Desde 2009, el 'popular' sigue el mismo patrón y se presenta como el protagonista de la publicidad electoral
JAVIER PARDO
Feijóo lo ha vuelto a hacer. El presidente regional ha vuelto a desplazar la marca del PP en sus carteles electorales, dejando a su partido en un segundo plano y posicionando su mensaje de campaña y su figura como protagonistas de la publicidad que engalanará Galicia de cara a los comicios del próximo 5 de abril.
No es la primera vez. De hecho, Feijóo se ha constituido en los últimos años como un líder presidencialista y omnipotente que no ha dudado en utilizar su poder para denunciar, públicamente y sin fisuras, aquellas medidas que desde Génova se anunciaban a bombo y platillo y que no concordaban con sus ideales. La derechización argumental de las últimas fechas, realizada por un Pablo Casado que sabe que Vox roba votantes por la derecha, no es del agrado del líder regional. Es por ello que este nuevo ‘desplante’ cobra un sentido especial.
“Galicia é moito” (Galicia es mucho) es el lema escogido. Tres palabras que aparecen reflejadas en blanco junto a un retrato del propio Feijóo. Las siglas del partido únicamente aparecen en pequeño junto al nombre de la comunidad autónoma, serigrafiadas como un apéndice que puede pasar desapercibido en la totalidad de la representación.
Los tiras y aflojas del popular con la dirección nacional son vox populi, máxime desde que Pablo Casado instara a su homólogo y compañero a aceptar la unión de coalición con Ciudadanos planteada por Inés Arrimadas en las últimas fechas. Reunificar al centro-derecha es el anhelo particular del líder nacional, que ya lo intentó bajo la marca ‘España Suma’ de cara a los comicios del 10 de noviembre. Ahora, tras el batacazo electoral de Cs, Inés Arrimadas ha aceptado, rectificando sus propias palabras (“España Suma es el sueño húmedo de Pedro Sánchez”) y proponiendo que la unión se inicie en las elecciones gallegas, vascas y catalanas.
Grazas a todos os que confiades e traballades por este obxectivo excepcional. E por facelo xuntos. Porque xuntos somos moito máis capaces de dalo todo por Galicia. #GaliciaéMoito. pic.twitter.com/F6HUXswjrE— PP de Galicia (@ppdegalicia) February 17, 2020
Sin embargo, el presidente de Galicia, que parte como favorito en las encuestas -aunque el colchón no es tan amplio como en ocasiones pretéritas-, ha reivindicado que el PP de Galicia no es el laboratorio particular de Madrid, señalando que los naranjas no cosecharon apoyos en las pasadas elecciones y desdiciendo a ciertos altos cargos de su propia formación.
Sobre la propuesta de coalición, rechazada en varias ocasiones pese a los cantos de sirena que tratan de presionar en favor de la misma, el popular ha subrayado que su intención "no es tanto ser un candidato de un partido, sino intentar ser un representante de la gran mayoría de los gallegos". "Después de tres mayorías absolutas, a estas alturas solo me debo a Galicia. Por eso me presento, no para ser un presidente de la Xunta. Me presento para mantener mi compromiso exclusivamente con Galicia", ha recalcado.
El PP, como siempre, en segundo plano
Desde que Feijóo lograra la mayoría absoluta en 2009, el presidente ha revalidado el cargo sin complicaciones y con mayorías aplastantes cada vez que las elecciones amenazaban su mandato. Echó del poder a la coalición PSOE y BNG y, ahora, se enfrenta a su reválida más complicada.
Sin embargo, el modelo ha sido siempre el mismo. El PP es el partido, pero la marca que se externaliza es Feijóo. En 2009, bajo el lema “Chegou o momento” (llegó el momento), el dirigente ya dejaba fuera las siglas de su partido y se presentaba como la persona capaz de cambiar el rumbo de la autonomía.
"Galicia Primeiro" (Galicia Primero) fue la consigna en 2012. En aquel momento, el PP de Galicia temía que el rumbo nacional y la figura de Mariano Rajoy pudieran provocar un giro en los comicios. Es por ello que, tal y como explicó Alfonso Rueda, número dos del presidente autonómico, el partido optó por una "filosofía personal" que "no se presenta contra nadie, sino que su único rival es la crisis económica". De nuevo, un retrato del líder se imprimía junto al mensaje sin rastro de las siglas del PP.
También en 2016 la estrategia publicitaria gallega desechó la posibilidad de ampararse en el respaldo de la formación. Y la representación, la de siempre: retrato de Feijóo ocupando buena parte del cartel, mensaje escueto y directo con guiño a la comunidad autónoma ("En Galicia, sí") y el PP en un segundo plano.
La repetición de un mismo patrón hizo que María Dolores de Cospedal, entonces secretaria general del PP, tuviera que dar explicaciones. Los buenos resultados de su homólogo hicieron que la dirigente defendiera a su compañero, alegando que el partido priorizaba que al elector le llegara la imagen del candidato y no se cerrasen puertas por apego partidista: "Lo que ocurre es que nosotros, en campaña, creemos que es mucho más útil y más eficaz poder llegar al mayor número de personas posible".
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