David Bollero
El PSOE no podía haber escogido peor modo de celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora: Ganar un ayuntamiento, el de Ponferrada, aliándose para ello con un acosador. Es como si en el Día Internacional del Niño nombrara ministro de Educación a Joseph Kony… pero el PSOE tiene estas cosas, más aún en un momento como el que atraviesa donde cualquier parcelita de poder es como un oasis en un desierto.
Sin embargo, esta nueva alcaldía que suma no es agua potable para saciar su sed de poder, es más bien ponzoña que revuelve las tripas, incluso, a quienes ni siquiera hemos bebido de ella. Aliarse con un sujeto como Ismael Álvarez es escupir a la cara a todas las mujeres que se despertaron hoy con intención de celebrar su día. No sólo eso, es escupir al conjunto de ciudadanos -y ahora hablo en masculino- que creemos que hay que terminar de una vez por todas con esta sociedad patriarcal y machista.
¿Qué mensaje quiere transmitir el PSOE con este pacto en Ponferrada? No quiero que me lo explique Rubalcaba, quiero que lo hagan Valenciano, Chacón, Rodríguez-Piñero, González Veracruz, Causapie Lopesino o Trinidad Jiménez, por ejemplo. Porque aquí no hay disciplina de partido que valga, de lo que aquí se trata es de estar o no de acuerdo con aliarse con un acosador con sentencia en firme. Tan simple como eso: pueden limpiarse el escupitajo que su propio partido les ha echado a la cara, plantándose y no tolerando una atrocidad como la de Ponferrada o, sencillamente, tragárselo. ¿Qué harán?
A algunos aún les sorprenderá una actitud como la de hoy. A otros no. Las grandes conquistas sociales siempre, que yo recuerde, vinieron de la izquierda, no de la derecha. La propia Clara Zetkin, que alumbró el Día Internacional que hoy celebramos, era una comunista alemana. Y el PSOE, mal que le pese a muchos, hace demasido tiempo que traicionó a sus principios, que no camina precisamente por la acera de la izquierda. Y así, no se puede conquistar nada socialmente, más bien al contrario.
En un día como hoy, mi felicitación y pésame a todas las mujeres, a partes iguales. Felicitación y ánimo para que no consigan la igualdad, al menos, en el punto en el que nos encontramos los hombres. Eso sería caer en los mismos errores que tuvimos la sociedad machista. Han de caminar hacia la igualdad pero de algo nuevo, no de estos deleznables estatus capitalistas en los que, como ayer nos recordó Cospedal, todo es meritocracia. Esa no es la igualdad ni los valores hacia los que hemos de caminar. Ojalá por ese lado, las mujeres nos ayuden y nos hagamos todos anti-sistema.
Y mi pésame porque, como hoy también nos recordó el PSOE, quienes manejan los hilos arriba continúan produciéndonos naúseas a la mínima de cambio. Sólo me consuela mirar a una mujer, a mi pareja, y llenarme de orgullo y de esperanza porque veo en ella todo lo que quiero ser, porque sé con sólo mirarla que ella no se tragaría ese escupitajo.
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