La basílica del Pilar pasará a ser propiedad de la iglesia el 5 de abril del próximo año.
EDUARDO BAYONA
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La iglesia anotó a su nombre en el Registro de la Propiedad entre 1981 y 1988 la titularidad de 14 iglesias zaragozanas, once templos rurales, cuatro ermitas y otros tantos cementerios, según señala la documentación remitida por los registradores al ayuntamiento de la capital aragonesa, que también recoge cómo el arzobispado y las parroquias registraron en ese periodo siete casas parroquiales, varios pisos, huertos y campos e, incluso, un frontón ubicado en Garrapinillos hasta sumar 49 propiedades.
La práctica totalidad de esas inscripciones, a las que se añaden dos posteriores, fueron realizadas por los procedimientos de la inmatriculación, por “consolidación de dominio”, un trámite que consiste en anotar la posesión de un inmueble tras extinguirse el usufructo por el que lo disfrutaba otra persona, y “en virtud de certificación”. También hay tres por compraventa.
Las inscripciones de 28 de los 29 templos (todos salvo la del Sagrado Corazón), los cuatro cementerios y las cuatro ermitas, ubicadas en los barrios rurales de Peñaflor, la Cartuja Baja, San Gregorio y Movera, fueron realizadas antes de que, en 1998, el Gobierno de José María Aznar levantara el veto que desde 1946 prohibía a la iglesia registrar a su nombre inmuebles dedicados al culto.
Propiedad incuestionable
Nadie puede discutirle ya a la iglesia la propiedad de varios de esos templos, como los de Santiago El Mayor, San Pablo, Santa Engracia, San Gil o San Miguel de los Navarros, al haber pasado más de 30 años desde su inscripción registral y haberlos poseído pacíficamente durante esas tres décadas. Ocurre lo mismo con los cementerios de Monzalbarba y de Torrecilla de Valmadrid.
También han transcurrido los treinta años necesarios para que se produzca la adquisición por usucapión en el caso del frontón anexo a la casa parroquial de Garrapinillos, registrado el 25 de febrero de 1985, o del huerto de 2.800 metros de Movera, anotado en mayo de 1984, mientras faltan apenas dos meses para que hayan pasado en el campo de 6.120 metros cuadrados de Alfocea.
Por el contrario, ese plazo no ha concluido en otros edificios emblemáticos de la ciudad como la basílica del Pilar (vence el 5 de abril del año que viene) y San Juan de los Panetes (enero de 2019), ni con los cementerios de Juslibol (mayo próximo) y Movera (Mayo de 2027).
Todas las inscripciones, en cualquier caso, se produjeron mientras el arzobispado de Zaragoza estuvo dirigido por Elías Yanes, expresidente de la Conferencia Episcopal y considerado uno de los representantes del sector progresista de la iglesia española.
Frenética actividad registral
El ritmo de las anotaciones incluye algunas jornadas con una “frenética” y “tremenda” actividad, según explicó el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, que resaltó cómo el arzobispado llevó al registro en un solo día, el 8 de abril de 1987, en vísperas de la semana santa de ese año, hasta ocho templos. En el paquete de ese día se encuentran varios de los más destacados de la ciudad, como Santiago el Mayor, La Magdalena, Santa Engracia, San Gil y San Miguel de los Navarros. Esa misma semana había sido inscrita La Seo.
“En unos meses de 1987 fueron registrados más de veinte inmuebles”, destacó el alcalde, que anotó que “la jerarquía eclesial debería darse cuenta de que los tiempos están cambiando, y si durante treinta años se han hecho estas cosas con la complicidad de la clase política, ahora la ciudadanía exige otros modos de acceso a la información y de contrastar argumentos”.
La documentación del registro se ha conocido en pleno conflicto entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el arzobispado por la titularidad de la catedral de La Seo y de las iglesias de La Magdalena, Santiago el Mayor y San Juan de los Panetes.
El consistorio ha recurrido el auto por el que, hace unos días, la magistrada del Juzgado Contencioso número 5 de Zaragoza decidió suspender el acuerdo por el que la junta de gobierno municipal ordenó a los Servicios Jurídicos, en cumplimiento de un mandato del pleno , que iniciaran las acciones legales para reclamar la titularidad pública de esos edificios.
“No querían ocultar cuatro, sino más de 40”
La magistrada respalda la tesis que mantiene en su demanda el arzobispado, según la cual el equipo de gobierno tomó esa decisión sin el aval de un informe jurídico. Sin embargo, los letrados municipales habían emitido uno que, aunque recomendaba implicar en el pleito al Estado y la comunidad autónoma, cuestionaba la legalidad de las inscripciones de esos templos.
Y, posteriormente, el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 21 de Zaragoza reconoció la legitimación del consistorio para reclamar la titularidad pública de los templos y citar a un acto de conciliación a la archidiócesis y a las parroquias que los registraron.
“No querían ocultar que eran los cuatro templos que incluimos en el acto de conciliación, sino más de 40”, apuntó Santisteve, que reclamó “el derecho de los ciudadanos a conocer” las propiedades de “una entidad privada” como la iglesia. “Tenemos el derecho a saber”, añadió.
Ese acto de conciliación, que terminó sin avenencia, abre un nuevo periodo de treinta años para que las administraciones puedan litigar en los tribunales por la titularidad pública de los cuatro templos al arzobispado y a las parroquias. “Nunca hemos reclamado la propiedad para el ayuntamiento. Defendemos que se trata de bienes de dominio público; es decir, de todos”, anotó Sanisteve.
Por otro lado, la consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, aseguró este viernes en las Cortes, en respuesta a una pregunta de la parlamentaria de Podemos Amparo Bella, que los servicios jurídicos del Gobierno autonómico están estudiando la posibilidad de disputarle a la iglesia la titularidad de las catedrales de Jaca, Tarazona, La Seo y Roda de Isábena, todas ellas
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