sábado, 18 de novembro de 2017

El lindano, la herencia maldita de Porriño

La aparición en los últimos días de restos de este compuesto químico tóxico, enterrado hace más de medio siglo, ha vuelto a crear alarma entre los vecinos

Lucía Costas 
http://www.farodevigo.es/

Información de FARO sobre el lindano de los años noventa. // Faro

Debajo del asfalto de muchos caminos y carreteras de Porriño hay Lindano por lo que no es de extrañar que al levantar el firme para la realización de cualquier obra este aparezca. Durante los años 50 y 60 los residuos generados en la fabricación de insecticidas en una empresa de la localidad se emplearon para acondicionar viales o incluso como relleno en diversos tipos de construcción, ignorando el grado de toxicidad y las consecuencias que ello aportaría en un futuro.
La alarma volvió a saltar estos días en Porriño cuando, durante la realización de unas obras de saneamiento en la zona de O Contrasto, en Torneiros, se detectaron restos de lindano, que la Xunta autorizó a tapar con asfalto, como ayer informó Faro. Pero la noticia no es tal si tenemos en cuenta que se trata de una vieja herencia que, posiblemente, permanecerá por muchos años ya que fueron cuantiosas las toneladas de este compuesto químico esparcidas por la zona hace más de medio siglo, cuando se utilizaba a modo de gravilla para acondicionar caminos y carreteras. Además, su contaminación es silenciosa y a largo plazo, porque la liberación de las substancias se hace lentamente, las filtraciones van generando un efecto acumulativo sobre las masas de agua y sobre el suelo, y de ahí también la dificultad de descontaminación. Por todo ello, no sería raro que ahora, cuando se levanten los firmes de muchos viales para realizar determinadas obras dejen al descubierto la presencia de este pesticida tóxico.
En el caso sucedido hace unos días se están tomando las medidas oportunas, según indican desde el Concello. Así, además de recomendar que, por precaución, no se consumiese agua de los pozos, se han tomado diferentes muestras tanto de tierras como de aguas a la espera de conocer los resultados. Por la parte que le corresponde a la Consellería de Medio Ambiente, y dentro del ámbito de sus competencias, indican que "desde el departamento de Calidad Ambiental se están a rematar las analíticas del suelo a nivel de inspección ambiental", previendo tener un resultado esta misma semana el cual, según le manifestó la alcaldesa, les será trasladado a los vecinos en el mismo momento en el que la Xunta se lo facilite al Concello.
Antecedentes
Entre 1948 y 1964 la empresa Zeltia sintetizó lindano, un hexaclorociloexano que se convirtió en principio activo de buena parte de los insecticidas agrícolas y domésticos que durante tres décadas comercializó la compañía con sede en Porriño para combatir las plagas que, en aquel entonces, afectaban a animales y personas. En ese período se generaron más de setecientas toneladas de residuos cristalizados que, en la creencia de que se trataba de materiales inertes, fueron empleados como grava en caminos particulares y firme bajo el asfalto de carreteras públicas.
Ahora estamos pagando las malas prácticas, pues después de años es cuando se descubren los perjuicios. En aquel entonces el riesgo que reportaba el lindano, ignorantes de que sus efectos eran bioacumulativos, era inferior al beneficio, poner fin a plagas que destrozaban cosechas, enfermaban animales y transmitían toda clase de enfermedades infecciosas en la población humana.
Fue a partir de los años 70 cuando se empezaron a catalogar como altamente peligrosos los insecticidas órganocolorados y en la década de los 90 quedó prohibida la producción, uso y comercialización de todos los productos que contuviesen lindano, al considerarlo uno de los tóxicos más peligros de cuantos ha elaborado el hombre, con peligros y riesgos para la salud humana así como para el medio ambiente. Es entonces cuando la comarca de A Louriña, en especial la zona de Torneiros se enfrentaba a un problema serio de contaminación y es que si los residuos se hubiesen concentrado y acumulado en un solo punto el problema sería menor, pero al emplearse como firme, como capa de drenaje, como suelo de caminos y fincas o incluso como relleno en diversos tipos de construcción el volumen de tierra contaminado es mucho mayor, hablaban en 1999 de que podría superar las diez mil toneladas en un área de difícil delimitación
Primeros hallazgos
Fue a finales del año 1996 cuando se encontraron tierras contaminadas en una empresa privada en el polígono de As Gándaras y cuando vecinos de Torneiros denunciaban olores a insecticida en sus viviendas, sosteniendo que "vivían sobre un polvorín químico" y solicitaban que alguien le garantizase que su salud no corría peligro.
En julio de 1999 el alcalde de Porriño, José Manuel Barros, confirmaba la existencia de tierras contaminadas por el lindano en diferentes partes de Torneiros. Desde la Xunta limitaron el área afectada al circuito de cicloturismo, lo que hoy se conoce como parque del Lindano, y se contrataron los trabajos de descontaminación para, según manifestaron las autoridades competentes en aquel entonces, "evitar riesgos, por problemas medioambientales, no sanitarios". Se retiraron las tierras de la capa más superficial, que fueron remitidas a la planta de residuos industriales de Somozas, a donde fueran también las encontradas en As Gándaras, y las capas inferiores se sometieron a un proceso de impermeabilización y sellado siendo depositadas allí mismo, a veinticuatro metros de profundidad, en un silo cerrado para evitar filtraciones y recubierto por láminas geotextiles.
A partir de entonces, con la puesta en marcha de diversos estudios se fueron detectando otras áreas afectadas, no solo en Torneiros sino también en otras parroquias como Atios e incluso se llegaron a detectar zonas en el municipio de Mos, y, consecuentemente, se originó una cierta preocupación entre los vecinos que formaron una coordinadora de afectados y solicitaron exámenes médicos para comprobar su estado de salud, así como análisis de los pozos de agua y fuentes públicas.
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