David Lombao / Miguel Pardo
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- La investigación de la red de presunto fraude en cursos de formación incluye múltiples menciones a dirigentes del PP, partido que, según la Policía, recibió 17.000 euros procedentes de la caja 'B' de estas empresas.
- La UDEF sitúa como conseguidor de la trama a un amigo personal del presidente de la Xunta que, según una ex contable del principal imputado, recibía pagos periódicos por sus servicios.
- Crespo fue recibido en Génova por Ana Pastor, según los mensajes telefónicos registrados por la Policía.
- Los investigadores creen, basándose en correos electrónicos intervenidos, que el actual presidente del Consejo de Estado medió ante la Diputación de A Coruña en adjudicaciones para la trama, aunque tanto la institución como el propio Romay lo niegan.
La Operación Zeta, la presunta trama de fraude en ayudas para cursos de formación que, según la investigación, sirvió para enriquecer al empresario coruñés Gerardo Crespo y a sus colaboradores, es un maremagnum difícil de digerir. En los 24 tomos y millares de folios del sumario se describe con detalle lo que para la Policía fue una "caza de dinero público" canalizada a través de una "farsa" asociativa y empresarial que tenía como objetivo principal la captación de dinero público para fines "privativos". Más allá de las presuntas ilegalidades cometidas por la red de Crespo y sus colaboradores, el sumario tiene una evidente vertiente política que salpica al PP de Galicia en general y al PP coruñés en particular. Así, por ejemplo, una ex contable de Crespo llegó a afirmar ante la Policía que había tenido que preparar "dos sobres" de dinero procedente de la caja 'B' "destinados al Partido Popular", cantidades que sumarían 17.000 euros, 15.000 de ellos entregados poco antes de las elecciones generales de 2011. Pero, ¿a qué dirigentes conservadores salpican, concretamente, estas revelaciones sumariales?
Feijóo y Romay Beccaría, en un acto del PP
Alberto Núñez Feijóo
El enlace del presidente de la Xunta con las revelaciones del caso está, sobre todo, relacionado con el papel que la investigación le atribuye al empresario madrileño afincado en Bueu, Francisco Ramón de Lucas, conocido como Pachi de Lucas. De Lucas es señalado por la Policía como uno de los conseguidores de la red, esto es, el enlace entre Crespo y diversos dirigentes políticos. Por la "práctica" de estas "gestiones" el empresario recibía, según el sumario, "un dinero". Ese dinero, señaló la ex contable de Gerardo Crespo ante la Polícia, salía de los fondos que tendrían que financiar cursos de formación y le eran aportados mediante transferencias bancarias. Era "una cantidad periódica, siendo este pago priorizado por Gerardo", dice la declaración.
Atendiendo a lo publicado por el diario El País y también a fuentes consultadas por este diario, el empresario De Lucas es amigo personal del presidente de la Xunta, quien tras la última reunión semanal de su Consello de Goberno evitó, hasta en seis ocasiones, aclarar su relación con el presunto conseguidor, limitándose a afirmar que "a efectos de sumarios no hay amigos ni enemigos". Mientras la oposición le exige mayor claridad, uno de los grupos que la conforman, el PSdeG, señala que el enlace del presidente gallego con De Lucas es personal pero también profesional y económico, toda vez que una de sus empresas, afirman, trabajó para el PPdeG en la campaña electoral de 2009.
Pachi de Lucas, con quien Feijóo acudió a las corridas de toros en Pontevedra en varias ocasiones, como confirman las imágenes del fotógrafo Óscar Corral publicadas por El País, es quien en julio de 2011 le confirma a Gerardo Crespo la posibilidad de tener una reunión con quien meses después se convertiría en ministra de Fomento, Ana Pastor. Según un mensaje telefónico intervenido por la Policía e incluido en el sumario, a cuyo contenido ha tenido acceso este diario, De Lucas gestionó esa reunión en la sede popular de la madrileña calle de Génova. En otra de las páginas de la transcripción de los mensajes del teléfono de Crespo, situada en el siguiente folio del sumario pero con una numeración no correlativa –pasa de la página 1.593 a la 1.619–, figura la frase "Feijóo va a ser clave", sin que se pueda confirmar quién la escribió y su contexto. Asimismo, en la jornada electoral de las municipales de 2011, De Lucas le remitió un mensaje a Crespo, también interceptada por los agentes, con el siguiente texto: "Comiendo en Beluso, presidente, mar...! Todo bien".
Además del empresario afincado en Bueu, a lo largo del sumario figuran menciones al presidente en, cuando menos, dos correos electrónicos, los que le remitió Gerardo Crespo. En el primero, datado el 11 de octubre de 2011, Crespo señala que, "de acuerdo con la última conversación que mantuvimos", le escribe para "manifestar mi preocupación por las informaciones que me transmiten desde Trabajo respecto a los proyectos que presentaron las organizaciones que dirijo y de cuyas resoluciones positivas dependen muchos puestos de trabajo y la viabilidad de las empresas". En el segundo, de diciembre del mismo año, Crespo le escribe a Feijóo para explicar los "momentos de gran dificultad respecto a la tesorería" que pasan sus empresas a causa de la "gestión económica de la intervención general de la Xunta". El Gobierno había paralizado los pagos de subvenciones hasta el mes de enero para contener el déficit y esto ponía en peligro la "viabilidad futura de las organizaciones", decía Crespo, que se mostraba "seguro" de que "estas observaciones no caerán en saco roto". El nombre de Feijóo figura también en la lista de regalos de Azetanet en la Navidad de 2010, cuando Crespo le remitió una participación de lotería.
Carlos Negreira
El alcalde de A Coruña y presidente del PP en la provincia, Carlos Negreira, negó la pasada semana que tuviera alguna vinculación con el empresario Gerardo Crespo, el líder de la trama, "más allá de la que se mantiene con cualquier otro representante de vecinos". No opinan lo mismo los investigadores, que en el sumario dan cuenta del "nivel de relaciones" que tiene el empresario con importantes cargos públicos, entre ellos el regidor local, a quien Crespo llega a "realizar funciones de intermediación de su agenda", ejerciendo de intermediario entre el responsable de USO en Galicia y el alcalde.
"Me dejó tirado cuando comenzaron las escuchas", revelaba Crespo sobre Negreira en una entrevista en La Opinión A Coruña. Son los investigadores los que hablan de una "posible labor de intermediación" por parte del empresario entre las personas interesadas en contactar con el alcalde y el propio regidor. En una conversación grabada, le ofrece colaboración a un conocido para hacer "gestiones con Carlos [Negreira] y con quien veas".
La confianza y la petición de favores era tal que Gerardo Crespo llama directamente a la secretaria del alcalde de A Coruña para informarla de la situación de diferentes procesos de adjudicación de servicios municipales, advirtiéndole de que su empresa se presentó a uno de Consumo "Para que lo sepa", le dice. “Se lo han dado a otra empresa [...] y el técnico del ayuntamiento es el primer sorprendido. Ahora nos hemos presentado a otro tema de la Oficina de Consumo, para que lo sepa". Antes, o empresario mándalle un SMS ao rexedor: "Hola. Desde hace años llevamos los cursos de bibliotecas del ayunt. y siempre nos invitaban al negociado; lo sabe el técnico... Y este año no. Un abrazo".
Tan solo unos días más tarde, y según las conversaciones telefónicas intervenidas, los propios investigadores advierten de que se intenta "amañar" un proceso de adjudicación "de un servicio vinculado con Consumo, a realizar a través de un procedimiento negociado sin publicidad y en el que se va a presentar alguna de las empresas de Gerardo Crespo". La idea es presentar otras dos "empresas amigas" para "formalizar una apariencia de concurrencia en un proceso de adjudicación ya decidido y que finalmente recaerá presuntamente a favor de la empresa de Gerardo".
La conversación es entre una empleada de su empresa y el propio Crespo. "Estamos con el tema de Consumo y nos piden dos empresas más [...] Nos vamos a presentar nosotros y dos empresas más... amigas", admite, suponiendo que es en el propio Ayuntamiento donde se lo solicitan. De hecho, los investigadores aseguran que esta llamada "hay que ponerla en relación con los sms enviados por Gerardo Crespo a Negreira y con la llamada del mismo día mantenida entre el propio Crespo y la secretaria del alcalde".
Además, Eliseo Calviño, también implicado en la operación Zeta –responsable de Caype y otro de los presuntos líderes de la trama–, presume también de su relación con Negreira. En una llamada a su amigo y socio, Gerardo Crespo, le anuncia que estuvo como dos horas y media con nuestro amigo... Con Carlos, con el señor alcalde de La Coruña" y lo hace "mostrando su satisfacción", tal y como dicen los investigadores. Dos horas y media, eh? Muy bien, él muy bien como siempre, lo que pasa es que, claro, él tiene que ser muy bien, pues con todos. Yo creo que hay algunas cosas que le quedaron claras, eh?... De alguna le sorprendió mucho...Y vamos a ver... Pero ya hablaremos de eso".
Lo que es evidente para los investigadores es que Crespo pasa tiempo "presionando a Carlos Negreira "con el objeto de conseguir más adjudicaciones". "Me siento abandonado [...] Abrazos", le dice el empresario después de que el líder de la trama advierta en el Ayuntamiento de que no está siendo informado de diferentes concursos. Poco después, el regidor le envía otro SMS: "Ok Gerardo... Abrazos". En otra conversación posterior con responsables en María Pita, el líder de la trama asegura que "al alcalde le joroba" que él no sea informado de diferentes procesos.
Después de que el presunto líder de la trama corrupta insista en varias conversaciones con personal del Ayuntamiento cercano al alcalde, decide enviarle otro mensaje telefónico a Negreira. Me siento amparado y muy feliz del alcalde amigo que tengo", afirma en uno de esos sms. Los investigadores entienden que Crespo "parece estar más contento con el alcalde" después de contactar con la administración local, "aunque este no le contesta". No lo hace en ese momento, pero sí horas después: "Abrazos... le paso el mensaje a "programación"... Nos vemos pronto!! Buen fin de semana!!". Una relación que parece demasiado cordial para ser la que se mantiene "con cualquier dirigente vecinal". Un año y algo antes, tal y como demuestran unos e-mails, ambos habían pactado la respuesta a través de un comunicado a las acusaciones que el alcalde de Oleiros había hecho sobre las empresas de Crespo y las subvenciones que recibía de las administraciones.
En cuanto los cursos de las empresas de Crespo empiezan a ser auditados por la propia Xunta e incluso revocados, el principal imputado vuelve a intentar recurrir a Negreira. “Tengo un problema gravísimo y urgente, que es una injusticia y me siento indefenso. Cuándo puedo contártelo? Puede acabar conmigo”, le dice en un mensaje que los investigadores atribuyen a su “desesperación”. Además, él mismo llama al Ayuntamiento con la intención de que el regidor “sepa de sus problemas con las revocaciones de los planes integrales de empleo”.
Parece evidente que Negreira evita mantener conversaciones telefónicas o mediante mensajes de texto con Crespo, pero una comunicación posterior con otra persona revela que “Carlos [por el alcalde] lo sabía” y que incluso le recomendó qué hacer ante las inspecciones en un encuentro particular. “Me ha dicho Carlos que nos defendamos, que nos defendamos a muerte, que él quiere que nos defendamos y que tengamos cuidado que hay mucha piraña suelta”.
Beatriz Mato
En el sumario de la operación Zeta, y en un mismo tomo, los investigadores aseguran que “queda patente cómo presuntamente Gerardo Crespo trató de influir en autoridades o funcionarios públicos para agilizar u obviar trámites administrativos”, aunque “con resultados negativos”, por lo menos en aquel momento, para él.
“No se atreven ni de coña”, llega a decir el principal imputado de la trama en una conversación en la que explica su intento de influir en la conselleira de Trabajo, Beatriz Mato, así como en el conselleiro de Industria, entonces Javier Guerra. En el caso de este último, Crespo refiere una reunión en la que presuntamente el titular de Industria le indica que lo avise “cuando salgan las ayudas”. “Presentaos y me llamas... Tendréis nuestro apoyo. Esto no se puede publicar”, le dice por lo visto el conselleiro.
En este caso, los investigadores se preguntan “si cualquier otro empresario podría llamar directamente al conselleiro cuando salgan unas ayudas” y el motivo por el que, después de que hubiera renunciado a unas subvenciones, “ahora el titular de Industria le dice que se presente”.
“Los funcionarios pasan y los políticos son unos cagaos [sic]”, dice Crespo en otra conversación telefónica en la que una empleada supone que ?ya habrá tocado y retocado la vía política”. Se refiere, según los investigadores, a sus negociaciones con Beatriz Mato y Javier Guerra.
“Mañana voy a hablar con Bea [Mato], pero bueno, es que Bea puede lo mismo que el conselleiro de Industria... De mi parte, en una cena, a ver... No puedo mover más hilos, eh?”, explica. Tan solo unos días después, Gerardo Crespo también muestra su intención de no cobrarle las cuotas de una de sus academias al hijo de Beatriz Mato. “¿Cuál es el motivo de que no quiera o dude de cobrarle? ¿Es una actitud interesada dado el puesto que ocupa?”, se pregunta la policía.
Pero la cosa va más allá. A principios de marzo de 2012, Crespo envía un mensaje a Pachi Lucas, el supuesto “conseguidor” de la trama corrupta. “Tengo que pedirte que llames a Bea para la programación de cursos; que nos dé un poco más que el año pasado”.
Apenas unas semanas después, Antonio Duarte, secretario general de USO en Galicia, habla con desesperación con Gerardo Crespo preocupado por las investigaciones que se están llevando a cabo y haciendo referencia, supuestamente, a Beatriz Mato. “Cuando me llama la conselleira y me dice que me quiere ver en persona, esto no es ninguna broma ni no es nada; es grave. Y hay dinero público por medio, y yo soy el responsable, yo firmé... Gerardo, yo he confiado en ti”.
José Manuel Romay Beccaría
El ex conselleiro, ex ministro, ex tesorero estatal del PP, actual presidente del Consejo de Estado y mentor político de Alberto Núñez Feijóo, entre otras muchas responsabilidades dentro del PP, figura en el sumario del caso en varios de los correos electrónicos intervenidos por la Policía, que la llevan a sospechar que medió para lograr adjudicaciones en favor de estas empresas. En el primero de ellos, enviado por Crespo al correo corporativo de Romay en el PP en julio de 2011, el presunto líder de la trama le remite "el informe que le envié a Ana Pastor", un "tema que se está debatiendo en el seno del partido y del que Ana me pidió que redactara un informe". "Tengo también algunas ideas que estoy escribiendo sobre el contrato de inserción ligadas a la formación que te anexaré en breve", le dice Crespo, que también expresa su "preocupación" por las "declaraciones" de Esperanza Aguirre respecto a la FP dual. Romay responde días más tarde señalando que "agradezco mucho la información que me mandas" y mostrándose "seguro que lo aplicarán como se merece".
Tres meses después, a finales de septiembre, Crespo le escribe de nuevo a Romay para, "tal y como acordamos", hacerle llegar el "nombre de los dos concursos a los que se va a presentar mi empresa" en la Diputación de A Coruña. "Amante Gerardo, recibí el correo y le trasladé el asunto a Diego Calvo", presidente de la Diputación, responde Romay Beccaría. Acto seguido, Crespo escribe de nuevo para preguntarle al histórico dirigente popular por "quién lleva el programa del partido en temas de formación, empleo, orientación" e informarlo, además, de que "hoy estuve con Diego". Uno de los concursos a los que se refiere Crespo fue adjudicado a su empresa Gecreri, si bien desde la Diputación coruñesa se negó, en declaraciones a La Opinión A Coruña, que la influencia de Romay hubiera tenido algo que ver.
En la misma línea, a comienzos de 2012 la Policía intercepta un nuevo mensaje de Crespo a Romay: “Hola, necesito verte. Hoy llamé a Génova y pedí una cita. Cuando puedas voy a donde digas. Un abrazo". A juicio de los investigadores, el empresario "busca la influencia de Romay Beccaría" porque el popular "tiene mucho poder para conseguir el pago del dinero adeudado por la Xunta y la Comunidad de Madrid". Días después, Crespo le explica por teléfono a su esposa que Romay "me va a conseguir una serie de entrevistas si yo quiero... Para hablar con una serie de personas".
Julio Flores
El número dos de Carlos Negreira, y teniente de alcalde en el Ayuntamiento de A Coruña, Julio Flores, también aparece citado en el sumario de la operación Zeta. Entre los importantes contactos que en el PP tiene el principal imputado de la trama, Gerardo Crespo, se encontraría también el de este político, tambiém imputado en la Operación Pokémon.
Se deduce la relación de una conversación captada por la policía en las escuchas telefónicas entre el presidente de la federación de vecinos Salvador de Madariaga, Juan Sáez Chas, y el propio Crespo. De esa charla los investigadores deducen que el concejal podría tener “algún tipo de acuerdo ilícito”.
En la llamada, los dos protagonistas hablan del “interés que al parecer tiene Julio Flores en cambiar la directiva del Círculo de Artesanos de esta ciudad en favor de un tal Salazar, el cual podría tener intereses inmobiliarios y con el que podría tener algún tipo de acerdo ilícito”. Tan solo unas semanas después, la directiva del mencionado Círculo de Artesanos dimitió para abrir un proceso electoral del que saldría vencedor Modesto Sabucedo. “Si se vende ese solar... arre carajo?” dice el dirigente vecinal a Crespo, que antes había advertido de que la entidad “es una cosa que está en decadencia”.
En la misma conversación, el principal imputado de la trama se refíiere supuestamente al pago de comisiones. “A ti y a mí no se atreven a pedirnos eso (...) Es que hay cosas que no se pueden pedir. ¡Joder, macho! Juan, yo llevo padeciendo muchísimo, porque, a ver, a mí me pueden pedir y yo puedo ofrecer una comisioncita... al jefe territorial, y al Joaquinito [supuestamente refiriéndose a Joaquín Vila, en aquel entonces jefe de servicio en la Xunta] y al otro... Pero lo que no me pueden pedir es decir ‘oye, haz esto, pégale una puñalada a este tío... aquí esto y nos llevamos tres millones de euros. Eso a mí no me lo pueden decir, primero porque les mando a tomar por el culo (...) No porque yo me lleve menos, y no porque digo ‘a estos viejecitos esto yo no se lo hago”.
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