mércores, 21 de febreiro de 2018

¿Obsesión por la estética?

Paula Fernández, Paula del Moral, Vero Orizaga, Alba López y Saray Pérez.
http://www.pikaramagazine.com/


Podríamos presentarnos como unas alumnas que por casualidad coincidimos en esta carrera (Trabajo Social) en una ciudad como Vitoria-Gasteiz, y que congeniamos de tal forma, que pensamos en realizar un proyecto para dar visibilidad a un tema que nos parece relevante. Pero realmente preferimos mostrarnos como cinco mujeres conscientes de nuestra posición en la sociedad, cinco mujeres con cuerpos y revoluciones diferentes, que nos juntamos en un momento determinante de nuestra vida tanto personal como profesional, y a las que se les presentó la oportunidad de realizar un trabajo sobre género, en el marco de unos talleres de sensibilización impartidos por Medicusmundi Araba sobre los diferentes fundamentalismos que sufrimos todas las mujeres a lo largo y ancho del planeta.
Todas hemos sentido y sentimos la presión por encajar en ese ideal, ese ideal tan utópico con el que se nos bombardea desde que somos unas niñas, supuestamente sin intención. A algunas nos sobran kilos, a otras nos sobran pelos, a otras nos falta altura, o no tenemos suficiente culo… Recibimos al cabo del día tantos estímulos negativos sobre nuestra apariencia física, que llegamos a olvidar que lo importante no es lo que se ve. La inteligencia emocional, la autoestima… aspectos que pasan a un segundo plano cuando nos preguntan “¿Qué cambiarías de ti misma?”.
Este no es un camino fácil, es un proceso largo de aceptación y amor propio, en el que cada una se encuentra en una etapa diferente, y en el que tratamos de aprender de cada una lo más bello que poseemos: la forma de ejercer nuestra libertad de una manera sana y reivindicativa, pudiendo transmitir fuerza al resto de mujeres en situaciones diferentes.
Nuestra revolución empieza con un gesto simbólico como el de desabrocharnos el sujetador, pero no se queda ahí. Queremos que llegue el momento en el que nuestro desnudo no se censure, ni se penalice a la mujer que elige maquillarse por elección propia, ni la que decide olvidarse de cuchillas y cera, y dejar su vello corporal libre. Además, derrocar el ideal de belleza impuesto por la industria de la moda y los medios de comunicación, visibilizando que todas somos diferentes y válidas. Todo esto trabajando la sororidad, entendiendo que las envidias son la forma impuesta más agresiva de enfrentarnos las unas a las otras para así, debilitar nuestra lucha.
Al patriarcado le gritamos que nos queremos libres, que es como más bonitas nos vemos nosotras siempre. Y que todas juntas, de la mano, podemos derrocar y cambiar este modelo tan opresor que nos intenta quitar las energías, para seguir amándonos y cuidándonos como sólo nosotras podemos hacerlo.

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