Beatriz Gimeno
Todas las medidas que toma este gobierno están
encaminadas a avanzar en el camino de destrucción del estado social de medio
bienestar que teníamos, en el camino de expolio de lo público para entregárselo
a sus amigos, que al cabo son ellos mismos cuando dejan la política: la
sanidad, la educación, los transportes y, desde luego la industria,
especialmente la energética. El decreto de autoconsumo que hemos conocido la
semana pasada ha pasado semi desapercibido excepto para los expertos en
energía, pero es un robo de un calibre tal que debe ser conocido y protestado
por todo el mundo.
Hablando en plata lo que hace el decreto es privatizar
el sol, entregarle a las compañías eléctricas el monopolio de su uso para
producir energía. No es extraño, los neoliberales llevan años intentando
privatizar el agua y sólo la presión ciudadana ha parado de momento en Bruselas
ese empeño. En España, mientras, el gobierno nos privatiza el sol. Ya pagamos
una de las facturas de electricidad más caras de Europa. La factura no para de
subir y la luz va camino de convertirse en un artículo de lujo y hay gente que
ya no puede pagar la calefacción en invierno, es lo que se llama pobreza
energética. Las eléctricas andan escasas de dinero debido a sus inversiones
ruinosas y han decidido, como los bancos y también con el apoyo del gobierno,
que su crisis la paguemos los consumidores. ¿Además del incremento de la
factura en más de un 100% en los últimos años, no habéis recibido la carta para
la instalación de nuevos contadores “remotos” que no sirven para nada pero que
os van a instalar sí o sí y a cobrar? Pues es un ejemplo.
Frente a esta sangría, en los últimos años se ha ido
consolidando la posibilidad de la energía fotovoltaica para el autoconsumo.
Esta energía ofrece la posibilidad de que los usuarios produzcan su propia
electricidad por medio de paneles solares. Esto lo pueden hacer particulares y
también empresas, industrias, comercios. Si no se produce bastante para el
consumo, por ejemplo en una industria, se puede tomar el resto de la red, pero
en todo caso se ahorra mucho y además es una energía limpia. Últimamente debido
a que la tecnología necesaria para producir esta energía limpia se ha abaratado
considerablemente estaba surgiendo un pequeño mercado de autoconsumo que ya
estaba generando puestos de trabajo de los que necesitamos, basados en el
ahorro y la sostenibilidad; por último se disminuía también la dependencia
energética que es muy grande en España.
Pues el nuevo decreto apunta de lleno contra esta
posibilidad. El decreto, a groso modo, establece que si generas tu propia
energía y por tanto consumes menos de la energía convencional, de la que venden
las eléctricas, hay que pagar lo que llaman un peaje “de respaldo”, un impuesto
único en el mundo y que es directamente un robo. Lo que le decreto viene a
decir es que como el autoconsumo perjudica a las grandes compañías, hay que
compensarlas de alguna manera porque no es bueno que pierdan tanto dinero,
pobres. Así que para las personas que han instalado placas solares se instaura
un impuesto que hace que no sólo no se ahorre sino que puede llegar a ocurrir
que producir tu propia energía salga incluso más caro que comprarla a una
compañía eléctrica.
Además, la energía que se genera y no se consume, la
que sobra y que en otros países se vende a las compañías eléctricas o se vierte
en la red pero siempre puede recuperarse, aquí se obliga al particular que la
ha generado a regalarla a las compañías, que no por eso te abaratan la factura
de la electricidad sino que por medio del “peaje” te la aumentan en un 27%. Es
obligatorio, además, darse de alta a la red bajo la amenaza de sanciones de
hasta 30 millones. En resumen, el gobierno decide por decreto que se prohíbe
que los pequeños productores de electricidad puedan hacer competencia a las
eléctricas. Lo que las compañías quieren hacer es detener el posible cambio de
modelo energético. Un modelo que es barato y limpio y que no requiere de
subvenciones ni subsidios, que es de verdad sostenible y que tiene que ser el
futuro. Lo que hace este gobierno con este decreto es demostrar que está al
servicio de los intereses de unas empresas que ofrecen un modelo productivo
sucio, obsoleto e ineficiente, además de muy caro, pero que naturalmente genera
pingües beneficios a unos pocos.
Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta
de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)
http://beatrizgimeno.es
http://beatrizgimeno.es
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