TÉMORIS GRECKO. MÉXICO D.F.
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“Esta te lleva para arriba de un tiro, subes hecho la madre y te quedas ahí”, dice el joven empresario en un restaurante del barrio bohemio de la Condesa, en Ciudad de México. “Olvídate de la mota depre. Y esta, si te gusta el 'mood cool', te pone un poco de bajón pero rico”. La 'mota depre', según esta categorización, es la marihuana tradicional, el cannabis de toda la vida que los campesinos siembran en las montañas del país. La que está pasando de moda.
Porque ya hay de la otra. O de las otras, de las que vienen en una variedad de texturas, aromas y 'moods' (estados de ánimo), y que son importadas directamente de California: el que tiene las conexiones adecuadas saca provecho de esta inversión de flujos comerciales para surtirse con las cepas producidas con la alta tecnología desarrollada en las 'universidades' del área de la Bahía de San Francisco, como las Oaksterdam (combinación de Oakland, la ciudad donde tiene su sede, con Ámsterdam) University y la escuela 'online' Cannabis University, que de manera legal y publicitada ofrecen diplomados sobre todo lo que involucra la industria de la marihuana: producción, transporte, distribución y comercialización. Y, sobre todo, I+D, aquello que ha puesto a la marihuana estadounidense por delante de la mexicana.
Porque ya hay de la otra. O de las otras, de las que vienen en una variedad de texturas, aromas y 'moods' (estados de ánimo), y que son importadas directamente de California: el que tiene las conexiones adecuadas saca provecho de esta inversión de flujos comerciales para surtirse con las cepas producidas con la alta tecnología desarrollada en las 'universidades' del área de la Bahía de San Francisco, como las Oaksterdam (combinación de Oakland, la ciudad donde tiene su sede, con Ámsterdam) University y la escuela 'online' Cannabis University, que de manera legal y publicitada ofrecen diplomados sobre todo lo que involucra la industria de la marihuana: producción, transporte, distribución y comercialización. Y, sobre todo, I+D, aquello que ha puesto a la marihuana estadounidense por delante de la mexicana.
Fue profetizado: en el año 2009, cuando se presentó la primera propuesta de legalización en el Distrito Federal (Ciudad de México), un encorbatado hombre de negocios, que entre reunión y reunión se daba toques en pipas de madera con remaches de plata, le dijo a este reportero: “Cuando los gringos abran el comercio de 'la mota', nos habrán vencido. Su industria ha avanzado tanto en producción a gran escala, potencia incrementada, distribución segmentada y muchas otras áreas, que ya estarán a años luz de nosotros cuando apenas empecemos a preguntarnos cómo venderles nuestra motita de la sierra. Son ellos los que nos van a venir a vender. En México se cree que la marihuana duerme, pero allá los despertó”.
Porros de optimismo
El 4 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia de México, a través de su Sala Primera (que ha ganado fama por sus decisiones en defensa de las libertades individuales, como la que legalizó el matrimonio homosexual), resolvió otorgar un amparo (recurso de 'habeas corpus') a un grupo de cuatro abogados que formaron una asociación con un nombre muy 'cool' (SMART, que en inglés significa listo, despierto o elegante, y es el acrónimo de Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante) con el objetivo de explorar y abrir la ruta legal, entre los vericuetos de la normatividad, para despenalizar la producción y el uso recreativo de la yerba.
Las redes sociales se llenaron de celebraciones, con memes como el de un pastel de mota con la fecha del hito señalada con velas. A las puertas del edificio de la Corte, los simpatizantes del proyecto gritaron “mota sí, guerra no”, encendieron 'churros' (porros) y fumaron con desenfado frente a la policía.
Para ellos, sonaba el fin de la clandestinidad, de la represión y del miedo. Aunque la posesión y consumo de hasta cinco gramos de marihuana es legal en México, en realidad los cuerpos policiales de numerosos estados detienen a los usuarios, y la posesión y el consumo representan el 65% de los delitos contra la salud que ha consignado la Procuraduría General de la República (fiscalía nacional) entre 2012 y 2015.
La debilidad de las protestas por parte de los sectores conservadores, así como el relativo silencio de los partidos políticos -salvo el de la Revolución Democrática, partidario de la legalización-, dejó la sensación de que el bando prohibicionista se encuentra adelgazado y desmoralizado.
Mientras tanto, otros creían ver la puerta de salida de la guerra contra las drogas: pocos países han pagado un coste humano y económico tan grandepor la decisión de impedir a sus ciudadanos el libre uso, así como el tráfico desde y hacia otras naciones. De acuerdo con las estadísticas oficiales, más de83.000 personas, entre policías, criminales e inocentes, murieron en la lucha entre los cárteles y las fuerzas de seguridad entre 2007 y 2014, y más de 20.000 han desaparecido. Los cálculos de organismos independientes presentan cifras más elevadas.
Un mexicano durante una manifestación ante la Corte a favor de la legalización de la marihuana, en México D.F. (Reuters)Heroína de competencia
Los festejos resultan prematuros, por un lado, e infundados, por otro. La Corte ha dejado claro -y el Gobierno federal ha insistido en ello- que su decisión solo se aplica a los cuatro demandantes, quienes además han dicho que ni siquiera son consumidores de marihuana y que su objetivo es ampliar el marco de libertades. Ya se apresuran otros grupos a presentar recursos parecidos y, cuando cumplan su recorrido burocrático (el de SMART comenzó en 2013), harán falta otros cuatro fallos idénticos para sentar jurisprudencia y beneficiar a más usuarios. Además, esto solo protegerá a aquellos que cultiven y consuman su propia mota dentro de clubes formales:los demás no podrán adquirirla legalmente.
Y todo ocurre en un momento de cambios tanto en la actitud continentalhacia la política antidrogas como en los mercados. La despenalización del uso de la marihuana en 24 de los 50 estados de Estados Unidos (principalmente con propósitos medicinales, pero también recreativos en Alaska, Colorado, Oregón y Washington) ha roto en su origen la declaración de “guerra contra las drogas” que lanzó el presidente Richard Nixon en 1971, en la que arrastró a todo el hemisferio. Uruguay ha legalizado la marihuana y otros países han flexibilizado sus reglas.
El crecimiento de la producción doméstica también ha provocado que se reduzca la demanda estadounidense de marihuana importada. La Patrulla Fronteriza de EEUU ha imformado de importantes descensos en la incautación de yerba de contrabando, de 2,5 millones de libras en 2011 a 1,9 en 2014.
Pero esto de ninguna manera significa que loscárteles del narcotráfico se estén quedando sin negocio. “Somos una central de abastos segura de marihuana y opiáceos para el mercado de Estados Unidos”, explica José Reveles, experto en crimen organizado y autor de varios libros, entre ellos 'Échale la culpa a la heroína', que está empezando a circular en México. “Estados Unidos ya, con la legalización de la marihuana, se está yendo otra vez al consumo de heroína, y en eso México está jugando un papel muy relevante. Estamos hablando de miles de millones de dólares. Haciendo un cálculo, podrían ser 17.000 ahora mismo y pueden llegar potencialmente a treinta y tantos mil millones de dólares”.
El informe 'Combate al narcotráfico (2006-2012)', de la Secretaría de la Defensa Nacional, señala que la erradicación del cannabis fue un 28% mayor que la de amapola en 2008, pero ya en 2011 fue al revés: la eliminación de adormidera superó a la de marihuana en un 19%. Y en 2012 la rebasó en un 40%.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió una notificación al Congreso, con fecha de 16 de septiembre de 2014, explicando que México se ha convertido en el “principal proveedor de derivados de opio” a su país; y en los cuatro años anteriores, los decomisos de heroína en la frontera común aumentaron un 324%.
Los cárteles mexicanos se están esforzando por hacer frente a los productos asiáticos, que hasta ahora eran superiores: “Ya hay la capacidad y estamos haciendo la heroína blanca”, informa Reveles. “Ya no estamos haciendo la 'black tar' (alquitrán negro, una variante de baja calidad), estamos compitiendo en el mercado con una heroína muy pura, muy blanca, que es un buen producto para el mercado, mejor que la que hacíamos antes”.
Soldados mexicanos destruyen una plantación de marihuana en las afueras de Culiacán, en el estado de Sinaloa. (Reuters)
Soldados mexicanos destruyen una plantación de marihuana en las afueras de Culiacán, en el estado de Sinaloa. (Reuters)
Que el Gobierno no se duerma
En suma, el de la marihuana mexicana es un mercado en declive y su despenalización parcial amenaza tanto con abrir posibilidades para disimular su cultivo ilegal como con estimular la industria de los opiáceos y la delcontrabando de cocaína sudamericana, al aumentar su peso relativo dentro de la economía de los cárteles.
El portal estadounidense de investigación Insight Crime advirtió de que “eliminar las penas sin establecer medidas de compensación en términos de regulación y programas de salud pública puede darles ventajas peligrosas” a los cárteles. El periodista Raymundo Riva Palacio, en su columna 'Estrictamente personal', destaca la flexibilidad del crimen organizado para “mudarse de delito” cuando hay problemas en una de sus fuentes de ingresos tradicionales, y esto incluye recurrir al secuestro, la extorsión, el tráfico humano y la piratería.
La tendencia en el mundo es la despenalización de la marihuana, y el próximo año, durante una cumbre en la Organización de las Naciones Unidas, es probable que se dé un pronunciamiento en ese sentido, con una demanda de cambiar el modelo punitivo de lucha contra las drogas por uno de prevención. “El trabajo está en casa”, sigue Riva Palacio. “Evitar la pesadilla significa que las instituciones trabajen aceleradamente en esquemas de regulación y seguridad al irse construyendo el mercado legal de marihuana. El Gobierno federal no puede perder el tiempo”.
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