Parece que sube, pero es sólo un espejismo entre recortes. Las subvenciones que Sanidad destinará a programas de prevención y control del VIH y el sida para el año 2013 se publicaron el pasado miércoles. Son 1.100.000 euros. Una cifra que, a pesar de representar un aumento del 10% respecto a 2012, queda muy lejos aún de los casi 3,9 millones de euros invertidos en 2011, justo antes de que los populares llegasen a La Moncloa y Ana Mato se hiciese con la cartera de la entonces ministra Leire Pajín.
Las subvenciones se destinan a programas –77 en 2010 y 2011, 43 en 2012, y 31 en 2013– que desarrollan diferentes entidades. Entre los que más reciben están Médicos del Mundo, con tres subvenciones para tres proyectos que suman 205.000 euros; la Coordinadora Estatal de VIH/Sida (CESIDA), con 150.000 para 5 proyectos; la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB), con 114.000 para 4; y Cruz Roja, con 98.500 euros para dos proyectos.
Pese a los 100.000 euros más de este último ejercicio, las entidades advierten que el ministerio de Mato está, en realidad, ahorrando en prevención. "En este contexto de recortes, están concurriendo a las subvenciones nuevos programas que antes se cubrían de otra forma", avisa Alberto Martín-Pérez, técnico de salud de la FELGTB. Es decir, más entidades optan ahora a menos subvenciones que en 2011 cuando, con casi 4 millones de euros, las ayudas ya eran "muy justitas".
Por ejemplo, la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida tenía firmado un convenio con el Ministerio del Interior para llevar a cabo acciones de prevención entre la población reclusa. Según explica Garrido, la estructura de esa secretaría cambió, por lo que ahora las entidades que realizaban ese trabajo "se presentan a esta convocatoria", matiza Marín-Pérez.
Algo similar ocurre con el Consejo de la Juventud de España. El Gobierno ha optado por suprimir este órgano de representación juvenil, pero los obstáculos que ha ido interponiendo en su camino no son nuevos. Como indican desde el propio Consejo, en 2010 se firmó un convenio bianual para la prevención del VIH entre los jóvenes. Ese año recibieron 84.000 euros y en 2011 otros 175.600 euros. En 2012 y 2013, nada. Con esta situación, "no se realizó ninguna campaña de difusión".
Desde las ONG denuncian también la reducción del presupuesto que desde el Estado se destinaba a las comunidades autónomas. "Decían que son las comunidades quienes tienen que asumir el coste", apunta Jorge Garrido, director de Apoyo Positivo. Sin embargo, el resultado fue que las ayudas autonómicas se vieron mermadas y muchas de las entidades que antes concurrían a esas subvenciones optaron por acudir a las estatales.
Cataluña invierte casi lo mismo que el Estado
No obstante, el monto de las subvenciones varía entre comunidades. Andalucía y País Vasco destinarán para 2013 cerca de 300.000 euros, mientras que Catalunya reparte ayudas por valor de 1.047.247 euros. Casi el total de lo que invierte Sanidad.
Las consecuencias de estas políticas se dejan notar, sobre todo, entre las ONG más pequeñas que se encargan de ámbitos concretos. Es el caso de Apoyo Positivo. Como explica Garrido, esta entidad cuenta con el "único proyecto para luchar contra la discriminación en el entorno laboral de personas con VIH y sida".
En 2011 recibieron 25.000 euros, gracias a los cuales pudieron elaborar guías y organizar talleres y cursos con sindicatos y organizaciones empresariales para la formación de enlaces que trabajasen en las empresas contra este tipo de discriminación. En 2012 Sanidad no les concedió la subvención y en 2013, a pesar de concurrir con otra organización, tampoco, lamenta Garrido.
Cancelar proyectos
Y la situación se agrava para estas entidades si se tiene en cuenta que la concesión de estas ayudas se da a conocer cuando la mayor parte del proyecto ya está en marcha. Las de 2010 se conocieron en diciembre de ese año; las de 2011, en septiembre; y las de 2012 y 2013, en enero del siguiente. "Es un problema, porque estás jugando con dinero a posteriori", indica el director de Apoyo Positivo, que en 2012 se vio obligado a "limitar las actividades y tirar de fondos propios" al no contar con ayuda estatal.
Todo ello ha obligado a algunas organizaciones a cancelar sus proyectos. "Mucho trabajo de base se ha perdido", confiesa Garrido, cuya ONG ha tenido que poner fin a sus talleres de formación.
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