luns, 20 de febreiro de 2012

El timbre

La noche cerró sus puertas brevemente.

En la penumbra él era perseguido por un filoso cuchillo en manos de una alta sombra.

Corrió huyendo por un estrecho zaguán sin salidas. Ya acorralado, el filoso cuchillo se lanzó dos y tres veces sobre su cuerpo que alcanzó a esquivar, pero al golpear la mano contra el muro, rodó, y ahora quedó al alcance de la derecha suya que raudo lo tomó y como rayo lanzó varios lances sobre la sombra atacante quien al verse así, angustiada, no podía creer que ahora  estuviera  ella a punto de ser vencida. Así, aterrorizada y a punto de morir oyó un timbre muy agudo Rriiingg… y ¡Uuff que susto!, sigo viva, afortunadamente era solo en  sueño. Se dijo la muerte.
ainm

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