luns, 18 de xuño de 2018

La Xunta se niega a devolver su plaza a uno de los médicos purgados por Feijóo con una oposición amañada

El Sergas lleva ocho meses sin ejecutar el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anuló por “desvío de poder” el concurso mediante el que nombró a un galeno afín al PP.


Manifestación en Santiago de Compostela en defensa de la sanidad pública. EFE


JUAN OLIVER
http://www.publico.es/

La Xunta lleva casi ocho meses negándose a ejecutar la sentencia firme del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anuló una oposición amañada que arrebató su plaza a uno de los médicos del Servicio Galego de Saúde (Sergas) purgados por el Gobierno del PP. Se trata de Víctor Pedreira, ex jefe de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), quien fue destituido de su puesto pocos días después de que Alberto Núñez Feijóo llegara al poder en el año 2009.
Pedreira, quien ocupaba la plaza desde los años 80, trabajó como subdirector xeral de Saúde Mental del Sergas con el gobierno bipartito del PSOE y el BNG que presidía el socialista Emilio Pérez Touriño. El mismo día en que presentó su cese voluntario en ese cargo tras la victoria electoral del PP en el 2009, el nueve gerente de su hospital -el último exconselleiro de Sanidade de Fraga, José Manuel González Álvarez- le anunció que también dejaba de ser jefe de Psiquiatría del centro, sin explicarle o motivar la decisión con argumento alguno. Lo mismo sucedió con otra media docena de jefes de Servicio del Sergas que fueron eliminados de sus puestos en las semanas y meses posteriores a que Feijóo tomara posesión de la Presidencia de la Xunta y que no avalaban sus políticas de recortes y privatizaciones.
En el caso de Pedreira, el Sergas convocó una oposición para cubrir ese puesto que no se celebró hasta tres años después. La ganó un médico afín a González Álvarez, el doctor Isauro Gómez Tato, con menos experiencia y méritos que él. Pedreira recurrió, primero ante el propio Sergas, que denegó su amparo, y luego ante los tribunales, que en diciembre del año 2016 le dieron la razón.
En una contundente sentencia, la jueza del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Pontevedra anuló la oposición, tras considerar probado que la Xunta había modificado los baremos de evaluación para minusvalorar su currículo y nombrado a un tribunal cuyos miembros estaban elegidos ad hoc para que se consumara el pucherazo y que Gómez Tato pudiera ganar la plaza.
La magistrada del caso concluyo que el proceso vulneró "los principios de igualdad, mérito y capacidad"
En el juicio, los testigos alegaron que la prueba de la oposición en la que ambos candidatos defendieron públicamente sus proyectos fue una farsa. Que varios miembros del tribunal se limitaron a desacreditar a Pedreira y a alabar a Gómez Tato sin que sus argumentos se justificaran en la documentación presentada, y que uno de ellos incluso le dijo públicamente al segundo que consideraba su perfil "idóneo" para el puesto.
La jueza no lo consideró así. A su juicio, el comportamiento de la comisión de evaluación "primó a un candidato en detrimento de otro" y todo el proceso vulneró "los principios de igualdad, mérito y capacidad" que deben regir el acceso a los puestos de la función pública. "Puede apreciarse una desviación de poder incompatible con la imparcialidad y objetividad que han de presumirse" en cualquier oposición, concluía la magistrada, que ordenó al Sergas que anulara el proceso, que nombrara una nueva comisión evaluadora y que estableciera criterios de baremación objetivos e imparciales.
La Xunta recurrió la sentencia. Pero el TSXG volvió a darle la razón a Pedreira. Los tres jueces de la sección primera de lo Contecioso-Adminsitrativo validaron todo lo expuesto por la magistrada de primera instancia y entendieron que la oposición había sido amañada. "La total actuación de la comisión de evaluación dibuja un escenario de propensión en favor del candidato doctor Gómez Tato", concluyeron.
La sentencia se hizo pública en octubre del año pasado. Pero Gómez Tato sigue siendo jefe de Psiquiatría del CHOP sin que la Xunta haya acatado la decisión de la justicia. Ni lo ha cesado, ni ha restituido en su puesto a Pedreira –a quien, durante el proceso, el Sergas obligó a jubilarse-, ni ha nombrado un nuevo tribunal evaluador. Tampoco ha puesto fecha a la celebración de una nueva oposición.
La sentencia se hizo pública en octubre pero la Xunta no ha cesado a Gómez Tato ni restuido a Pedreira
En diciembre del año pasado, Víctor Pedreira comunicó en una entrevista personal al nuevo gerente del CHOP, José Ramón Gómez Fernández, su intención de reincorporarse al servicio, después de que varios tribunales consideraran nulas las jubilaciones forzosas a los 65 años, y de que la administración sanitaria gallega empezara a conceder prórrogas a los médicos que, como en su caso, aún no han cumplido los setenta.
En abril pasado, en respuesta a una pregunta parlamentaria del PSOE, la Xunta contestó que no puede cumplir la orden de los jueces porque Pedreira está jubilado, y que por tanto ya no forma parte del cuerpo de personal estatuario de la Xunta, requisito exigido en las bases de la convocatoria del concurso. La defensa del médico, que acaba de presentar en el juzgado un incidente de ejecución de sentencia –el aviso al juez de que su fallo no ha sido acatado- alega que el Sergas actúa de mala fe, porque lo que dicen las bases de la convocatoria es que el aspirante a la plaza debe ser funcionario en la fecha límite para presentar su candidatura. Pedreira lo era en el 2012, y si no lo es ahora es precisamente porque le obligaron a jubilarse.
Desde que Feijóo es presidente de la Xunta, más de una docena de sentencias de tribunales de primera instancia, del TSXG y del Tribunal Supremo han anulado los ceses de médicos incómodos para el Sergas, los nombramientos de facultativos afines al PP o los expedientes abiertos contra galenos que pusieron en duda sus políticas sanitarias o que denunciaron irregularidades en los hospitales públicos.
Este diario ha tratado sin éxito de obtener la versión del Sergas, pero ni la gerencia ni el departamento de comunicación han respondido a sus preguntas.

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