martes, 2 de xaneiro de 2018

Estos alimentos podrían extinguirse en nuestros días

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No nos imaginamos la vida sin la taza de café o el zumo de naranja para desayunar, o un plato de pescado acompañado con una copa de vino para comer en nuestro restaurante preferido, o sin una bolsa de snacks para saciar el apetito.
Sin embargo, quizás tengamos que empezar a buscar alternativas a estos productos cotidianos que pronto serán lujos probablemente inalcanzables. La escasez de agua y la excesiva explotación de algunos recursos contribuye a que muchos alimentos comunes puedan desaparecer antes de lo que pensamos.
Café
El café es una de las bebidas más consumidas del planeta. Se calcula que cada día se toman 2250 millones de tazas.Foto tomada por: efetova / Getty
Un estudio del Climate Insitute de Australia asegura que, si no se toman medidas firmes contra las emisiones de gases, el cambio climático reducirá el área global destinada para la producción de café hasta un 50% en 2050; y que para 2080, el café silvestre podría extinguirse. El calentamiento global y el clima extremo, que incluye lluvias torrenciales y sequía, dificulta el cultivo de este grano en las principales regiones productoras.
De hecho, en Brasil, la sequía redujo un 30% la producción de café en 2014 en Minas Gerais. Además, la propagación del hongo Roya que afecta a la hoja del café desde América Central hacia Sudamérica también causa problemas a los productores.
Naranja
Naranjas (HandmadePictures / Getty Images/iStockphoto)
Son muchos quienes desean un zumo de naranja para desayunar por las vitaminas que contiene. Sin embargo, esta fruta podría extinguirse también antes de que acabe el siglo. La culpa la tiene un pequeño insecto, el psílido asiático. Según la Universidad de Californiatransmite una enfermedad letal que acaba con los naranjos en tan solo cinco años.
La enfermedad se transmite de un árbol a otro y se detectó por primera vez en China en 1943. Desde entonces, se ha propagado por todo el mundo, llegando finalmente a los populares naranjos de Florida en 2005 y en 2008 a California.
Miel
Miel (NikiLitov / Getty Images/iStockphoto)
A medida que la población de abejas continúa disminuyendo, también lo hace la producción de miel. Éstas son una parte vital de nuestro ecosistema y su extinción causará mucho más que el fin del edulcorante natural. La población de abejas ha disminuido más del 40% en la última década, todo debido al Desorden de Colapso de Colonias de abejas (CCD, por sus siglas en inglés).
La polinización, el intercambio de polen entre las flores, ayuda a que las plantas se reproduzcan y a que diversos animales se alimenten. Esta reproducción vegetal depende únicamente de ciertos insectos que transportan el polen de las plantas, como las abejas. Un proceso fundamental para el ecosistema.
Plátanos
El plátano es rico en potasio (DanielAzocar / Getty)
No sería la primera vez que sucede. En los años sesenta, desapareció la variedad de plátano más extendida, la Gros Michel o Big Mike. Cincuenta años después, algunos expertos aseguran que otro plátano desaparecerá: el Cavendish, el que comemos hoy (el 99% de su producción se exporta a los países desarrollados). Y todo por cómo se cultiva.
Mientras que otras frutas se plantan en proximidad, los plátanos que compramos en el supermercado son todos iguales, ya que son copias genéticas. El monocultivo provoca un desequilibrio medioambiental que atenta contra este principio, facilitando plagas como la que ahora asola al Cavendish, provocada por la Tropical Race 4 o TR4, una potente mutación de la temida enfermedad de Panamá.
Pescado
A fines de la década de 1890, el océano mostraba claros signos de que los recursos no durarían mucho más tiempo, pero los pescadores siempre lo han ignorado. La pesca es tan agresiva e intensiva que los peces capturados no han alcanzado la madurez sexual. No pueden reproducirse al mismo ritmo que se capturan, lo que hace que las poblaciones disminuyan más rápido.
Para 2050, se espera que la población humana mundial aumente a 9 mil millones. Junto a este crecimiento, los métodos de pesca serán aún más agresivos para mantener el ritmo de la demanda. Por tanto, si no se evita, toda la población marina se extinguirá. Esto conllevará a una desestabilización aún mayor de las cadenas alimentarias y los hábitats naturales de otras especies.
Aguacates
Distintas variedades de aguacates (Twitter)
Parecía ser una moda foodie más que llegaba para quedarse, pero no durará por mucho tiempo. La sequía está provocando grandes pérdidas, ya que los cultivos de aguacate necesitan mucha agua. El cambio climático ya se va haciendo notar en las principales zonas de cultivo: México y el estado de California.
De ahí que el precio de esta fruta haya aumentado en los últimos tres años. Además del calentamiento global, la moda de la tostada de aguacate también es una de las causas de su más que probable desaparición. Estados Unidos, el país que más aguacates demanda, ha triplicado su consumo en los últimos 20 años.
Garbanzos
Garbanzos (bhofack2 / Getty)
Para producir una lata de garbanzos se necesitan aproximadamente 250 litros de agua. Pero al igual que con el aguacate, varios países que producen garbanzos en todo el mundo están experimentando sequías severas, y reduciendo la producción en un 40-50%.
Oriente Medio, zona en la que se hayan los principales productores de este alimento, se enfrenta a una terrible escasez de agua que no es un buen augurio para los amantes del humus o de los garbanzos en las bolsas de mezcla de frutos secos, aunque no es el único...
Cacahuetes
El cacahuete, otro alimento en peligro de extinción (SasaJo / Getty Images/iStockphoto)
La posible desaparición de los cacahuetes también tiene que ver con las sequías. Este fruto necesita un clima estable para poder crecer. La sequía evitará que las semillas germinen y, si hace mucho calor, quemará los brotes, según informa CBC.
Por otro lado, en caso de que lloviese mucho, las producciones de cacahuetes podrían ser incomestibles debido a que emergería moho y otras enfermedades en las plantaciones.
Vino
Una copa de vino (jeka1984 / Getty Images/iStockphoto)
El calentamiento global golpea de nuevo. Las uvas para el vino son mejores cuando se recolectan después de las lluvias que siguen a una larga sequía, pero como las sequías duran más que nunca, algunas uvas mueren antes de que puedan cosecharse.
Al cambio climático, se suma el abandono de cepas y viñedos desde hace décadas. La apuesta por un tipo específico de uva y de producto concreto implicó que muchas variedades cayesen en el olvido. Ahora que se prefieren los productos locales y se busca diferenciación y exclusividad, en Aragón ya han empezado a recuperar cepas en peligro de extinción.
Chocolate
El chocolate negro es rico en antioxidantes (Tobias Titz / Getty)
Otra víctima de las sequías que afectan a todos los rincones del mundo. La oferta de chocolate ha sufrido durante la última década debido al clima tan seco que hay en África occidental, donde se produce más del 70% del cacao que se consume en el mundo.
A la baja producción, se añade la alta nueva demanda de países del este, como China, donde la popularidad del dulce ha aumentado. Además, el mercado ha visto como ahora los consumidores prefieren el chocolate negro, que requiere más granos de cacao. Una crisis que tiene difícil solución ya que dentro de 20 años, según el Centro de Investigación de Conservación de la Naturaleza de Ghana, el chocolate podría ser tan exclusivo como el caviar.

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