Eneko Ruiz Jiménez
cultura.elpais.com
A lo largo de sus casi 60 años como agentes de la TIA, Mortadelo y Filemón han hecho de todo. Desde enfrentarse a avispones genéticamente modificados a asumir la seguridad de mundiales y juegos olímpicos. Pero en su número 200 los personajes creados por el dibujante Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) tendrán por fin un enemigo a su altura: el canoso y engominado tesorero del Partido Papilar, un gestor acusado de haber saqueado las cuentas del partido del Gobierno. Anda en limusina, trajeado y siempre camina con la mirada al frente. La sátira política está presente ya desde la portada.
El dúo de agentes secretos más español se enfrenta al más insospechado de sus casos cuando el responsable económico del Gobierno descubre, horrorizado, que alguien ha vaciado la tesorería del Partido Papilar, explica la nota de prensa de Ediciones B. En un giro similar al de la España más real, el sospechoso número uno es el tesorero del partido, obvia caricatura del extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas.
El Super encarga entonces a Mortadelo y Filemón que sigan los pasos del supuesto criminal para averiguar dónde ha ido a parar el dinero desaparecido. La editorial no ha querido revelar más detalles antes de la publicación del álbum, El Tesorero, que llega a las estanterías el próximo 8 de abril. El veterano dibujante se está tomando un merecido descanso.
El primer gesto que hará esta suerte de Luis Bárcenas ficticio es una peineta con su dedo índice, réplica del gesto que el extesorero del PP hizo a los periodistas en 2013 a su llegada al aeropuerto de Barajas. Bárcenas volvía de un viaje de placer a Canadá, a donde había volado para esquiar. Durante su estancia, la prensa destapó que el extesorero había cobrado del partido del Gobierno una indemnización de 400.000 euros de finiquito. Esta vez, el insulto cuesta a Mortadelo literalmente un ojo de su cara.
Ibáñez siempre ha intentado reflejar de alguna manera la actualidad a través de sus tebeos, aunque este ímpetu ha sido mucho más visible en los últimos años. Sus álbumes se han convertido con la llegada de la crisis en una excusa para hablar de la más candente actualidad. Así, tras el escándalo Wikileaks, la TIA trataba en 2012 de depurar a los ¡Espías!infiltrados enla agencia; en 2013, llegó el turno de enfrentarse al botellón con La Litrona… ¡Vaya Mona! y en un año después los torpes detectives se asomaban a una España sumergida en recortes y alborotadores en¡Tijeretazo! El último número hasta la fecha, sin embargo, se tomó un descanso para adaptar el argumento de la película animada de Javier Fesser, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, reciente ganadora del premio Goya a mejor film animado.
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