Aníbal Malvar
El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, acaba de ser denunciado por los niños de la guerra. Los niños de nuestra guerra ya son viejos, pero siguen empeñados en exhumar a sus padres de las cunetas en que los enterraron los salvadores de la patria. Sucedió entre 1936 y el incierto año en que se colapsaron de cadáveres todas nuestras cunetas. Quizá Hernando haya cometido una falta de respeto cuando, hace una semana, dijo de estos niños de la guerra que “se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlo”. Bueno. A Hernando habrá que recordarle que también aquellos salvadores de la patria obtuvieron subvenciones para enterrar en las cunetas a los defensores del régimen democrático de la II República. Concretamente, subvenciones de Adolf Hitler y de Benito Mussolini, entre otros. Esto de las raras subvenciones es muy pandémico. Le está pasando hasta a la UGT en Andalucía, según se lee hoy en los periódicos.
Ayer mismo por la mañana, Hernando se resistía a rectificar y acusaba a laAsociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de malinterpretar torticeramente sus palabras. “No tengo que rectificar absolutamente nada porque sencillamente esas palabras han sido tergiversadas y manipuladas”, se ha reafirmado el ilustre y adjunto portavoz del PP. El problema es que uno mira una y otra vez el corte del programa El cascabel al gato, de la inefable, muy episcopal y ultrasiniestra 13TV, y Hernando dice lo que dice también una y otra vez, sin posibilidad alguna de tergiversación. “Se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlo”, dice la primera vez que lo escuchas. “Se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlo”, dice otra vez si rebobinas el youtube. Y por muchas veces que te pongas el youtube, sigue diciendo esto sobre los hombres y mujeres que solo piden que desentierren a sus padres de las cunetas franquistas: “Se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlo”.
No quiero resultar quisquilloso, querido Hernando, pero esa frase suya dice lo que dice y es imposible tergiversarla o manipularla. O eso le parece a mi corto entender de simple votante feo, agnóstico y sentimental. No se me ofenda su señoría.
Pero no es solo eso. Si se pone uno levemente exégeta, podría interpretar las palabras de Rafael Hernando de la siguiente manera, y quizá de ninguna otra: “Los nietos de la guerra se están forrando a subvenciones con la excusa de buscar esqueletos de mierda”. Eso sí sería una leve tergiversación de las palabras de Rafael Hernando, portavoz adjunto del PP en el Congreso. Aunque tergiversación muy leve. Porque Rafael Hernando, y todos lo sabemos, quiso decir exactamente eso que acabo de traducir al castizo.
Cada vez que gobierna el PP con mayoría absoluta me da la impresión de que se creen que han vuelto a ganar la guerra, y no unas elecciones cuatrienales. Es que son de recalcitrantes que no veas. Y sueltan estas frases incontrovertibles, puras, exactas, diamantinas y perfectas. Esas frases que compilan todo el pensamiento de una persona. Todo el pensamiento de una facción no desdeñable de ese partido, el PP, y toda una herencia. Una facción del PP, y lo digo con sincera congoja, parece estar pasando con naturalidad de “la derecha sin complejos” que popularizó Aznaral “fascismo sin complejos” que se le escapa al PP de Rajoy por las rendijas. Rendijas como la boca de Rafael Hernando. “Se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlo”. Qué pedazo de frase, ¿no?
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