xoves, 24 de novembro de 2016

Los senderistas se movilizan contra los cazadores

CÉSAR-JAVIER PALACIOS 
http://blogs.20minutos.es/

Cazador

El monte y la naturaleza es de todos los ciudadanos. Su disfrute es un derechoamparado por la Constitución española en su articulo 45. Pero cuando se habla de cazadores con escopetas parece que la cosa cambia. Este colectivo ha propuesto al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que en la nueva Ley de Montes, actualmente en proceso de redacción,  se incluya la prohibición de paso a los montes por parte de senderistas y demás usuarios, en las zonas y días en que se organicen batidas o monterías. Dicen que así se evitarían accidentes fortuitos, léase disparos a inocentes viandantes confundidos con ciervos o jabalíes. La futura ley podría incluir sanciones de hasta 1.000 euros por caminar por estos espacios durante la celebración de monterías.

Ante esta propuesta de dar prioridad a la caza frente al uso pacífico del monte, senderistas, ciclistas y hasta recogedores de setas se han movilizado estos días. Así, el colectivo Senderismo por España ha iniciado una recogida de firmas a través de la web  Change.org, en una ciberacción que en apenas una semana ha recogido casi 50.000 firmas indignadas, la mía entre ellas.

Paralelamente, la Asociación RedMontañas recoge en el mismo portal firmas proponiendo que la Federación de Caza mantenga una página web centralizada y única donde se informe con toda claridad y precisión de las fechas, municipios y ámbitos territoriales de dichas actividades. De este modo, los usuarios podrán consultarla antes de organizar sus propias salidas, igual que se consultan las páginas meteorológicas, y todo el mundo tendrá sus derechos intactos.

Me gusta la postura anticaza de esta entidad montañera, resumida en cuatro puntos:
  • En las sociedades occidentales no es necesario cazar para vivir. Disfrutar matando parece una afición sórdida y anticultural cuando existe un espectro tan amplio de actividades con las que disfrutar de la naturaleza, en las que realizar ejercicio físico o incluso en las que canalizar el hipotético instinto cazador del ser humano.
  • Admitimos que la caza mueve mucho dinero. También mucho dinero negro, que jamás se incorpora a la economía social. Eso sí, en el curso de los eventos cinegéticos y su entorno se cierran muchos grandes negocios. Negros muchos de ellos.
  • Las monterías y batidas son, de todas las modalidades de caza, probablemente las menos ‘deportivas’ y no es creíble que nadie argumente que en ellas se disfruta de la naturaleza, el silencio, etc. Sus participantes acuden en todoterrenos, se les abren las barreras de las pistas forestales, y ellos se quedan sentados en los puestos con el rifle listo, mientras los perros y los ojeadores les traen las víctimas a su alcance. ¿Esto es cazar, o ‘asesinar’ animales?
  • Precisamente porque las batidas y monterías son absolutamente incompatibles con cualquier otra actividad pacífica de recreo en la naturaleza, debido a su peligrosidad y al riesgo de accidente mortal, son ELLOS quienes deben poner de su parte, y no los demás. La solución en ningún caso puede ser prohibir la entrada, privando al resto de la sociedad de su derecho al libre disfrute del medio natural.

¿Y tú qué opinas? ¿Hay que cerrar el paso a los senderistas cuando hay batidas o cerrar el paso a las batidas cuando hay senderistas?

Foto: Ángel Sánchez Carbonell

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