martes, 28 de xaneiro de 2014

Desafíos al capitalismo neomedieval

En este artículo se esbozan algunas de las muchas tendencias actuales de dominio capitalista que recuerdan, salvando las distancias, a las que había en el Antiguo Régimen.
Renovadas formas de caridad, de esclavitud, de privilegios de clase; nuevas leyes de pobres y el papel de las fuerzas neocon en la erradicación del derecho a la interrupción del embarazo, son algunos elementos de un contexto en el que las garantías constitucionales han quedado suspendidas por orden de los mercados.
La contrarrevolución neoliberal, que se desarrolló después del 68, se está profundizando en nuestro contexto más cercano, vaciando de contenido, a golpe de economía de la deuda, el magro Estado de Bienestar (o carta de libertades y derechos) con el que contábamos.
Sin embargo, no hay poder sin resistencias. En esta nueva Edad Media que nos ha tocado vivir, nos estamos armando para contrarrestarla y construir un mundo nuevo. Si como dijo Jefferson, “a cada generación, su constitución”, y si tenemos en cuenta que el 70% de la población no ha votado el régimen instaurado después del 78, el momento actual es constituyente.

La aristocracia impune
Este artículo se escribe cuando se ha conocido la noticia de que Jaume Matas no pasará por la cárcel mientras no se resuelva su petición de indulto.
Se trata de un caso más en la innumerable lista de impunidades del 1%. La igualdad ante la ley no solamente es un bulo, sino que los privilegios de clase ponen la defensa de algun*s en manos de los buffets de abogados más poderosos (de los que, sin duda, el de Roca i Junyent, abogado de la Infanta, es un ejemplo significativo). Estos se lucran defendiendo el poder criminal, contribuyen a la reproducción de las estructuras de poder y fuerzan la farsa de la igualdad ante la ley.
Algo hemos aprendido en 2013: cuando la ley no funciona, escrache.
Señores deudales y la nueva esclavitud
En su libro Posteconomía, Antonio Baños ha definido las elites financieras como señores deudales. A diferencia de los señores feudales, que promovían formas de esclavitud espaciales de los siervos que pertenecían al feudo, los señores deudales promueven una esclavitud temporal ad infinitum o esclavitud por deudas.
Los alrededor de veinte bancos que gobiernan el mundo se encargan de hacer proliferar la metáfora de que los mercados son plazas abiertas donde se establecen relaciones de compra-venta en términos de igualdad. Nada más alejado de una realidad llena de desigualdades escandalosas y con garantías constitucionales suspendidas por orden de los mercados. De facto, el 1% suspende la separación de poderes, que resulta una pura formalidad.
En este contexto, todas y todos somos endeudadas, sin excepción. Y, como se sabe, la deuda, en sus múltiples formas (odiosa, hipotecaria, soberana, etc.) se ha convertido en uno de los principales campos de batalla de la multitud organizada para lograr el impago de la misma. Y lo conseguiremos.
2013 acabó con la noticia de que la palabra “escrache” es la palabra del año. 2014 comenzó con las primeras amenazas de sanción a bancos por tener pisos vacíos en Terrassa y con la ocupación de un nuevo edificio a manos de la obra social la PAH de Madrid.
¡Sí se puede!
La acumulación por desposesión se parece mucho a la acumulación originaria
Marx, Linebaugh o Federici han puesto la mirada en el momento de la Edad Media en que se produjo la llamada acumulación originaria. Los campos comunales fueron cercados, el proletariado medieval que los trabajaba desposeído de su uso y los beneficios que se obtenían, privatizados. Si, salvando las distancias, entendemos los servicios del Estado del Bienestar (la sanidad, la educación, etc.) como campos comunales y las actuales formas de desposesión que se están llevando a cabo como un ataque de clase orientado a empobrecer a la mayoría, obtenemos otro elemento más para pensar el presente medievalizado y embrutecido contra el que rebelarse. Las mareas actúan aquí y ya han logrado mucho.
¡Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir!
Obstaculizar el aborto
En el contexto de la acumulación originaria se llevó a cabo la llamada “caza de brujas”. Los saberes tradicionales de las mujeres en materia abortiva y anticonceptiva comenzaron a ser perseguidos y las mujeres que los poseían a ser asesinadas bajo la acusación de atentar contra la voluntad de Dios. A día de hoy, la iglesia y las bases neocon de plataformas tipo provida han contribuido a la aprobación de una nueva ley del aborto que restringe de tal modo el acceso, sobre todo en el caso de las mujeres de menos poder adquisitivo, esto es, la mayoría, que lo descataloga como derecho.
La línea transversal entre ahora y ayer no se encuentra, por suerte, en las formas del castigo para quienes quieran abortar, sino en la concepción del aborto como atentado contra la vida y contra Dios, que para los fanáticos religiosos son indistinguibles.
¡Os avisamos: somos las nietas de las brujas que nunca pudisteis matar!
 
Las leyes de pobres
El nombre de la ciudad de Barcelona ha relucido últimamente por su adelanto en la aplicación y exportación de la Ordenanza del Civismo. La criminalización de la mendicidad, de la venta ambulante, del trabajo sexual de calle, de los músicos callejeros, etc., dista de sus precedentes del antiguo régimen, al igual que el aborto, en las formas del castigo pero no en la moralidad que rige la filosofía de la ley: criminalizar a las y los pobres de la metrópolis.
Estas nuevas leyes de vagos y maleantes persiguen el objetivo de limpiar las calles para favorecer las dinámicas de la ciudad escaparate que se muestra a los turistas. Como diría Neil Smith, la ciudad se toma la revancha, se venga contra toda persona molesta para el espectáculo de luces y colores vinculado a la imagen de marca urbana.
Por otra parte, el código Gallardón busca criminalizar toda forma de disidencia.
Las calles y las noches son nuestras. La inteligencia, también.
 
Caridad 2.0
Amancio Ortega donó veinte millones de euros a Cáritas hace algunos meses. Los beneficios que le convierten en una de las principales fortunas del mundo, y en gran parte obtenidos mediante la esclavización de mucha gente que trabaja a precios de miseria en sus naves industriales, han sido repartidos en forma de caridad. La caridad funciona hoy como una operación de marketing que convierte a quien genera empleo, y encima tiene el detalle de repartir parte de sus ingresos, en un mega buenazo, independientemente de cómo haya logrado forrarse.
Además de una operación de marketing, la caridad también se ha convertido en un espectáculo: la maratón de TV3 de 2012 se dedicó a la pobreza, a diferencia de todas las anteriores que habían sido destinadas a recabar fondos para investigar remedios para enfermedades. La de 2013 retomó el papel de las anteriores: mientras la dinámica brutal de acumulación por desposesión está desmantelando la sanidad, la televisión catalana moviliza los sentimientos bienpensantes de quienes tienen algo que donar en esta especie de crowdfunding caradura promovido por quienes destruyen el ámbito de lo público. Y usando, precisamente, el medio que silencia la mayor parte de los escándalos sanitarios que afloran en el día a día de la cleptocracia catalana.
A veinte años del alzamiento zapatista: Conquistaremos la justicia. No queremos (vuestra sucia) caridad. 
Nuestra constitución todavía no tiene letras. Sus enunciados circulan gracias a las luchas. En la batalla por reapropiarnos de la democracia y la riqueza, lo primero será derrocar al (antiguo) régimen. El 15M abrió la veda destituyente y su fuerza no para de proliferar: PAHs, Yo Sí Sanidad Universal, l'Assemblea de Docents, EnRed.cc, els Processos Constituents, el Partido X, Democracia 4.0, Podemos, son algunos de los nombres de una potencia democrática que se está consolidando.
@joanomada
(OMB-stupidcity.net)

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