JUAN OLIVER
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La Xunta de Galicia presume de que tiene las listas de espera quirúrgica más bajas de España para algunas especialidades. Por ejemplo para las varices, una inflamación anormal de las venas por el mal funcionamiento de las válvulas venosas que facilitan el retorno de la sangre al corazón. Según los datos del Servicio Galego de Saúde (Sergas), la demora para operarse de esa enfermedad no superaba el año pasado los 43 días. Pero ese dato camufla una realidad bien distinta si se tiene en cuenta el modo en que se elaboran las listas de espera en algunos centros, que incluye no informar al paciente de toda la verdad sobre el tratamiento que va a recibir.
Según ha podido saber Público, la administración sanitaria está ofreciendo a los pacientes de varices del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) operarse en una clínica privada, la Quiron-Domínguez, en vez de anotarse en la lista de espera. Si aceptan, se los deriva al Quirón, donde son intervenidos con celeridad. Pero si declinan la oferta, se considera que han rechazado el tratamiento que les indica la sanidad pública y se los excluye de las listas de espera estructurales, las prioritarias y de las que la Xunta presume.
El Sergas no advierte de que en el Quirón serán operados por cirujanos generalistas
Los afectados aseguran que el Sergas los engaña porque no les advierte de que en el Quirón no serán operados por especialistas en cirugía vascular, sino por cirujanos generalistas, y porque nadie les explica que en ese centro se emplea la varicetomía clásica, una técnica mucho más cruenta, invasiva y con peor postoperatorio que la que usa en el CHOP, la cura hemodinámica de la insuficiencia venosa ambulatoria (Chiva), más moderna y con mejores resultados para el bienestar del paciente.
Mediante la varicectomía, que requiere anestesia epidural y en algunos casos general, se extirpan completamente los vasos varicosos y también la safena, la vena superficial más importante de la pierna. La Chiva, por contra, se utiliza con anestesia local y no supone la extirpación de vasos porque consiste en interrumpir el flujo sanguíneo erróneo sólo en aquellos puntos en los que se ha detectado esa anomalía durante un análisis previo. La varicectomía obliga a realizar incisiones en la pierna más agresivas y profundas que las microincisiones que requiere la cura hemodinámica.
El método que usa el CHOP tampoco precisa ingreso hospitalario y permite al paciente reincorporarse en muy poco tiempo, a veces en cuestión de horas, a su actividad normal, incluso a la laboral. El segundo no suele requerirlo salvo en casos de pacientes con otras complicaciones. Pero la recuperación es mucho más lenta, molesta y, en ocasiones, dolorosa.
El Sergas también camufla las listas de espera quirúrgica de pacientes enfermos de cataratas.
Según el testimonio de una afectada que fue intervenida en el Quirón, padeció severas cefaleas durante dos días y tardó otros cuatro en volver a su vida normal. Cuando el Sergas le ofreció operarse en la clínica privada para evitar su inclusión en una lista de espera no prioritaria, nadie la informó de que los dos hospitales empleaban técnicas diferentes, ni de sus ventajas y desventajas, ni de cuál era más aconsejable para su caso concreto, ni de que quien la operaría sería un cirujano generalista y no uno especializado en cirugía vascular.
Para el Sindicato Médico de Galicia (SMG), la denuncia demuestra "la gravedad de la situación asistencial del CHOP y lo sistemas de maquillaje" que usa el Sergas para maquillar las listas de espera. A principios de este mes, el jefe de Oftalmología del mismo hospital presentó su dimisión y anunció que dejaba la sanidad pública aludiendo a su reserva ética por el daño que causaba a sus pacientes otro método empleado por el Sergas para camuflar las listas de espera quirúrgica de pacientes enfermos de cataratas. "Sin duda, la gerencia podrá volver a decir que desprestigiamos al sistema y a sus profesionales, pero éstos son los hechos y éstas son las consecuencias de sus decisiones", añade el SMG.
El Sergas no respondió a la solicitud de Público para contrastar la información sobre el caso hasta que se publicó la primera versión de este artículo. Con posterioridad, fuentes del gabinete de Comunicación aseguraron que todos los pacientes de Pontevedra enviados a centros privados figuraban en las listas de espera, aunque sin negar que a los que rechazan ser operados en ellos se les excluye de las mismas. El Sergas sí admite que en las operaciones de varicectomía gestionadas por el sistema público de salud participan tanto especialistas en angiología y cirugía vascular como cirujanos generalistas, sin aclarar si en el caso citado son estos últimos. La Xunta tampoco explica si se utilizan técnicas diferentes –sólo que hay “garantía y calidad clínica durante todo el proceso asistencial”-, pero, sobre todo, elude pronunciarse sobre si los pacientes han sido engañados.
Por su parte, el grupo Quirón, que pertenece a la multinacional alemana Fresenius Helios y miembro de la Asociación de Hospitales de Galicia (Ahosgal), sí admite que en su clínica de Pontevedra “las operaciones de varices las realizan especialistas en cirugía general (...) que están perfectamente cualificados”. Fuentes de Ahosgal añaden además: "Por la información de la que disponemos, también realizan este tipo de cirugías [las varicectomías] en diversos hospitales del Sergas profesionales con idéntica especialización". Ahosgal recuerda asimismo que mantiene un concierto para tratar a pacientes del Sergas, y que es éste el que determina “qué pacientes” se derivan y “qué tipo de procedimientos” se emplean con ellos.
"La realidad es que la sanidad pública está cada vez más deteriorada"
Para la portavoz de Sanidade de En Marea y vicepresidenta del Parlamento Gallego, Eva Solla, de confirmarse la denuncia el Sergas estaría vulnerando los derechos de sus pacientes. "Cuando no se está dando la información necesaria sobre las diferentes técnicas que se proporcionan es evidente que es está violando el derecho de las enfermas y los enfermos y actuando sobre su capacidad de decisión. Por otro lado, lo que se está haciendo, de manera perversa, es incrementar las derivaciones a la sanidad privada, que, según entendemos, es el objetivo de la Xunta de Galicia desde el principio·.
"La realidad es que la sanidad pública está cada vez más deteriorada, las derivaciones a hospitales privados se incrementan y, en este caso, lo que es una circunstancia más grave, se hace a costa de incumplir los derechos de los pacientes y de volver a falsear los datos de las listas de espera", sostiene Solla, coordinadora general de Esquerda Unida-Izquierda Unida en Galicia.
Las varices afectan a alrededor del 20% de la población adulta, aunque la enfermedad alcanza prevalencias de entre el 40% y el 50% de las personas mayores de sesenta años. Los expertos advierten de que un diagnóstico precoz y un tratamiento rápido son fundamentales para evitar su progresión y que puedan llegar a causar úlceras venosas, trombo flebitis y trombosis.
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