Protestas por el atentado contra la redacción de 'El Papus', un ataque perpetrado por la organización fascista Alianza Apostólica Anticomunista, conocida como la Triple A. EFE/Archivo
DANILO ALBIN
Podría haber sido una noche más, pero se convirtió en la última. La culpa la tuvo una bala que entró por la frente, rompiendo de repente con la vida y con todo aquello que José Ramón Ansa, de 17 años, había soñado. La pesadilla empezó entonces para sus seres queridos. Este domingo se cumplen 40 años de este crimen perpetrado en la localidad guipuzcoana de Andoain por la Alianza Apostólica Anticomunista, temiblemente conocida como la Triple A. Sus vecinos volverán a recordarlo.
Domingo, cinco y media de la madrugada. Una llamada realizada al diario Egin revela un acto terrorista y, de paso, una amenaza a los periodistas de ese medio.El hombre que estaba al otro lado del teléfono reivindicó el asesinato de Ansa. Le habían pegado un tiro cuando volvía a casa, después de una noche de fiesta. Estaba solo e indefenso.
Según informó el periódico vasco –el mismo que varios años más tarde sería cerrado por orden de la Audiencia Nacional-, lo habían asesinado por “las colaboraciones de la víctima con ETA”. Seguido, llegó la advertencia a Egin: “Después os tocará a vosotros”.
“Todos los que conocían a José Ramón coinciden al considerarlo como un joven de pocas palabras. Trabajaba en el caserío y según un tío suyo había quedado con él para mover unas tierras la misma mañana en que el joven apareció muerto. Tanto su familia como sus amigos hacen resaltar que José Ramón no desarrollaba ninguna actividad política”, continuaba la crónica de aquel día.
Tras este terrible asesinato, Andoain suspendió sus fiestas populares y cerró todos sus bares. Al día siguiente hubo una huelga general en la zona. Euskadi, poco a poco, empezaba a familiarizarse con los crímenes de la ultraderecha y de la guerra sucia.
Los autores de este asesinato fueron identificados como Ladislao Zabala Solchaga e Ignacio Iturbide Alcain, dos conocidos ultras que también estuvieron detrás de otros crímenes cometidos por la ultraderecha en la transición. En una sentencia dictada el 11 de junio de 1985, la sección segunda de la Audiencia Nacional condenó a Zabala Solchaga e Iturbide Alcain a 26 años de prisión cada uno por este asesinato. Debido a su participación en otros casos, serían condenados en total a 231 años de cárcel.
Tercer grado
Los detalles judiciales de este caso aparecen en el informe sobre víctimas del terrorismo practicado por grupos incontrolados, de extrema derecha y el GAL” que elaboró el Gobierno Vasco. “Ladislao Zabala Solchaga ingresó en prisión el 13 de marzo de 1981. Fue clasificado en tercer grado el 6 de mayo de 1992. Accedió a la libertad condicional el 21 de marzo de 1994 y obtuvo la libertad definitiva el 6 de marzo de 1999”, relata.
Por su parte, Ignacio Iturbide Alcain “ingresó en prisión el 7 de agosto de 1981. Fue clasificado en tercer grado el 30 de julio de 1992. Accedió a la libertad condicionalel 17 de septiembre de 1994”. En total, estuvo preso 13 años.
Sin embargo, su recorrido judicial no terminaría allí. “Mientras disfrutaba de la libertad condicional fue nuevamente detenido e ingresado en prisión, el 3 de septiembre de 2001, para el cumplimiento de condenas por otros delitos”, señala el Gobierno Vasco en su informe. Iturbide, natural de la localidad guipuzcoana de Hernani, fue encontrado muerto en un monte de Bilbao en junio de 2013. Su fallecimiento se produjo por causas naturales.
Solchaga, hijo de un ex cargo público en Gipuzkoa durante la dictadura franquista, murió en julio de 2015. Según reveló el diario La Directa en noviembre de ese año, recibió un homenaje póstumo por parte de Hogar Social Ramiro Ledesma y “La España en Marcha”, una coalición ultraderechista que integraban La Falange, Nudo Patriótico Español y Movimiento Católico Español.
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