Juan Carlos Escudier
Siguiendo los pasos de la filóloga inglesa Ana Botella, accidentalmente alcaldesa de Madrid, el Gobierno tiene muy avanzado un proyecto revolucionario denominadorelaxing cigarette in slot machine, que para los negados para los idiomas significa en traducción libre algo parecido a la siguiente: “no te preocupes Adelson que también te pongo la cama”.
Tal y como se preveía, y gracias a los oficios de la ministra Mato, que desde que la Gürtel no le paga la criada es de las que cogen una vileda y la hace cantar flamenco, el Ejecutivo está dispuesto a retorcer la ley para que se pueda fumar en los casinos del abuelo del pelo extraño. Era ésta una condición indispensable para que la Comunidad de Madrid se convirtiera en la Meca de todas las ruletas, rusa incluida, o, si se prefiere, en la versión 2.0 de Gomorra, ya que por algunas de las cosas que exigía Sodoma no pasamos de momento, salvo que se nos aumente la oferta.
La luminosa idea de Mato es que se permita fumar en los casinos pero únicamente en las salas de las máquinas tragaperras o en las de otros juegos que no exijan la presencia de empleados del “resort”, que así es como llama Eurovegas a los suyos. Vendría a ser como el garaje de la casa de Mato, que era donde su exmarido guardaba el Jaguar que le regaló Correa y de cuya existencia nunca supo porque no frecuentaba el local.
Con esto del tabaco nos han mantenido entretenidos un rato mientras se procedía a cumplir el resto de las exigencias del magnate con el sigilo adecuado. El abuelo del pelo ralo pedía de entrada una reducción de impuestos. ¿Problemas? Ninguno. Los casinos llegaban a pagar un tributo del juego de hasta el 45% en función de sus ingresos. La Comunidad de Madrid ya ha aprobado un tipo único del 10%.
Pretendía además bonificaciones y exenciones fiscales. Hecho. El bueno de Ignacio González, que de bueno que es abusan, se ha sacado de la manga los llamados Centros Integrados de Desarrollo, un paraguas bajo el que se colocarán ferias, congresos, espectáculos y juegos. Cualquier proyecto que pueda acogerse a esta categoría made in Madrid tendrán una bonificación del 95% en el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. En definitiva, que ni tributará por los terrenos ni por el notario. Adicionalmente, se les bonificará con un 9% el material necesario, una buena ayuda para adquirir las tragaperras y las mesas de blackjack que cuestan un pico.
¿Metro hasta la puerta? Planificado. ¿Más autobuses entre Madrid y Alcorcón? Concedido. ¿Menos derechos para los trabajadores? De eso ya se ha ocupado Rajoy en persona con su afamada reforma laboral. Por pedir, el señor de los crupieres quería libre entrada para los menores, que a fin de cuentas Gomorra siempre fue una ciudad muy familiar. Pues bien, los niños podrán acceder a las zonas de ocio aunque seguirán sin poder apostar la paga semanal al 35. De otros temas nimios, como cambiar la ley de blanqueo de capitales para que sólo haya que identificar a los clientes a la entrada de los casinos y cuando quieran cambiar fichas por más de 2.000 euros, ya se encargará Montoro, que desde su amnistía a los defraudadores tiene mucha experiencia.
En resumidas cuentas, a Adelson sólo le faltaba el humo para conseguir que surelief fuera completo. El último paso para crear los 164.000 empleos directos y 97.000 indirectos de los que se nos habló es que el abuelo del pelo estropajoso ponga los más de 15.000 millones prometidos. ¿Problemas? Pues bastantes.
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