martes, 28 de maio de 2019

Y qué esperabais

En vez del escenario de una lluvia de cuchillos, hoy Madrid debería ser el lugar donde los hasta ayer archienemigos tendrían que arrejuntarse poco a poco, con la cabeza baja y entonando el mea culpa, para pensar cómo se vuelven a unir hombros para hacer frente a la que se nos viene encima. No es tan difícil, ya pasó en 2011 y 2015.

Investidura de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid el 13 de junio de2015. 
ÁLVARO MINGUITO

PABLO RIVAS


Por una vez, me voy a sumar, que la ocasión lo merece. Día de análisis, textitos de Facebook y tuits bien afilados contra la facción contraria de turno en la capital del Reino. Madrid vuelve a ser el epicentro de la derecha hispánica. Ahora reforzada con once señores en la Asamblea y cuatro en el Ayuntamiento salidos de otro tiempo y llenos de odio. En la madrugada de ayer ya lanzaban proclamas exultantes: “A partir de mañana se acabó el expolio fiscal a los madrileños”. Junta a un fascista de los años 40 con un anarcoliberal del siglo XXI y te sale la criatura que tiene la llave —salvo viraje inesperado de Ciudadanos— de lo que se va a hacer en esta ciudad y esta Comunidad los próximos cuatro años. No somos conscientes de lo que acaba de llegar.
Qué ha pasado. Es la pregunta que, con cara de póker general, se hace medio Madrid este lunes 27 de mayo. A toro pasado es fácil decirlo, pero, seamos serios, tampoco era tan difícil preverlo. En el fondo somos listos, aunque parezcamos gilipollas. Llevamos cuatro años viendo a unos niñatos despedazarse unos a otros en los proyectos de cambio político institucional más importantes que han vivido esta ciudad y este país en cuatro décadas. A lo hecho, pecho. A recoger la cosecha.
Hay una tesis que debería grabarse cual ley mesiánica todo ser izquierdoso aspirante a gobernante del Gran Madrid, distrito federal español por antonomasia, segunda región más rica del Reino y tercera por población. O más bien dos. Aquí solo se gana yendo todos a una. Y generando ilusión. Punto. Si el proyecto ilusionante sale cada día en la tele partiéndose en dos (o en cinco, o en 27) y sus cabecillas lanzándose cuchilladas —o trabucazos— pierde el sentido. Tú de quién eres, ¿errejoner, pabler o anticapi?¿Carmenista, M129 o trafis? ¿De la IU buena o de la mala? Hoy eres un ser gobernado por una derecha que va a seguir desmantelando el hospital que vas a necesitar para curarte; por una gente que va a seguir dejando sin fondos el cole de tu hija si, como cientos de miles de personas en este Madrid tan español, no puedes pagarte la privada. Búscate una escuela infantil para tu retoño, a ver si la encuentras el año que viene.
Y no me contéis películas de que no hay otra forma, que no hay posibilidad de unión. Leed hoy el periódico, echad un vistazo a los resultados electorales de las últimas décadas. No, por separado no se puede ganar la institución aquí. Esto no es una tesis, es un hecho.
Junta a un fascista de los años 40 con un anarcoliberal del siglo XXI y te sale la criatura que tiene la llave de lo que se va a hacer en esta ciudad y esta Comunidad los próximos cuatro años. No somos conscientes de lo que acaba de llegar
El poder tiene mucho poder. Y medios para intervenir en la realidad a su antojo. Luchamos contra el Ibex 35, contra dinerito fresco llegado de fuera, de la banca y de empresas a las que eso de la emergencia climática, hablando en plata, se la suda. Se la sudas tú y tu pensión. También tu abuelo dependiente, tu alquiler, tu hipoteca y los pañales de tu bebé. Hablamos de gente que defiende el “si no te lo puedes pagar, te jodes”. Se llama derecha y la fuerza y la capacidad que hay que juntar y sumar para hacer frente a un ecosistema mediático donde las tesis progresistas y populares son solo una esquina del cuadrilátero es inmensa. Tanto que, por si no somos conscientes, en los últimos 24 años —súmale ahora cuatro más— la región, de la que dependen los fondos y el modelo de ese colegio y ese hospital, ha sido gobernada por la derecha. Si hablamos de la ciudad, a excepción de estos últimos cuatro años, la derecha neoliberal gobierna desde 1991. Ni la Expo se había celebrado aún.
La debacle de la izquierda en Madrid tiene responsables. En primer lugar se llaman Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Luego van todas las espaditas y palmeros que hay detrás. Esto es política institucional, no es la asamblea de la Complutense ni el centro social del barrio. O dialogas y te unes o vas viendo cómo tu castillo se deshace. Enhorabuena, ya os habéis cargado el juguete morado. Preparaos, porque el juguete nuevo pinta a lo mismo, que la figura sobre la que lo has montado se retira. Adiós Carmena, adiós juguete.
La imagen que queda: “La izquierda, como siempre”
Mención especial a la alcaldesa hoy en funciones. Sí, ha cosechado unos grandes resultados. No ha sido suficiente, y ha dejado una ciudad con 3.000 millones de deuda menos a Almeida, Villacís y Ortega Smith. La tesis de no levantar demasiado la alfombra ni cambiar demasiado las cosas para seguir ahí está ahora surcando las cloacas de esta ciudad rumbo al Manzanares. Vuelta a la tesis inicial: o todo el mundo a una y con ganas o no lo consigues. Si dejas con el culo al aire el primer día de Gobierno a un concejal de una facción —acuérdense de la gilipollez por la que Guillermo Zapata tuvo que irse de Cultura— tiene consecuencias. Si arrinconas a otros tres —Galcerán, Carmona y Arce—, pierdes sus facciones, su gente. Si echas a un gestor como Sánchez Mato, pierdes las bases de IU. Y eso sale en la tele. En el ABC, en El Mundo, en El País. Las facciones desheredadas te lo recordarán en las urnas. Y la imagen que queda: “La izquierda, como siempre”.
La realidad es que para parar a los Florentinos del Ibex necesitas ese porcentaje. El de Madrid en Pie y el que no te ha ido a votar porque no le has generado ganas. Porque sin ambos no llegas. Necesitas lo que sacó Ahora Madrid, ese proyecto que costó tanto crear y que tan bien funcionó hasta el día en que ganó. No me creo que fuese tan difícil mantenerlo, señora alcaldesa y señoras y señores de las 27 esquinas del cuadrilátero político de la izquierda madrileña. Era vuestra responsabilidad.
Hoy es 27 de mayo de 2019. En vez de la lluvia de cuchillos que surca las redes sociales de la progresía madrileña lo que debería verse ahora es mucha cabeza baja. Debería haber personitas hasta ayer archienemigas arrenjuntándose poco a poco en cafés y despachos y diciendo frases como: “Vaya cagada”, “somos gilipollas”. Ahora hay que ver cómo se vuelven a juntar hombros y a entrelazar brazos para frenar al menos una parte de lo que se nos viene encima. Ya lo hicisteis en 2011, y en 2015.

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