Belén Carreño
Intermón Oxfam calcula que en España habrá 20 millones de pobres -ocho millones más que ahora- para 2025 si la tendencia actual continúa.
En la UE habrá 25 millones de pobres nuevos para la misma fecha, y uno de cada tres personas que caigan en riesgo de exclusión será español
La ONG asegura que la reforma laboral está aumentando la pobreza entre trabajadores que no cobran lo mínimo para salir del riesgo de exlcusión.
Tasa de pobreza laboral según nivel educativo, datos recientes
Uno de cada diez pobres de la Unión Europea es español. Teniendo en cuenta que la media incorpora países como las repúblicas bálticas o los últimos países en la adhesión de la Europa del Este, la cifra muestra el elevado peso de nuestro país en el colectivo en riesgo de exclusión. Además, según las conclusiones presentadas hoy por Intermón Oxfam, de los 12 millones de pobres que hay actualmente en España se pasará en 2025 a 20 millones. A razón de unas 525.000 personas en riesgo de exclusión más al año.
En el conjunto de la UE, habrá hasta 25 millones más de pobres en el horizonte de 2015 si, siempre según Intermón Oxfam, continúan las políticas de austeridad actuales. Teniendo en cuenta que España aportará 8 millones de pobres "nuevos", uno de cada tres personas que pasen a estar en situación de riesgo de exclusión en 2025 vivirá en España.
El aumento de la desigualdad es uno de los elementos que más preocupa a la ONG. España es el cuarto país con mayor desigualdad después de Grecia, Letonia, Bulgaria y Portugal. En la progresión que observa la ONG, que recientemente lanzó el estudio a nivel europeo, predice que a doce años vista el 20% de la población más rica ingresará 18 veces más que el 20% más pobre.
En este sentido, desde Intermón ven como el hecho de tener trabajo ya no asegura estar en riesgo de exclusión. La autora del informe, Teresa Cavero, asegura que los efectos de la reforma laboral están aumentando este fenómeno reciente. Así, la pérdida del poder de negociación en los trabajadores está rebajando a la mínima expresión los salarios y las jornadas laborales, hasta el punto de que ya no son suficientes para garantizar una calidad mínima de supervivencia.
En cuanto a los efectos en los recortes en sanidad y educación, Cavero recuerda que se ven a más largo plazo, al menos cinco o diez años, cuando los resultados de una deficiente educación o atención sanitaria se plasman en la población.
El informe de IO viene acompañado de un barómetro de Metroscopia que arroja muchos elementos para la esperanza. Así, el 89% de los encuestados estaría dispuesto a trabajar como voluntario para la reducción de la desigualdad; el 69% rechazarían trabajos que fomenten la economía en negro y el 61% realizaría donaciones a organizaciones sociales. Eso sí, solo el 35% pagaría más impuestos.
Además, los resultados de la encuesta muestran que la población percibe el efecto pernicioso de las medidas de ajuste. Al menos el 76% cree que la desigualdad y la pobreza se incrmentarán o mantendrán en los niveles actuales a causa de los recortes.
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