licenciados de aquí han leído pocas cosas que no
estuvieran en su programa de estudios, pues los libros no están disponibles. Me
gustaría ver a Gran Bretaña enviando todos los libros de segunda mano, restos
de ediciones, incluso revistas no vendidas, al Tercer Mundo. No tendrían por
que ser libros educativos, simplemente algo que la gente pueda disfrutar
leyendo. Es asombroso que los jóvenes profesionales que nos encontramos sean
risueños y estén entregados a su trabajo. Creen que son diferentes, incluso
aunque no tengan mucho material ni medios para realizar sus trabajos. Un hombre
joven no parecía tan contento. Había crecido en Freetown y fue allí a la
universidad. Sus estudios fueron brillantes. Después hincas doctorado en
Cambridge, y pensó que el único límite era el cielo. Ahora ha sido arrojado al
olvido como trabajador en un proyecto sin prácticamente salario. Tiene que
desempeñar un trabajo en el que no necesita ninguna de las capacidades que le
ha costado esfuerzo aprender, y no recibe ningún respeto ni reconocimiento
puras formación. Ni siquiera puede obtener suficientes medios para realizar su
trabajo rutinario adecuadamente. Estaba bastante alterado mientras me contaba
todo esto, y creo que está cerca de una crisis nerviosa. ¡Qué pérdida!
A
la vista de lo necesario que es llevar documentos impresos a los lugares donde
realmente son necesarios, me surge la pregunta con la que título el artículo,
¿No se debería mandar la mayor parte de revistas, comics, libros… etc que hay
en los contenedores de papel reciclado a estos países en fase de erradicación
del analfabetismo?
The Economist's Tale: A Consultant Encounters Hunger and the World Bank, Peter Griffins. 2004
Lo que realmente sucede cuando el Banco Mundial impone
sus políticas en un país? Esto es una visión desde dentro de una crisis ayuda a
medida. Peter Griffiths fue en la interfase entre el gobierno y el Banco. En
esta cuenta el día a día de una misión que llevó a cabo en Sierra Leona en
1986, cuenta la historia de cómo el Banco Mundial, obsesionado con el libre
mercado, impuso un acuerdo secreto sobre el gobierno, la prohibición de todas
las importaciones de alimentos del gobierno o subsidios. Este es un retrato
poco común e importante del mundo de la ayuda que los iniciados reconocerán,
pero de la que el público en general rara vez se consigue un vistazo.
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