luns, 9 de decembro de 2019

Parir en Verín… ya no es posible.

Jésica Rodríguez Czaplicki

Estos días estamos asistiendo a unas movilizaciones sin precedentes por parte de personal de la sanidad, mujeres, ciudadanía en general; debido al cierre del paritorio del Hospital de Verín. Una medida que marca una vez más la diferencia en la asistencia sanitaria si vives en una gran cuidad o en el medio rural.

Esgrimir argumentos como el bajo número de partos que se desarrollan en Verín, apelando a que supone un riesgo para madres y bebés, debido a una supuesta falta de actualización del personal del servicio; es un argumento falaz -que sacude y daña la profesionalidad del equipo que compone ese servicio y que puede incluso llegar a causar una alarma injustificada en la población-, supone una ofensa y denigración a todos los y las profesionales sanitarios que forman la unidad de ginecología y obstetricia y por tanto también su paritorio.
Recordemos además, que en nuestra comunidad autónoma, contamos con varios hospitales comarcales, (SalnésCee, A Costa, Monforte, Valdeorras, Barbanza), que vienen realizando de manera impecable la atención al parto, siendo algunos de ellos reconocidos por entidades como la IHAN o recibiendo premios de buenas prácticas del Ministerio de Sanidad; lo que nos viene a decir que la atención al parto en estos centros es adecuada y positiva. Todo ello nos indica que nuestros hospitales comarcales cuentan con profesionales formados y actualizados.
La Guía de Maternidad Hospitalaria, estándares y recomendaciones, señala claramente que existen varios niveles de Maternidades Hospitalarias, cito: (…)”la clasificación de hospital/M. H. Utilizado en la estrategia de atención al parto normal del SNS se basa en el número de partos atendidos por año:
  • Nivel 1: centros con menos de 600 partos”(…)
Así mismo, este documento, indica que aunque parezca prudente no dotar de MH a aquellos hospitales que tengan una área poblacional de referencia que genera una demanda menor a 600 partos por año, la excepción se encuentra en (…)”razones de tiempos de desplazamiento o accesibilidad así lo aconsejen”(…).
Nos encontramos, pues, que emplean un argumento que se desacredita por sí mismo atendiendo a los documentos que velan por la atención al parto normal.
Verín es zona rural cuyo hospital da cobertura a la población de los ayuntamientos de Castrelo do Val, Cualedro, A Gudiña, Laza, A Mezquita, Monterrei, Oímbra, Riós, Verín, Vilardevós y Vilariño de Conso; población cuyas mujeres tendrán que realizar desplazamientos de más de 70 kilómetros en el mejor de los casos; para ir a parir a sus bebés al CHUO, algo que solo ocurría hasta ahora en los embarazos de riesgo. Estamos entonces pasando a considerar todos los embarazos del área sanitaria como de riesgo?, o podrá ser que se ponga en riesgo el parto al tomar estas medidas que implican un plus de estrés a un momento que debe ser cuidado emocionalmente al máximo, y que debe desarrollarse en las máximas condiciones de tranquilidad y cercanía, permitiendo a las madres conectar con su proceso de parto sintiéndose seguras físicas y emocionalmente?. Sin olvidar la atención personal que pueden brindar las matronas de este paritorio, ajustándose a todas las recomendaciones de guías clínicas o las misma OMS”.
El argumento de la “falta de pericia” de las y los profesionales; permitidme también que lo ponga en duda. Nuestra sanidad cuenta con un sistema de formación continuada que permite, precisamente, la actualización y reciclaje de sus profesionales, que están perfectamente capacitadas y capacitados para desarrollar sus funciones. Así, este argumento también se tambalearía y tambalearía al propio sistema.
Señores y señoras, tenemos excelentes profesionales en nuestra sanidad; pese a un sistema que no les cuida; ahora pasaremos también a descuidar a la población gestante de Verín y alrededores; ejerciendo un acto cuasi violento (o violento a secas) impidiéndoles parir dónde venían haciéndolo, con una atención al 100% centrada en ellas y la fisiología de su parto, atendiendo a lo físico y a lo emocional.
Sea cual sea el argumento que se intente emplear para justificar este cierre; la realidad es que supone un abandono de la población rural, un agravio y una discriminación, además de un insulto a las y los profesionales del paritorio se Verín; que viene desarrollando su trabajo logrando buenos resultados, con una atención directa a las mujeres en un entorno basado en el respeto por la fisiología y la evidencia de buenas prácticas profesionales; algo que queda patente en la satisfacción de la ciudadanía que se ha manifestado en masa para reclamar su derecho a una atención sanitaria correcta, que no les discrimine, y de calidad.
No puede haber localidades de primera y de segunda en cuanto a sanidad se refiere; no podemos retirar derechos a la población, por el hecho de no estar en las grandes ciudades; más en una comunidad como la nuestra, donde la dispersión geográfica está patente, y en la que el rural aún cuenta con número de población importante.
Así, me uno al grito de:
#VerínNonSePecha

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