Para alcanzar una sociedad libre es
necesario que las personas tengan garantizado el acceso al conocimiento, y
sepan además manejar de forma crítica la información que recibe. En esta
misma línea de pensamiento, queremos compartir hoy con vosotros las reflexiones
de Noam Chomsky y Sylvain Timsit sobre la manipulación mediática.
Noam Chomsky es filósofo,
escritor, controvertido activista y uno de los lingüistas más brillantes y
reconocidos de la humanidad. Su trabajo es estudiado en las universidades de
todo el mundo, desde facultades de psicología hasta titulaciones lingüísticas,
pasando por muchas otras disciplinas.
“La democracia participativa presupone la capacidad de la
gente normal para unir sus limitados recursos, para formar y desarrollar ideas
y programas, incluirlos en la agenda política y actuar en su apoyo. En ausencia
de recursos y estructuras organizativas que hagan posible esta actividad, la
democracia se limita a la opción de escoger entre varios candidatos que
representan los intereses de uno u otro grupo que tiene una base de poder
independiente, localizada por lo general en la economía privada.”
“¿Quiénes son los guardianes de la historia? Los historiadores,
naturalmente. Las clases educadas, en general. Parte de su trabajo es la
de conformar nuestra visión del pasado de manera que sostenga
los intereses del poder presente. Si no lo hacen así, serán probablemente
marginados de una manera o de otra”.
“Si no desarrollas una cultura democrática constante y
viva, capaz de implicar a los candidatos,
ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y
luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas.”
¿Quién está detrás de la prensa en
España?
Si alguien observa algún error o
corrección, que la apunte en comentarios, bien aquí, bien en el blog origen,
dado que esta información es complicada de recopilar y merece la pena
actualizar y corregir todo aquello que haya cambiado o que esté equivocado.
¿Y qué pasa en los medios de
comunicación en España?
Rosa María Calaf es periodista y antigua corresponsal
de RTVE. En esta entrevista con ATTAC TV nos hace una magnífica descripción
sobre los medios de (des)información y el eje del pensamiento único del que se
alimentan.
Alicia Gómez Montano, ex-directora de “Informe Semanal”, profundiza en la
crítica del sistema informativo actual en el contexto del Foro Social del
festival Rototom 2012. Especialmente en su dimensión televisiva, reivindicando
las estrategias periodísticas que de verdad hacen de la TV el servicio público
y de calidad que debe servir a la información de los ciudadanos.
Las diez estrategias de manipulación
mediática
En el sitio syti.net recoge el interesante
artículo de Sylvain Timsit con la lista de las “Diez Estrategias de
Manipulación” (incorrectamente atribuidos a Noam Chomsky) a
través de los medios de comunicación masiva, que reproducimos aquí y que van
desde la estrategia de la distracción, a la estrategia de la gradualidad y la
mantención del público en la ignorancia y la mediocridad. (gracias
a @paistransversal por ayudarnos a encontrar a su autor). De
igual modo recomendamos el artículo “Lo que cuentan los medios no es
real“, de la excepcional revista Yorokobu.
1. La
estrategia de la distracción
El elemento primordial del control
social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención
del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las
élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de
continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la
distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por
los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la
psicología, la neurobiología y la cibernética.
“Mantener la Atención del público
distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin
importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún
tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales.” - Cita
del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas.
2. Crear
problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado
“problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista
para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de
las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o
se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin
de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en
perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer
aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el
desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La
estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente
nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990:
Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa,
salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran
provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La
estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una
decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo
la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil
aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el
esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa,
tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana”
y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público
para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando
llegue el momento.
Una prensa libre — diarios, revistas,
radio, TV, blogs — es el eje de toda democracia verdadera (y un guardián
elemental de los negocios). Sasa Vucinic, periodista de Belgrado, habla sobre
su nuevo fondo, que apoya a los medios de comunicación vendiendo “bonos de
prensa libre.”
5.
Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al
gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación
particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el
espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más
se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono
infantilizante. ¿Por qué?
“Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o
menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta
probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido
crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad”
- Cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas -
- Cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas -
6.
Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una
técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y
finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización
del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para
implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir
comportamientos…
7.
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender
las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La
calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más
pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea
entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca
imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para
guerras tranquilas)”.
8.
Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es moda
el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
Sin embargo, la gente nunca estuvo tan
informada y preparada. James Surowiecki nos explica el momento en que los
medios sociales se convierten en un jugador de igual importancia, en el mundo
que aglomera las noticias: El tsunami del 2005, cuando los videos de Youtube,
los blogs, los mensajes de texto y los mensajes multimedia dieron las noticias
— y preservaron las emotivas historias personales de la tragedia.
9.
Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es
solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia
de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de
rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa,
lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su
acción. Y, sin acción, ¡no hay revolución!
10.
Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de
los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una
creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y
utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y
la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado
del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha
conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo.
Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control
mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos
sobre sí mismos. Los nuevos filtros de contenido en internet así
como empresas que recogen y catalogan la información de los usuarios de
los buscadores y redes sociales.
División constante del pueblo
A estas diez
estratégias, sin embargo, le encontramos una carencia grave: “la estrategia
de división constante del pueblo” y algunas carencias menores. Ya en
la antigua Roma lo sabía y le dieron forma verbal con el famoso divide
et impera. Sin embargo, en manipulación mediática el gran formador de
formadores y gran maestro de fue Goebbels, el ministro de
propaganda de la Alemania nacionalsocialista, figura clave en el régimen y
amigo íntimo de Adolf Hitler:
1. Principio de simplificación y
del enemigo único. Adoptar
una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un
único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos
adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de
constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar
sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque
con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las
distraigan”.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier
anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda
debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos
a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más
pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva
de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad
para olvidar”.
6. Principio de orquestación. “La propaganda
debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente,
presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre
convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene
también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba
por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que
emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo
tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra
cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el
nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir
argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos
sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar sobre
las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las
noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la
ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por
regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente,
ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales;
se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes
primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar
a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión
de unanimidad.
Para completar estas estratégias básicas
también os recomendamos ver este documental imprescindible y
por supuesto, incluir con vuestros comentarios todos los enlaces y aportaciones
que puedan complementar esta información:
Artículo reproducido con el permiso de Diseño Social. Fuente original aquí.
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