Nos dicen que el turismo es un motor económico, pero poco se habla de su impacto social. Agustín Cocola Gant investiga sobre turismo y gentrificación en la Universidad de Lisboa.
Conoce bien la realidad de Barcelona, tema de su tesis doctoral sobre la recreación de El Gòtic. Habla de la ciudad como espacio de consumo, como un producto más de la política capitalista; y detalla que ya desde el franquismo el turismo se hizo industria en este país.
Aunque este experto está de vacaciones, nos atiende por teléfono para poner de relieve lo que menos se ve sobre las consecuencias de este fenómeno. Y puntualiza cuatros aspectos clave: el problema de la vivienda, cómo afecta a la vida cotidiana, cómo se distribuye la riqueza del turismo y el impacto ambiental en relación al cambio climático.

La idea de que el turismo crea riqueza, ¿hasta qué punto es cierta?

El problema ante esa pregunta es que los datos que existen solo miden el dinero que genera el turismo, pero no cómo se distribuye, ni los gastos que produce el turismo al Estado.

¿Qué tipos de gastos?

Agustin Cocola Gant

Partimos de hipótesis, porque no hay estudios. El turismo crea empleo, pero empleo de poca calidad, precario. Para un trabajador puede estar bien para llegar a fin de mes, pero eso apenas cotiza a la Seguridad Social. Incluso algunos no cotizan, porque cobran 600 euros. Si tenemos en cuenta que muchos son trabajos de temporada, quizás por solo seis meses, y algunos tienen opción a pedir el subsidio por desempleo después… eso es un gasto del Estado porque no es empleo estable ni bien pagado.
El turismo mueve mucho dinero pero para las grandes empresas, compañías aéreas, hoteles, grupos inmobiliarios, turoperadores. Pero aquí lo que se queda es un trabajo precario para llegar a fin de mes y eso no debemos considerarlo riqueza. Por ejemplo, ¿cuánto dinero destina el ayuntamiento a limpiar playas, calles, para policía o ambulancias? Una serie de servicios pagados por los ciudadanos y, en su mayoría, destinados para facilitar la afluencia turística. No lo sabemos y debería hacerse un estudio serio.

Estamos tan faltos de empleo que es la gran excusa cuando se debate sobre el impacto del turismo.

"El turismo es un chantaje porque no puede ser que todo sirva. Hay que poner sobre la mesa un debate social y político"
En ese sentido el turismo es un chantaje porque no puede ser que todo sirva. Si por ejemplo a un pueblo llega una industria química que contamina todo el río, a lo mejor el ayuntamiento dice que genera empleo, pero las consecuencias son peores. Hay que poner sobre la mesa un debate social y político de estos aspectos. El todo vale es imposible. El problema está en que el turismo genera costes sociales y nadie está pagando por ello. Las empresas del sector no contribuyen a las arcas públicas para distribuir los beneficios del turismo.

¿Somos conscientes del impacto que genera el tema de los apartamentos turísticos?

En el día a día el tema de que existan apartamentos turísticos en bloques de vecinos representa molestias, no poder dormir, no sabes qué vecino vive a tu lado porque cambia cada semana… No es un problema sin más. En muchos casos se convierte en un problema de salud pública. De gente que se tiene que levantar a las siete de la mañana y no puede porque no duermen.

¿Y más allá de la convivencia?

"El 60% de la población en Barcelona gana 1200 euros y en centro de la ciudad, por ese precio, no hay apenas pisos en alquiler"
Quita muchos apartamentos de alquiler para los trabajadores porque no existen ya. O los que hay son carísimos. Ya hemos visto cómo en Ibiza policías o médicos no pueden aceptar ofertas porque no encuentran vivienda.

Se empeora las condiciones de la clase trabajadora…

La vivienda es fundamental para la calidad de vida de cualquier persona. Y si la vivienda que consigues es compartir piso con gente que no conoces o pagarla con el 80% de tu sueldo… Tiene un impacto real. Afecta a la clase trabajadora con menos capital, pero también a una clase media con buenos salarios y buenas condiciones de trabajo que tampoco puede acceder a la vivienda en destinos turísticos. El 60% de la población en Barcelona gana 1200 euros o menos, y en el centro de Barcelona, por 1200 euros apenas hay nada.
Si hay algo más barato es de 30 metros cuadrados, no pidas más. Se olvida también que la vivienda disponible también es para extranjeros. El turismo no solo trae turismo temporal de fin de semana, también estudiantes internacionales que vienen por meses, europeos que tienen su segunda vivienda en España...Y también se olvida que como en zonas turísticas el precio de la vivienda sube, eso atrae a especuladores que compran vivienda como inversión. La compra, la deja vacía y la vende. El precio de la vivienda en Barcelona está subiendo al año un 15-18% y no hay actividad productiva que dé tanto margen.