martes, 21 de agosto de 2018

Encuentran un queso de 3.200 años en una tumba egipcia

Los análisis de una sustancia encontrada en el sepulcro de un oficial egipcio del siglo 13 antes de Cristo han revelado que se trata de queso solidificado

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El queso de 3200 años encontrado en Egipto (Foto: E.Greco)
En 2010, la tumba de Ptahmes quedó al descubierto después de más de un siglo oculta. Había sido encontrada por primera vez en 1885, pero fue cubierta de nuevo por la arena del desierto hasta más de un siglo después. El monumento mortuorio de este oficial egipcio de alto rango guardaba un secreto que, años después, ha salido a la luz.
Los arqueólogos que limpiaban la tumba encontraron varias jarras rotas, una de las cuales parecía contener una sustancia en su interior. Al encontrarse totalmente solidificada, los científicos tomaron muestras para analizarlas en el laboratorio y los resultados han resultado, cuando menos, sorprendentes: es queso.
Sin duda, uno de los alimentos más antiguos encontrados hasta la fecha en el mundo

Enrico Greco, investigador de la Universidad de Pekín y autor del artículo publicado en la revista Analytical Chemistry, asegura que los arqueólogos “sospechaban que era comida, por el método de conservación y la posición en la que fue encontrada la sustancia”, pero no lo descubrieron hasta que llevaron a cabo varias pruebas.
Un queso similar al de cabra y con una bacteria

La tumba encontrada en Egipto es del siglo 13 antes de Cristo, por lo que el queso tendría más de 3200 años de historia, sin duda, uno de los alimentos más antiguos encontrados hasta la fecha en el mundo.
Sin embargo, las sorpresas sobre este hallazgo no terminan ahí. Y es que parece que este lácteo solidificado contendría además una bacteria muy peligrosa, la ‘brucella melitensis’, que provoca brucelosis. Esta bacteria está asociada a enfermedades infecciosas que se transmiten de animales a humanos, probablemente a través de la ingestión de productos lácteos sin pasteurizar.
Para Paul Kindstedt, profesor de la Universidad de Vermont y estudioso de la química y la historia del queso, el encontrado en la tumba sería similar al queso de cabra, aunque bastante más ácido. “Seguramente fuera muy húmedo, fácil de untar y no duraría mucho: se estropearía muy rápido”, asegura Kindstedt. De momento, se ha mantenido durante 3200 años.

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