xoves, 21 de novembro de 2013

La calle es suya

Ignacio Escolar
El BOE es de Rajoy, igual que antes la calle fue de Fraga
El respeto por la justicia era esto: como los jueces no dan la razón al Gobierno y los tribunales no creen que manifestarse frente al Congreso sea nazismo o terrorismo o un golpe de Estado, el Gobierno ha decidido cambiar la ley. El BOE es de Rajoy, igual que antes la calle fue de Fraga. Por la libertad, que dice el presidente. Por la seguridad de los ciudadanos, que dice el ministro de Interior. Porque yo lo valgo. Y vale cualquier eufemismo para tratar de disfrazar lo que simple y llanamente es un nuevo intento de silenciar a la ciudadanía y alejar las protestas de los focos.
Hay un paralelismo entre el tratamiento que la derecha da en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana a la prostitución y a las movilizaciones ciudadanas. El objetivo es el mismo: solucionar los síntomas, no los problemas. Que no se vea para que parezca que no existe. En el caso de la prostitución, multar al cliente para alejar la explotación sexual de la calle –que se vayan a los siniestros moteles de carretera o a esos pisos bien en las zonas bien de las ciudades donde, de toda la vida, han ido siempre los señores bien–. En el caso de las protestas, sacarlas de cualquier lugar donde puedan ganar más visibilidad. Entre otras cosas, alejarlas del Parlamento, esa sede de la soberanía popular a la que le ha salido una muralla como si fuese un eccema o una erupción: como el símbolo irritante de esa distancia entre las instituciones y la sociedad.

¿Servirá de algo? ¿Lo que no se ve no existe? Depende. Servirá, si la ley pasa, para evitar el contagio. Rajoy aprovecha el cansancio en las movilizaciones ciudadanas para endurecer aún más las sanciones, un coste que se paga a crédito, tirando de la hucha de credibilidad que aún tiene esta democracia. El Gobierno está aplicando un manual previsible y ya cantado: criminalizar las protestas y forzar su radicalización para evitar que se vuelvan mayoritarias por el miedo a la violencia. Endurecer la represión, equiparando penalmente unas protestas pacíficas con el terrorismo de la kale borroka. Después bastará con disolver a porrazos y a multazos a los pocos que aún queden en la calle.
La receta es tan clara que no sorprende quiénes han sido los cocineros. Fue Ángel Acebes quien redactó un primer informe sobre cómo desactivar las movilizaciones del 15M, antes incluso de que Rajoy llegase al poder. Y ha sido un antiguo mando de los antidisturbios quien ha afinado la reforma de la ley.
El ejercicio de esta política demuestra cuáles son las prioridades. En un país donde varias decenas de ciudadanos han perdido un ojo por una pelota de goma (y algunas han muerto), el problema son los insultos a los policías. En un momento en el que los antidisturbios incumplen reiteradamente la ley al esconder su identificación para poder actuar con impunidad, lo intolerable son los manifestantes encapuchados. En un Estado donde las torturas y los abusos policialesacaban por sistema en un indulto, lo prioritario es encarcelar a quien lance una tarta. Y así, hasta la saciedad. Hasta que esta sociedad no aguante.

Ricos vs Pobres

Elías Trabada Crende
Sociólogo consultor

Salgo del Metro madrileño por la calle Serrano y me encuentro de golpe con comercios de bienes de lujo, miro en uno de los escaparates, observo unos zapatos de 450 y a su lado otro par por 590 €; de súbito surge el pensamiento de un millón y medio de personas desempleadas que reciben una prestación mensual de 426 € con la que tienen que sobrevivir, no sólo ellas sino también familiares a su cargo. Sigo mirando, reparo en una mochila de 660 y un bolso de mujer de 950 €; por la mente cruza la idea de que cinco millones de pensionistas (el 57% del total) han de subsistir con menos de 700 € al mes.
Continúo explorando el escaparate, ahora veo unos pantalones de hombre por 1.425 y otros de mujer a 1.670 €; sopeso que, más o menos, el sueldo mensual medio del asalariado según el INE. Me fijo en una cazadora de corte femenino a 3.590 y en un maletín de avestruz a 6.500 €; en ese momento, aparece reflejada en el escaparate la imagen nítida de una pareja de burgueses que presume de vestir con ese lujo y me murmuran alborozados al oído: tengo unos zapatos, trajes, vestidos, unos pendientes, gemelos,…, que cada uno cuesta tantos sueldos de productor [ya sabéis que trabajador es un término que consideran de izquierda]. La imagen fantasmal se desvanece y quedo confuso; ¡uf!, no he debido tomar ese chupito de hierbas tras el cocido, su supuesto efecto digestivo ha derivado en alucinógeno.
¡Ahora caigo!, seguramente esa pareja espectral de burgueses es un eco en la memoria dejado por la noticia que leí hace días: “Los consejeros de las empresas del Ibex ganaron una media de 279.300 euros en 2012”; una remuneración que supera en 5 veces el promedio correspondiente para directores y gerentes (54.396 €), en 9 la retribución media de técnicos y profesionales (30.087 €), en 13 la recibida por los trabajadores cualificados de las industrias (22.030 €), en 22 el salario medio cobrado por los trabajadores no cualificados en servicios (12.945 €), en 23 la pensión media anual de la Seguridad Social (12.012 €) y, a su vez, excede en nada menos que 31 veces el salario mínimo interprofesional (9.034 €). El pensamiento reflexiona qué surcos tan profundos de desigualdad labra el capitalismo en nuestra sociedad y prosigue discurriendo sobre el 22,2% de la población española que se encontraba por debajo del umbral de riesgo de pobreza en 2012 (Encuesta de Condiciones de Vida del INE): alrededor de diez millones y medio de personas dispusieron de una renta media inferior a 7.182 €, cantidad 39 veces inferior a la ganancia media de los consejeros de empresas Ibex.
Un tanto desasosegado, dejo de contemplar los escaparates del lujo, camino por la calle Serrano y me encuentro un quiosco donde un titular de revista atrae con fuerza mi mirada: “Las 100 mayores fortunas de España”, hojeo el ejemplar y leo que suman un patrimonio de casi 160.000 millones de euros; en el Top 10, el más rico acumula 47.600 millones de euros mientras el burgués rezagado en la décima posición ha atesorado la modesta cantidad de 2.100 millones de euros. ¡Qué barbaridad y yo pasando tantas privaciones!, me cuchichea al oído el fantasma de mi vecino obrero de la construcción, sin empleo desde hace cuatro años, uno más del numeroso colectivo de tres millones y medio de parados de larga duración (58,5% del total de desempleados en el tercer trimestre de 2013 según la EPA del INE), que subsiste gracias al piso cedido por sus padres y al apoyo de amigos y vecinos. Me dice que forma parte de esos tres millones de personas que sobreviven con menos de 307 euros mensuales y que los estudiosos clasifican en la categoría de la pobreza severa, significando el 6,4% de la población española en 2012 pero con una clara tendencia a crecer durante la presente crisis económica (3,5% en 2007 según la ECV del INE).
Como sociólogo me doy por aludido, agregando que la concentración de la riqueza y el aumento de la pobreza severa son las dos caras de la misma moneda, tal como nos indican el coeficiente de Gini que creció de 31,9 a 35 sobre 100 desde 2007 a 2012 y la Distribución de la Renta S80/S20 que también subió su valor en España: el 20% más rico acumula 7,2 veces más renta que el 20% más pobre de la población, cuando en 2007 esa ratio se situaba en 5,5 veces. Ambos indicadores contrastan con el conjunto de la Unión Europea donde han permanecido estables en valores visiblemente inferiores respecto de los españoles (según Eurostat, 30,5 y 5,1 en 2012, respectivamente). Además, le explico al fantasma de mi vecino que estamos asistiendo a una polarización de la estructura social que avanza hacia una sociedad dualizada, entre ricos y pobres, donde el espacio social de las clases medias se estrecha y es bastante vulnerable, con capas en proceso de empobrecimiento y desclasamiento que se precipitan hacia el precariado, un espacio social que aumenta con el neoliberalismo, caracterizado por la rotación entre situaciones de paro y empleo temporal, la pobreza material y una creciente desafiliación o carencia de relaciones sociales. Rasgos negativos que en España adquieren una mayor gravedad por las políticas de recortes sociales y desmantelamiento del Estado del Bienestar que se implementan desde el estallido de la crisis económica.
Tras mi monólogo, me mira el quiosquero con desconfianza y espeta si quiero la revista, le digo alzándola que no hay derecho, qué desigualdad e injusticia, a lo que responde que compre o me vaya, pues su quiosco no es un foro de discusión. Algo ofuscado decido cambiar de escenario marchándome a la Cuesta de Mollano, a pasear entre sus casetas de libros de segunda mano. Curioseando observo un libro de Miguel Espinosa, La fea burguesía, lo abro a voleo y leo: “Aunque parezca paradójico, el gasto te enriquece; únicamente si gastas, te verificas como rico; por eso florece un comercio de objetos carísimos, y hay misteriosas tiendas dedicadas a gastar, no a comprar”. Sigo hojeando y reparo en las siguientes frases: “…cambiar el salario de treinta obreros por una figurilla que casi quepa en la palma de la mano, algo que a los propios obreros se les antoje insignificante, frágil y efímero. (…) Cuando un hombre recibe el salario de treinta obreros, carece de hermanos, porque no teme; la impunidad, entendida como fruto de la total seguridad, sustituye a la fraternidad y a la responsabilidad”. De nuevo asoma la pareja espectral de burgueses y me susurran con arrogancia: vuestra pobreza es nuestra riqueza; a lo que contesto irritado: ¡hummm… qué fea burguesía!.

Humor









La gran mentira de la sanidad privada en 8 gráficos


Principia Marsupia

"El mercado es más eficiente que el Estado gestionando la sanidad"
Desde que comenzó la crisis escucho cada vez más este argumento.
Podríamos abrir un debate filosófico al respecto. Pero en realidad no hace falta: hay datos.
Entre los países ricos existen dos grandes grupos en cuanto a cobertura sanitaria: EEUU y el resto. La diferencia entre estos dos “universos” puede observarse bien en este primer gráfico.
¿Qué porcentaje de la población tiene garantizada la protección sanitaria a través de un programa público?

porcentaje-cubierta-publico

Antes de continuar, hagamos algunos matices importantes. En EEUU hay ciertos programas públicos: Medicare, Medicaid, Veteran Health Administration, etc. (de ahí el 27% del gráfico anterior). En el “resto del mundo” las formas de gestión sanitaria no son exactamente iguales. En algunos países el Estado emplea directamente a los médicos (Reino Unido, España), en otros países la mayoría de las consultas son privadas pero el Estado paga las facturas (Francia) y también existe el “modelo suizo” donde la gestión se deja en manos privadas pero el Estado regula muy fuertemente a las compañías (ningún ciudadano puede quedarse sin seguro sanitario y las familias pobres tienen subsidios para pagarlo).
Si el mercado es más eficiente que el Estado gestionando la sanidad privada, entonces en EEUU la sanidad será muy barata y en el resto de países muy cara, ¿no?
Ocurre todo lo contrario, los estadounidenses son quienes más dinero se gastan en su sanidad (linea negra del gráfico)
gasto-sanitario
Bueno, quizás en EEUU la sanidad sea muy cara, pero los resultados serán mucho mejores que en el resto de los países, ¿no?
Todo lo contrario. EEUU tiene los peores índices sanitarios entre los países ricos. Veamos por ejemplo su mortalidad infantil.
mortalidad-infantil
¿Y la esperanza de vida?
esperanza
Otro ejemplo: amputaciones de extremidades inferiores por diabetes.
amputacion-diabetes
Entonces se gastarán tanto porque van mucho más al médico que el resto del mundo, ¿no?
Que no, que no.
visitas-medicas
Bueno, pero siendo tan caro, seguro que las listas de espera no existen, ¿verdad?
Error.
same-day-next-day-appointment
OECD, Health Care Data
En el país más rico y poderoso del planeta, más de un tercio de los enfermos no pueden seguir un tratamiento por problemas económicos.
enfermos-no-medicos-no-tratamiento
OECD Health Care Data
Cada vez que escucho que “el mercado libre el más eficiente que el Estado gestionando la sanidad” tengo una respuesta clara: mira los datos.

sábado, 16 de novembro de 2013

Anacos de actualidade

Os máis célebres foron o de Nikita Jruschov na ONU, o de Beiras contra Fraga ou o dun periodista iraquí tirándolle os zapatos a Bush: 'Toma tu beso de despedida, pedazo de perro', tanto en Irak, como en gran parte do mundo árabe, tirar un zapato é unha das maiores ofensas que se poden consumar contra unha persoa, ó igual que chamalo "perro", as bandas latinas marcan seu territorio colgando zapatillas dos cables… 
O deputado da CUP/AE mostrou un zapato o expresidente de Bankia preguntado se coñece o significado de dito xesto: lémbralle a Guerra de Irak o seu paso polo FMI… 'Lo digo para vincularlo, porque usted generó un paisaje devastado en un gobierno que fue a la Guerra de Irak', …cós "ben pensantes e de hipócrita boa educación" lles importa unha merda a situación que viven milleiros de persoas ás que lle foron arrebatados os seus medios de vida; o que si parece preocuparlles é manter as formas, seus sepulcros 'niquelados', miran cara outro lado ante a violencia dos despidos, os desafiuzamentos e ráchanse as vestiduras cando David Fernández 'ameaza' a Rato cunha sandalia e chama ás cousas polo seu nome no Parlamento Autonómico… O poder, a casta política e empresarial pode adornarse como queira, pero son mafiosos, gangsters... 
"O" Rato, aínda que teña que oír algo desagradable na súa vida. Algo que lle berrariamos milleiros de españois estafados ou non nosos humildes aforros. Non entendo os ataques, insisto, foi a voz amplificada dos estafados, será o único que saquemos. 'O ganster' coma outros, coma todos irase de rositas cos nosos millóns no seu peto.


Mentres Madrid estoura de lixo, a que Gallardón deixou como alcaldesa, a candidata désecho, é dicir lixo, asiste á presentación das memorias do seu sublime marido. Sorrinte e resgardada polos seus, a vella garda do PP, os máis casposos franquistas de noso partido conservador.
Dentro lixo, fora o lixo! unha boa imaxe da España actual. A casta do poder escarallándose entre canapés e viño español nun auditorio climatizado e vaporoso de perfumes carísimos. Na rúa, o populacho sorteando o lixo de contedores ardentes e migallas de restaurantes podrecendo e cheirando no aire que respiramos os non chamados á gloria.

Aznar presentaba na confianza dos seus as súas memorias limpas de sangue iraquí e chapapote, como non, o protagonista de memoria (ou desmemoria) tan selectiva. Volveu Aznar a contarnos o da foto das Azores situando a España, no máis alto da política internacional. Pero sigue sen amosarnos as fotos dos milleiros de nenos mortos de Irak, tampouco aclarou o dos 191 mortos do 11-M, que pensamos aínda estarían vivos de non ter posado Aznar naquela foto, ou a dos 75 militares do Jack 42 desaparecidos en Trabzon… Grande metáfora o pobo pisando na rúa lixo material mentres a dereitona divírtese disfrazándonos de xardín os seus vertedoiros morais, que cheiran distintos pero non mellor.

Mentres a alcaldesa aplaudía ante o presidente alfa (seu marido) co furor dunha adolescente ante Justin Bieber, as ratas amosaban os seus fociños nas cheirentas rúas de Madrid. A alcaldesa pretendeu aforrar algúns millóns…, Non hai problema! Dito e feito! como considerou que Madrid é unha cidade que se percibe 'como limpa' botouse os 'axustes recortes' contratando empresas amigas (OHL, FCC e Sacyr) que poideran recortar en salarios e persoal. Agora envorcoulle o caldeiro do lixo por riba de Madrid…

O lixo, todo o lixo, quedou na rúa, pensaría Aznar mentres presentaba, sen ningún membro do actual Goberno, 'El compromiso del poder', título da excelsa obra do esforzado demócrata ilunminado. A quen importa un ERE que afecta a máis de 1.100 traballadores amais da redución dun 43% do salario ó resto do persoal. É o que teñen os grandes estadistas chamados a escribir a historia, poden pasar por alto as miudezas.

É o que ten votar "sen ton nen son" voto de usar e tirar.
Pode que nos viñera ben un "antibotellón" para evitar que se depositen máis residuos na vía pública… este vidro non recicla.

P.D. O libro aínda non o puiden ler, pois teño por rematar a particular interpretación de contos infantís por Ana Botella, este matrimonio non deixa de engrosar os estantes de literatura, mentres nós o inculto e simple populacho continuamos sorteando ratas e lixo polas rúas.


O 'Señor' Wert mexa nun charco e esvara en outro. Bruxelas desminte recortar as Erasmus o ano que ven, o ministro volve a desculparse e achaca a malas interpretacións o que falou o respecto… que noxo!!


'Ande' andará?


venres, 15 de novembro de 2013

Culpables: o océano e os galegos

por: abc
O Prestige afundiu á xustiza


A sentencia do Prestige tería que fundamentar xurisprudencia. O desastre do vertido 100.000 Tm de fuel en Galiza foi un dos maiores desastres ecolóxicos (do có home foi culpable) ocorrida en España; non é normal có único culpable sexa o destino ou o petroleiro, nunha catástrofe que estraga 1.600 km de costa, sabendo ademais que ven sendo reincidente, contaminar non pode saír gratis, non pode ser cós únicos condenados, sexan o océano e os galegos…, que barato sae chimpar o planeta… Non podemos deixar có azar a fatalidade e non a causa se burle das nosas competentes autoridades e nos deixe indefensos ante as súas porcalladas.

A recente sentencia evidencia có medio ambiente aínda non entra na acción da xustiza e abre un preocupante espazo de impunidade cos delitos ecolóxicos, é unha carta en branco á industria petroleira de que ten barra libre no relativo a custes derivados do impacto de mareas negras. Logo de once longos anos non se atopan culpables. Quizás sexa cós responsables reais non estaban sentados no banco.
Enviamos un mensaxe dramático de puro conformismo na xestión da crises do petroleiro, e o que tería que ser unha folla de ruta ante futuros sinistros non fai máis que reafirmar o que fixeron entonces Cascos e Manuel Fraga: irse de caza e deixar o petroleiro nas mans do apóstolo Santiago. O PP e o Goberno da época (que por se algún non se decata é o mesmo que agora) volven a saír reforzados, o Goberno, ese mesmo Goberno desbordado e inepto ó cás confrarías e os milleiros de voluntarios limpáronlle a costa dada a súa torpeza e deixárono co cu a recacho. Que inxustos fomos con aquel Goberno que tentou calar as críticas dos que recollían o fuel a mans cheas tirando de talonario ("Yo vengo con el dinero en el bolsillo"), dicía o Sr Fraga!! Unha sentenza que emenda a Aznar, que veu arrastras a costa non fose luxar de chapapote os Martinelli?, dálle razón cando dicía: ("Son perros que ladran su rencor por las esquinas"), que indemniza a Rajoy polas mofas de: ("Unos pequeños hilitos / solidificados / plastilina en estiramiento vertical") que da á razón a quen acusaba ós de Nunca Máis de "batasunos" que finxían ter acento galego? e a Arsenio Fernández de Mesa (hoxe Director General da Guardia Civil), que tan gallardamente puña rostro a decisións como "que lo alejen a 120 millas y después no es problema nuestro", pero o premio gordo foi para aquela afirmación "Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe" ou como o entonces ministro de Agricultura e Pesca, Miguel Arias Cañete (hoxe Ministro de Agricultura, Alimentación e Medio Ambiente), oito horas logo de có chapapote asaltara Muxía e centos de kilómetros de costa, declaraba: "la rápida actuación de las autoridades ha evitado una marea negra".

A sentenza é clara. Todo se fixo ben, incluído a criminalidade ó capitán Mangouras, un vello mariño grego que pilotaba unha farrapenta chatarra flotante con bandeira das Bahamas, pero que cómo estima o fallo contaba con tódolos permisos, un louco persoeiro convencido de evitar o naufraxio se lle houberan permitido levalo a augas abrigadas, nin sequera a un porto refuxio. En vez deso, foi forzado a saír a alta mar e poñer en marcha os motores, cuxas vibracións agrandaron o burato e determinaron que rematara partido en dous. Culpable? a fatalidade, e o propio petroleiro monocasco…! O tribunal só condena o capitán do Prestige a nove meses por 'desobediencia á autoridade' nunha sentencia benévola que evita os castigos, sen embargo, recoñece un mantemento deficiente da empresa encargada da embarcación na que navegaba a catástrofe…

Pero para isto, hai que poñer o fronte da Dirección Xeral da Mariña Mercante a un xenio da navegación, a un experto do babor e estribor como José Luis López Sors, un visionario! cómo culpar á fatalidade sen naufraxio? Sors, a quen a Audiencia da Coruña absolveu con tódolos pronunciamentos favorábeis polo seu bo facer na traxedia, un bo día iluminouse, obrigou o capitán do buque, súa consigna, gravada dúas horas logo do primeiro mensaxe de socorro foi clara: “Que lo separen de la costa hasta que se hunda”.  O petróleo, ese que aínda chega hoxe en forma de galletas ás costas…


Preguntámonos que facemos, haberá outra marea negra, cándo e ónde ocorrerá a seguinte, estamos preparados? E cando ocorra é máis que probable cá xustiza tarde en chegar, e a conclusión: que non atopa culpables.

Quedémonos coa ilusión daquela xente que con altruísmo e conciencia a carón do chapapote sementou unha plataforma de solidariedade e rebeldía da que pode naceran o 15-M, as mareas branca, verde e roxa. Non esquezamos as catástrofes, traiamos á memoria a capacidade de rebeldía.



O esquecemento significa a impunidade do poder, moitos de nos lembramos os case dous mil kilómetros de costas infectadas, o chapapote devorando as praias, os peixes, os paxaros mortos e as bagoas dos pescadores. Ata é posible cá incompetencia dun ministro de Fomento ou as asombrosas, ridículas e manipuladoras explicacións dun vicepresidente... Asusta e conmove a desmemoria colectiva incentivada polos poderosos… baixo as chaquetas e as garabatas dos banqueiros, baixo as declaracións dos gobernantes, baixo os análises dos economistas escondese a usura. Esquecer os abusos resulta perigoso, pero máis corrosiva é a tentación de borralos, de quitarlle importancia a nosa forza, a nosa solidariedade, a nosa loita.

A rutina e o silencio acostúmanse a todo. A normalidade é unha patina que oculta a inxustiza. Pode que digan "os voluntarios non limparon nada. Quen o fixo foi Tragsa" ...a verdade sabémola nós.


xoves, 14 de novembro de 2013

El ‘Prestige’ se hundió porque quiso

Manuel Rivas
La sentencia sobre el Prestige lleva por fecha el 13 de noviembre de 2013, justo en el undécimo aniversario del desastre, pero en realidad es un documento de la era prePrestige. Una sentencia propia de la Edad de los Combustibles Fósiles. Un fósil, en sí misma. El relato es inverosímil. Todo parece fruto del azar y no existe la causalidad. Se formula, de forma indirecta o inconsciente, una especie de doctrina de la irresponsabilidad ambiental. Se blanquea la actitud de un Gobierno que nunca reconoció la realidad de una marea negra que afectó al menos a 1.600 kilómetros de costa. Se envía un mensaje patético a nivel internacional. En un peritaje modélico, los daños habían sido evaluados en 4.328 millones de euros. Pero al no haber responsables, no ha lugar a reclamación. Es decir, los daños no existen. En un anterior auto de la Audiencia, en el que se imputaba por vez primera a un político, José Luis López-Sors, se decía sobre la gestión gubernamental del desastre: “Peor, imposible”. La sentencia, puro conformismo, puede interpretarse ahora como un elogio de esa actuación. El mar puede con todo.
Bienvenidos a la prehistoria de la injusticia ambiental.
En aquellos días de otoño del 2002, el entonces ministro de Defensa y héroe de Perejil, Federico Trillo, propuso bombardear el barco. Visto lo visto, fue una lástima no haberle dado más cancha a nuestro comandante jurídico. Hoy tendríamos, por lo menos, la viñeta espectacular de un hundimiento causal, la certeza de un hombre con huevos y al mando y tal vez un proustiano conde del Prestige para celebrar este tiempo perdido.

La de Trillo fue una de las muchas declaraciones memorables en el florilegio del Prestige, aunque tuvo que competir con una alta jerarquía en plena inspiración, desde el ramalazo beat de Aznar (“Son perros que ladran su rencor por las esquinas”) al insuperable haiku de Rajoy (“Unos pequeños hilitos / solidificados / plastilina en estiramiento vertical”). Con todo, me quedo con la brillantez del aforismo del entonces delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa: “Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe”.
Hubo dos mareas negras. Una, física, brutal, con sucesivas embestidas de los miles de toneladas del fuel de la peor calaña, de uso prohibido en Europa. Y otra marea de intoxicación pública, usando el lenguaje a la manera de la Neolengua de Orwell, donde lo que se afirmaba significaba su contrario. La complejidad de este juicio, con una instrucción más que precaria, no permitía alimentar muchas esperanzas, aunque el caso Prestige era una oportunidad extraordinaria de crear un referente y ensanchar la mirada jurídica contra la gravísima violencia medioambiental. Pero les salió un fósil. El lenguaje es propio de la Neolengua. Y así dicen de la acción gubernamental: “Se tomó una decisión discutible, pero parcialmente eficaz, enteramente lógica y claramente prudente”. ¡Chapó!
El Prestige no llevaba “rumbo suicida”, dice también la sentencia, en contradicción con el anterior auto de la Audiencia. En Portugal, a modo de elegante eufemismo, suele decirse del suicida: Morreu porque quiz.Eso es lo que le pasó al barco. No hubo ni habrá responsables. Se hundió porque él quiso.